Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 19 de octubre de 2011

MANOLO HERNÁNDEZ DOUEN en Beisbol por Gotas

Su pronóstico: Rangers a saborear el delicioso manjar de la gloria

Si Carpenter lanza dos juegos con la magia de los también derechos Lincecum y Cain en el Clásico de Octubre del 2010, a los Rangers les va a costar trabajo ganar esos encuentros.


Manolo Hernández Douen
www.beisbolporgotas.com



Mucha gente pensaba que los Rangers iban a ganar la Serie Mundial del 2010. ¡Y fácilmente!
No contaban, empero, con el hermetismo del pitcheo de los Gigantes a la hora buena.
Porque entre las maravillas de Tim Lincecum, Matt Cain y Madison Bumgarner, y un bullpen hermético sellado por Brian Wilson, naufragaron las esperanzas texanas.
Un año más tarde, Texas acude al Clásico de Octubre con una ofensiva más explosiva, con pitcheo en general más confiable –especialmente en su cuerpo de relevo- y sobre todo con la valiosa aunque dura experiencia de su trago amargo del 2010.
La alineación de los Cardenales de San Luis luce más respetable que la de los Gigantes del año pasado, pero su cuerpo de lanzadores palidece en comparación con el que les dio a los muchachos de Bruce Bochy el primer anillo absoluto de esa franquicia en más de medio siglo en San Francisco.
Es por eso que, en una confrontación entre dos novenas capaces de demoler a su adversario a palo limpio, esa precisamente va a ser la diferencia: con brazos más efectivos, la misma arma con la que fueron inmolados en el 2010, los Rangers ganarán la primera Serie Mundial de su historia.
Pero la finalísima del apasionante mundo del diamante va a ser mucho más interesante de lo que pudiera observarse a simple vista.
Una de ellas estará presente en la lomita en el primero y quinto juegos. Se trata de Chris Carpenter, ganador del Premio Cy Young de la Liga Nacional en el 2005.
Carpenter suele poner a dormir a los trabucos más devastadores, como lo hizo al vencer 1-0 a los Filis de Roy Halladay en el partido final de la Serie Divisional. Y esa novena de Filadelfia cuenta con una dinamita que no palidece con respecto a la de los actuales reyes de la Liga Americana.
Si Carpenter lanza dos juegos con la magia de los también derechos Lincecum y Cain en el Clásico de Octubre del 2010, a los Rangers les va a costar trabajo ganar esos encuentros.
Y no espere usted que se le bajen las medias del puro pavor a este experimentado derecho de 36 años de edad. Su historial de postemporada es un sólido 7-2, con efectividad de 3.11. Y en su única apertura de la Serie Mundial trabajó ocho episodios en salsa blanca, permitiéndole tres hits a los Tigres de Detroit en el 2006, cuando los Pájaros Rojos se apuntaron la décima corona absoluta de su rico historial.
C.J. Wilson, agente libre después de la Serie Mundial, tendrá que sacar a flote todo ese talento que le ha permitido ganar 31 partidos en las dos temporadas más recientes para evitar que Carpenter se salga con la suya no una, sino dos veces.
Una clave para San Luis es el mexicano Jaime García, que no ha lucido todavía en la postemporada, pero ganó 13 juegos en cada una de las dos campañas más recientes, incluyendo envidiable efectividad de 2.70 en el 2010. El hijo ilustre de Reynosa, Tamaulipas, tiene el potencial para tirar una perla de un momento a otro. ¿Le tendrá reservada al mundo una tarde esplendorosa como la su famoso paisano Fernando Valenzuela con los Dodgers de Los Angeles en la Serie de 1981 frente a los entonces favoritos Yankees de Nueva York?
No hay que menospreciar en la acera contraria al “japonés’’ Colby Lewis, quien dispone de un envidiable registro de 4-1 y 2.37 de efectividad en la postemporada, incluyendo la satisfacción de haber obtenido el hasta ahora único triunfo en los anales de Texas en la Serie Mundial con su faena de cinco hits y dos carreras permitidas en 7.2 episodios en el tercer cotejo del 2010.
El resto del pitcheo abridor de ambos equipos luce tan gris que para preocuparse solamente basta con recordar el historial deficiente reciente de ambas rotaciones en las respectivas Series de Campeonato. Dicen que una apertura de calidad son seis episodios permitiendo tres carreras limpias o menos. Así como lanzaron en la final de sus respectivas Ligas, un inicio bueno sería cinco capítulos y ponerse a rezar.
De allí la importancia de lo que tiene cada equipo del sexto episodio en adelante. Gracias a las transacciones ejecutadas por el gerente general de los Rangers, Jon Daniels, a mediados de temporada, y la buena idea de sacar al dominicano Alexi Ogando de la rotación para convertirlo de nuevo en relevista, Texas ha acortado cada juego a su mínima expresión.
Por otra parte, a sus 23 años de vida, el dominicano Neftalí Féliz, con 72 salvamentos en sus dos únicas temporadas completas, supera por su mucha mayor experiencia como cerrador al veloz Jason Motte, pese a que ese experimento le ha significado excelentes dividendos a Tony La Russa ya que su derecho de la bola de fuego salvó cuatro juegos entre la Serie Divisional y la de Campeonato.
Un relevista crucial para San Luis lo pudiera ser el experimentado dominicano Octavio Dotel, que ha probado ser de enorme utilidad para sacar de paso a bateadores fantásticos, como lo hizo con Ryan Braun, de los Cerveceros de Milwaukee, en la Serie de Campeonato.

Obviamente, el bateo se inclina del lado de los Rangers, con mejor promedio colectivo en el 2011 (.283 a .273) que los Cardenales; casi 100 carreras anotadas más (855 a 762); más impulsadas (807 a 726) y más jonrones (210-162), aunque hay que subrayar que el parque de Arlington es mucho más propenso a los bambinazos que el de San Luis.
La diferencia se acentúa más a favor de los pupilos de Ron Washington si se toma en cuenta el renglón de las bases robadas, ya que Texas, encabezado por el venezolano Elvis Andrus y por Ian Kinsler, fue cuarto de la Liga Americana con 143 estafas, mientras San Luis era el último de la Nacional, con 57.
Y es que Washington acostumbra a sus Rangers a ser correcaminos, desplazándose de primera a la tercera base con la ayuda de sencillos con enorme eficiencia. Los Cardenales incorporaron a mediados de temporada a uno de los paracortos más agresivos de la historia reciente como lo es el dominicano Rafael Furcal, pero por lo general la tropa de La Russa se desenvuelve de estación en estación.
Estrellas las hay por doquier en los planteles de ambas novenas.
Texas tiene en el dominicano Nelson Cruz a un pelotero que acaba de disfrutar de la serie de postemporada más extraordinaria de la historia para un artillero de poder, ex campeones de bateo en Josh Hamilton y Michael Young, y uno de los antesalistas más completos de la pelota desde el inolvidable Mike Schmidt para acá en Adrián Beltré, entre otras figuras.
Tal es el potencial ofensivo de Texas que Cruz ha sido alineado de séptimo por Washington. Tanto batea este trabuco que hay que respirar y coger aliento antes de mencionar a Mike Napoli, quien disfruta de uno de los mejores momentos de su carrera a la ofensiva.
San Luis cuenta con una máquina ofensiva a la que no van a sacar ni con grúa del Salón de la Fama en el dominicano Albert Pujols, un par de excelentes productores en Matt Holliday y Lance Berkman, uno de los mejores receptores de las últimas décadas en el boricua Yadier Molina, y un pelotero como David Freese que va en pleno ascenso al punto de que fue el Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, amén de un gran jugador hambriento en Furcal, a su primera Serie Mundial luego de toda una vida soñando con ella.
Va a ser un Clásico de Octubre sabroso, con predominio del bateo, en el que ganará la novena que sepa contener a su adversario a la hora buena, es decir en el tercio final de cada desafío.
Habrá que respetar a los Pájaros Rojos desde el primer episodio, pero esta vez no recibirán la suficiente ayuda de su ardillita mágica en su infructuoso intento por contener lo que luce como una verdadera aplanadora.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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