Víctor José López
Dentro de una semana se
realizará en Venezuela una parodia, se llevará a cabo una mentira con el nombre
de Constituyente.
Alega Nicolás Maduro,
abusando de la credibilidad de lo que le queda de masas, que cumple
rigurosamente los preceptos constitucionales.
Miente Maduro, porque la Constitución
de 1991, la “bicha” de Chávez, aunque deficiente en muchos órdenes, en lo que
respecta al mandato constitucional si que está clara. Lamentablemente, el
claque gubernamental, al grupete de enchufados que no le da la gana de leer,
viola el Artículo 347 que dice clarito:
-El pueblo de
Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de
dicho poder, puede convocar una asamblea Nacional Constituyente con el objeto
de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una
nueva Constitución.
Escuchando la ensalada de
estupideces que los aspirantes chavistas a la Asamblea dicen todas las mañanas
a las siete, en su retahíla de propaganda, nos damos cuenta que no tienen idea
de lo que dicen. Se habla en los mensajes de resolver los problemas económicos,
la precaria o trágica situación de la salud y de la seguridad, son tan audaces
que hablan de educación y de abastecimiento de alimentos así como los que orden
público que, Nicolás Maduro y Hugo Chávez, en 18 años de disparates no han sido
capaces de resolver.
Todo lo contrario: arruinaron
al país y ahora regalan el Arco Minero de Guayana como le entregaron el
petróleo a rusos y chinos y se lo regalaron a cubanos y pueblos del Caribe.
Carlos Marx, en su obra El dieciocho de Brumario , refiriéndose
a un acontecimiento bicentenario, dice cosas que tienen mucho que ver con lo
que ahora ocurre en Venezuela; y por ser, palabras de un hombre de indudable
vocación socialista, las traemos a esta tribuna en un intento de hacerle
comprender a la masa que engañan los fascistas del chavismo con ofertas y
mentiras que: -“La tradición de todas las
generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y
cuando estos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar
las cosas, a crear algo nunca visto, en esta época de crisis revolucionaria es
precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado,
toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para con este
disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva
escena de la historia universal. Lutero se disfrazó de apóstol Pablo… “
Aquí en Venezuela Chávez se disfrazó
de Bolívar .
1 comentario:
De total acuerdo. Ojalá los que siguen fielmente este "disparate criminal" pudieran leer y entender. Pero sus cerebros si que están fritos, lamentablemente. Un abrazo.
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