CARTA de ASDRUBAL
AGUIAR
A LA ORGANIZACIÓN
DE ESTADOS AMERICANOS (OEA)
Miembro de la Academia
Internacional de Derecho Comparado de La Haya
Académico Correspondiente
de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras
Señor Presidente del
Consejo Permanente
de la Organización de los
Estados Americanos
Embajador Pedro Vergés
(República Dominicana)
Señor José Miguel Insulza
Secretario General de la
Organización de los Estados Americanos
Excelentísimos señores:
En mi condición de ciudadano
venezolano, quien tuvo el alto honor de servir al Hemisferio como Juez de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, y luego servirle a Venezuela como Gobernador,
Ministro de Relaciones Interiores, y Encargado
de la Presidencia de la
República, me dirijo a Ustedes con la emergencia del caso, para demandarles la
convocatoria de un Consejo Permanente que analice y considere la grave
deriva dictatorial que ha
tomado el gobierno del señor Nicolás Maduro Moros, en mí patria.
Durante el día de ayer, 12
febrero, conmemorativo del Día de la Juventud, los estudiantes, cabalmente comprometidos con
la democracia, disponiendo como único elemento de lucha sus lápices y cuadernos, acompañados de
cantos y de dirigentes
democráticos igualmente
empeñados en protestar para que el gobierno del señor Maduro y los militares quienes lo
acompañan, en calidad de ministros y uno de los cuales encabeza la Asamblea Nacional,
adopten las medidas que eviten el despeñadero económico y social que sufre la nación.
Luego de una marcha
pacífica, al apenas concluir fueron objeto de agresiones y disparos por parte de funcionarios
del régimen, en lo particular de miembros de su policía política – SEBIN – y de la antigua y
venerable Guardia Nacional hoy llamada “guardia
del pueblo”.
Los mismos, acompañados
de los también denominados “colectivos populares”, que integran miembros de bandas criminales que
azotan nuestras zonas metropolitanas cada fin de semana, han puesto en marcha una ola de represión
convocada deliberadamente al
efecto y que termina, por
exigencias del grupo militar-cívico que controla el poder que ejerce el señor Maduro
bajo instrucciones directas del gobierno cubano, con el mandato de arresto de calificados
dirigentes democráticos, uno de ellos pre-candidato a la
Presidencia de la
República, Leopoldo López, como el ex Vice Canciller y ex embajador Fernando Gerbasi, y el almirante
retirado, Iván Carratú Molina. Varias decenas de estudiantes han sido detenidos.
A la par, para ocultar la
emboscada preparada por su gobierno y silenciar definitivamente a la oposición democrática
y toda voz disidente, durante las últimas semanas se ocupan el señor Maduro y su entorno de negarle
las divisas necesarias a la prensa escrita para comprar papel y circular y amenazan a
la radio y tv privadas con
procesos administrativos;
aparte de anunciar que ¡poco le importa le llamen dictador! pues se dispone a ponerle
final al amarillismo de los periodistas venezolanos. No bastando ello, sobre los graves
acontecimientos antes señalados y en pleno desarrollo, el
señor Maduro y los suyos
ordenan sacar de la grilla de las cableras la emisión de la televisora NTN24, que
trasmite desde Bogotá, Colombia. Buscaba ocultar ante los venezolanos y la comunidad internacional
los actos de terrorismo de Estado que decidió
poner en práctica.
Señor Presidente, Señor
Secretario General:
La Carta Democrática
Interamericana es precisa al disponer que la democracia es un derecho humano del
pueblo, y los gobiernos tienen el deber de promoverla y defenderla.
No se trata, por ende, de
una dádiva de los gobernantes de turno, como lo juzganalgunos gobernantes que
la desconocen en la región.
Que un gobierno como el
del señor Maduro se ponga al margen del Estado de Derecho para reprimir a la disidencia política y encarcelarla;
que le impida su participación activa en la democracia, criminalizando a su dirigencia y
usando para ello – como lo
reconoce la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos – a los jueces y las policías; que niegue la libertad de prensa
como columna vertebral de la democracia, haciendo uso y abuso – como ocurre este 12 de febrero –
de la hegemonía comunicacional
de Estado formada durante los últimos 15 años; que cree
deliberadamente riesgos
para la vida e integridad personal de los ciudadanos, instigando a la violencia de sus
seguidores de calle y los cuerpos armados a su servicio, para luego
argumentar que se trata
de grupos nazi-fascistas que intentan desestabilizarlo; que la cabeza del órgano
parlamentario – Teniente Diosdado Cabello – aparezca dictando órdenes ejecutivas
dirigidas incluso a la Fuerza Armada y protegiendo a los “colectivos
populares” cuya actuación
propició el gobierno para producir la violencia durante este día 12 de febrero; todo
ello, de conjunto, representa una grave alteración del orden constitucional y
democrático, según los términos del artículo 20 de la Carta
Democrática
Interamericana.
La protesta estudiantil y
política tiene lugar, justamente, por cuanto, el pasado año ocurrieron 23.000
homicidios en Venezuela y la respuesta oficial es su aspiración a la convivencia ciudadana con
los grupos ejecutores de los delitos. Tiene lugar por cuanto
el gobierno no reconoce
la legitimidad de los gobernadores y alcaldes opositores electos popularmente, e intenta
doblegarlos bajo amenaza de persecuciones y descalificándolos.
Tiene lugar por cuanto al
margen del orden constitucional y el Estado de Derecho, funcionarios militares y policiales cubanos
ejercen autoridad en la administración pública venezolana y en organismos de seguridad del
Estado, y dado que miembros de
nuestra FF.AA. ocupan los
puestos de decisión fundamental, sin respeto por la subordinación que deben al poder civil.
Ocurre la protesta legítima, en ejercicio de derechos humanos y libertades tutelados por
la misma Constitución y la Convención Americana de Derechos Humanos que denuncia el señor
Maduro, por cuanto, mediante graves actos de corrupción que no investiga el Ministerio
Público, han sido dilapidados 1.300 billones de dólares durante los últimos 15 años y
hoy escasean los alimentos y las medicinas que afectan a todo el país.
Han cedido, señor
Presidente y señor Secretario, de conjunto, los elementos esenciales de nuestra democracia y
sus componentes fundamentales, enunciados en los artículos 3 y 4 de la Carta
Democrática Interamericana.
En consecuencia, conforme
a lo dispuesto en el citado artículo 20 de dicha Carta, que es vinculante como
interpretación auténtica de la Carta de la OEA, les solicito, respetuosamente, pues
basta para ello la iniciativa del mismo Secretario de la OEA o de
alguno de los Estados
miembros, disponer la convocatoria del Consejo Permanente a fin de que revise los actos
de represión ejecutados por el gobierno de Nicolás Maduro Moros contra los estudiantes y la oposición
democrática de Venezuela, con saldo de
muertos y heridos, y las
medidas de censura de la prensa que ha establecido al efecto a lo largo de las últimas
semanas y el mismo día 12 de octubre, luctuoso para todos los
venezolanos.
No huelga, Señor
Presidente, Señor Secretario General, les cite, con vistas a lo anterior, al recién fallecido ex
presidente surafricano, Nelson Mandela, a quienes todos nuestros gobernantes de las
Américas, sin excepciones, dicen admirar y recordar: "Si no hay
comida cuando se tiene
hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia, y si no se
respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía,
aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento".
Les saluda atentamente,
ASDRÚBAL AGUIAR
C.I. 3.410.477
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