Opinadores
después de la elección
La Mesa de la Unidad
Democrática aclaró que los gobernadores de oposición no se juramentarían ante
la asamblea nacional constituyente, por considerar que la instancia es
ilegítima.
Antes que se iniciara el acto
de juramentación en el Palacio Federal Legislativo, la MUD emitió un comunicado
mediante el cual señala: “Ante el chantaje de la fraudulenta
constituyente, reitera ante el pueblo de Venezuela y la comunidad internacional
que los gobernadores elegidos solo se someterán al mandato establecido en la
Constitución y las leyes de la República; por tanto, nada más prestarán
juramento ante Dios y los consejos legislativos respectivos, y no ante la
fraudulenta asamblea constituyente”.
En la tarde los gobernadores
de la oposición dieron una rueda de prensa. El vocero fue Juan Pablo
Guanipa, elegido en el Zulia.
Guanipa afirmó que en
Venezuela existe una FANB y un CNE que no están dispuestos a respetar la
voluntad del pueblo.
Dijo que el voto en
Venezuela ha implosionado por los órganos de poder del Estado. “Ese resultado
es tan falso como el que se dijo que 8 millones votaron en un proceso
constituyente”.
Reiteró que documentan todas
las irregularidades en cada uno de los estados, como la reubicación de centros
electorales y retrasos en instalación de mesas, y adelantó que han sostenido
reuniones con cuerpos diplomáticos para luego presentarlas en distintas
instancias.
Respecto a la eventual
participación de la Unidad en las elecciones municipales pendientes, Alberto
Galíndez, ex candidato por Cojedes, señaló que presentaron un informe con las
consideraciones en la materia, pero será la MUD la que anunciará en los
próximos días sin participará o no.
Definirán juramentación.
Laidy Gómez, gobernadora electa en Táchira, señaló que en Caracas, junto con el
resto de mandatarios elegidos de oposición de los estados Anzoátegui, Mérida,
Nueva Esparta y Zulia definirán la forma cómo se juramentarán ante la
imposición de las legislaturas que tal acción se haga en la asamblea nacional
constituyente.
“El día de mañana (hoy) habrá
una reunión en Caracas para decidir las acciones frente a la posición de los
consejos legislativos que se niegan a cumplir con la ley respectiva, que indica
que debemos ser juramentados una vez obtuvimos la proclamación del ente
electoral”, señaló Gómez.
Hizo mofa de quienes han
dudado sobre su nacionalidad, por lo que dijo que su origen es transparente.
“No tengo nada que ocultar. Mi cédula de identidad y la partida de nacimiento
las llevé a la Asamblea Nacional y las mostré. Hasta mi vida privada la han
intentado deslegitimar, especular”, agregó.
Gómez rechazó la
transferencia a la administración nacional de empresas mixtas e instituciones
del ámbito regional que estaban manejadas por el gobernador saliente, José
Vielma Mora. La acción fue concretada ante el Consejo Legislativo del Táchira,
posterior a los resultados comiciales y establece la transferencia de la
Comercializadora de Bienes y Servicios del Táchira, Concesionario Socialista
del Táchira, S. A., Construfrontera en Potencia, C. A., Empresa de Transporte Masivo
Superficial del Táchira y Corporación del Táchira. Consideró mezquino y egoísta
que por el cambio de gobierno regional se retiren beneficios a los ciudadanos.
“Tenemos los informes que nos
indican que una de las razones por las cuales se están desincorporando estos
entes del gobierno regional es porque los mismos son inauditables. Tenemos
conocimiento que se recibieron partidas en divisas por parte de estos entes”.
Impugnación. El
candidato de oposición por el estado Vargas, José Manuel Olivares, anunció que
ante las irregularidades que se registraron que pudieron comprobar, impugnarán
el proceso.
Destacó que 60.000 electores
resultaron afectados por las irregularidades en las máquinas. Además del
amedrentamiento y el abuso de Plan República que no permitió que los testigos
hicieran su trabajo en varios centros de Vargas.
EL NACIONAL/19 de octubre
La reubicación de centros tuvo su impacto. Eugenio Martínez explicó a
Hispanopost como el chavismo obtuvo una victoria contundente en las elecciones
regionales realizadas el pasado domingo en Venezuela. Detalla que el primer
factor para que la oposición perdiera la contienda electoral, es la merma en la
votación con respecto a las elecciones legislativas del año 2015, cuando la
Mesa de la Unidad Democrática obtuvo 7.7 millones de votos.
“Esta disminución se debe básicamente a 2 factores, como son la
abstención y las distintas medidas aplicadas por el Consejo Nacional Electoral,
como la reubicación de los centros de votación”, precisó.
Aclara que las distintas auditorias que se realizarán al sistema automatizado
de votación, no arrojarán ningún tipo de resultados distintos a los plasmados
en las actas de las maquinas, por lo tanto considera como muy complicado
descubrir alguna irregularidad.
“La única forma de comprobar que hubo una manipulación del sistema
sería con una compleja auditoria de huellas, que no está planteada en esta
oportunidad”, reveló Martínez.
Insiste que el impacto de centros electorales cerrados, la reubicación
de los mismos, la violencia en algunos estados, los cuellos de botella por maquinas
dañadas y una participación inusual del oficialismo, logró que el chavismo
obtuviera 18 de las 23 gobernaciones.
Con respecto a la perdida de la oposición en el estado Miranda, entidad
gobernada por Henrique Capriles Radonski, indicó que se debió básicamente a la
reubicación de los centros de votación, “mientras que en Bolívar la oposición
resultó perjudicada por la no sustitución de candidaturas”.
EUGENIO MARTÍNEZ
El aparente resultado de las
elecciones regionales en Venezuela este pasado domingo muestra que cualquier
esperanza de un desenlace bienaventurado de la crisis de aquel país en el corto
plazo es ya lejana. En parte, debido a la división de las fuerzas opositoras
–algunos sectores de la MUD participaron en la elección para gobernadores, y
otros no–, en parte por el fraude electoral generalizado, que llevó a cabo el
gobierno de Nicolás Maduro, no solo a la priísta, sino llevando las tradiciones
mexicanas a nuevos niveles de excelencia, y en parte por un cierto cansancio
probablemente de la oposición en su conjunto, Maduro pudo decir que se llevó 17
gubernaturas y perdió solo 5. Más allá de la decepción opositora, y del hecho
que incluso de haber ganado más gubernaturas, el poder en juego era exiguo,
podemos concluir que la permanencia de Maduro en el poder será un asunto de
mediano plazo.
JORGE CASTAÑEDA
La estruendosa derrota en las elecciones regionales es una doble
derrota: la de la MUD que articuló esa política a pesar de las prevenciones que
se le plantearon; y también una derrota para el país democrático –más allá de
ese grupo dirigente– que dispuesto a votar o no, recibió el mazazo de un
descalabro que ni buscó ni merece. En los próximos días escribiré sobre la
catástrofe electoral; hoy quiero centrarme en la forma en la cual los dirigentes
de la MUD tratan a los ciudadanos. Fue una ilusión óptica fatal.
Durante mucho tiempo la ciudadanía democrática siguió las directrices
de la MUD. Si había que votar en las elecciones de 2015, millones salieron a
hacerlo. Si se tenía que respaldar la Asamblea Nacional y los desafíos
lenguaraces de su presidente, Henry Ramos Allup; allí estaba la opinión pública
opositora para respaldarlo. Que la cosa era con el referéndum revocatorio
presidencial: millones se hicieron presentes con sus firmas para exigirlo.
Luego fue la consulta del 16 de julio y se obtuvo la misma clamorosa respuesta.
Que se trataba de protestar en la calle, cientos de miles salieron. Que
marchar, se marcha. Que trancar, se tranca. Que hacer huelgas parciales, se
hacían. Tanta influencia tuvieron los dirigentes que muchos arriesgaron sus
vidas y las perdieron, muchos su libertad y la perdieron, millones su relativa
tranquilidad y la perdieron.
CARLOS BLANCO
La instalación en Washington, en el Salón de las Américas de la OEA,
del Tribunal Supremo de Justicia legítimo de Venezuela, juramentado previamente
por la Asamblea Nacional democráticamente electa en diciembre de 2015, fija un
precedente innovador en el campo de las relaciones internacionales
contemporáneas; sobre todo para las que se cuecen en los hornos de la
globalización, en el marco de sociedades cultural y políticamente líquidas,
cuyos espacios materiales se desvanecen bajo la fuerza de lo trascendente, a
saber, del reclamo por la calidad de las democracias y una razonada expansión
de las libertades como derechos.
No basta analizar la cuestiónasí ocurrida en presencia del Secretario
General de la misma OEA, Luis Almagro, a la luz de las viejas categorías; como
aquéllas que en el pasado y según el derecho internacional de los dos últimos
siglos tratan sobre los gobiernos en el exilio. Éstos, dependientes para su
reconocimiento de la voluntad de otros Estados, han motivado controversias que
van desde el asunto de sus residencias, pasando por los orígenes – ora como
continuidad del gobierno expulsado de su territorio natural, ora forjado lejos
de éste por nacionales exilados– hasta el de la efectividad que tengan para
ejercer materialmente ese gobierno a la distancia y para regresar prontamente a
sus odres, dándole solución a sus traumas temporales. No pocos, por falta de
esto, han concluido como símbolos sin valor o pasado a ser meros reservorios de
valores cuyas raíces se perdieron en el torbellino de la historia.
ASDRÚBAL AGUIAR
La ocasión es propicia para sacar moralejas de los procesos
electorales. No funciona tal cosa como que “no reclames nada porque esto
está ganado”. Esta conseja la aplicó la oposición en el revocatorio 2003-4 y
el resultado fue fatal: Chávez tomó muchas ventajas y recuperó 54 puntos
para ganar por 16. Otra conseja complementaria: “si se denuncian las
trampas del contrario, se desestimula a los votantes” tampoco funciona
porque la gente no es tonta, igual se desanima. Aceptar postergar las
elecciones regionales, cuatro cambios de fecha, ir sin cronograma, la
convocatoria de una Constituyente que no es poder electoral, ir sin poder
elegir diputados regionales, sin votos en el exterior, tolerar reubicaciones de
centros electorales, el uso del tarjetón que confundía las candidaturas, el
reparto de CLAPs y uso de cadenas para propaganda oficialista, etc., y todo
ello sin una profusa campaña de opinión y gestiones internacionales que
pusieran de manifiesto estas injusticias no pagó: Si el gobierno sacó unos 4MM
de votos en la Constituyente y 6,3MM para gobernadores, subió 2,3MM; mientras
que la oposición sacó 7,4MM en el Plebiscito y ahora obtuvo 5,3MM, bajó 2,1MM.
Tampoco pagan reclamos mal fundados como el “fraude” de 2004, o hacerlo sin las
pruebas en la mano, o no dar la cara para explicar el cambio de estrategia
entre protesta y elecciones en 2017.
Son componentes clave de un triunfo la articulación de cada competidor,
una oferta atractiva, una estrategia clara y un plan de trabajo sistemático
para movilizar, buscar votos y defenderlos. Y, en esto, otra vez, el
oficialismo superó a la oposición. Desde 1999, la oposición ha manejado el
problema de su atomización buscando coordinar a decenas de partidos a través de
Coordinadoras. La idea ha rendido frutos, pero con ineficiencias porque es
difícil poner de acuerdo a 30 partidos y a varios precandidatos presidenciales.
Luce hora de probar que cada partido trate de ganar elecciones por su cuenta
creciendo en identificación partidista a través de una estrategia menos
esporádica, política y electoral, y más de acompañamiento socio-económico
permanente.
JOSÉ ANTONIO GIL YEPES
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