Blog de Víctor José López /Periodista

sábado, 3 de septiembre de 2011

CARLOS MONTENEGRO: Nivel de incompetencia

Sin competencia

En los tiempos que corren la verdad es que salir de casa cada vez apetece menos y es duro, porque aquí somos de carácter salidor, gozón, rochelero, bailador, cantarín y hasta bochinchero, en el mejor sentido de la palabra; en eso nos va la herencia caribeña, y mediterránea. Hasta no hace mucho, proporcionalmente a nuestra población, había más restaurantes, cafeterías, tascas y pubs que en Roma, París, Lisboa y muchas otras capitales europeas y americanas. Sólo España nos aventajaba, pero ya se sabe, de allí nos viene la gran afición al copeo y al tapeo. A los visitantes no les pasaba inadvertido el alto nivel tasquero nuestro.
Pero como se sabe, eso prácticamente se acabó y a nadie se le ocultan los motivos; por un lado la situación económica del país tan deteriorada que hace muy difícil sostener aquella vida social tan estupenda, que cada uno con sus posibilidades practicaba; pero la razón principal es sin duda la inseguridad tan terrible que se padece. Salir de casa se ha convertido en un acto de temeridad irresponsable. Cuando se va al trabajo o a hacer “diligencias y mandados”, hasta el menos paranoico está consciente que en eso le puede ir la vida. Quienes no vivan aquí pensarán que es una exageración; pueden pensar lo que quieran, pero los que vivimos el país saben perfectamente cuál es la realidad. En los hogares no se está tranquilo hasta que no llega el último familiar del colegio, la universidad, el trabajo o los “mandados”, y estos a su vez esperan que el negocio, o la casa estén sanos y salvos al llegar. No es alarmismo, es así.
No sé si ustedes han visto un anuncio en televisión, donde una empresa publicita que si usted quiere blindar su automóvil, ellos tienen los mejores precios del mercado, algo realmente inaudito, pero es que ya nadie se extraña. Obviamente la competencia existe, luego demanda hay.
Cómo hemos podido llegar a esto se entiende si uno ve por ejemplo en la televisión las transmisiones en directo de algún consejo de ministros. Consiste en una enorme mesa con más de 30 ministros y el presidente a la cabeza donde sólo habla él y el resto del gobierno escucha y asiente. En el de la semana pasada trató varios temas pero ninguno mencionaba los tópicos que tienen atribulada a la nación. Dijo, por ejemplo, que se iba a prohibir por decreto acceder al trasporte público con armas, imagino que la policía sí, para evitar los continuos robos y asesinatos a los pasajeros y conductores (?); y así algunas cosas por el estilo; durante las tres horas largas que se fueron yendo en las continuas historias de su época de cadete trashumante por todo el país con profusión de detalles folklóricos mezclado con citas y hechos históricos, de aquella manera, amén de continuas menciones a las intrigas internacionales para desestabilizar a Venezuela y allanar el camino a las grandes potencias que pronto nos invadirán. Cerró la sesión (¿o función?) con un paquete de decretos y papeles firmados en directo, que repartió entre diversos ministros con abundante dinero para seguir realizando las cosas que mejorarán aún más la estupenda situación que hoy disfruta el pueblo gracias a su gestión.
Acto seguido devolvió la transmisión a los canales y radios comerciales del país para que continuaran con sus programaciones habituales. No hace falta mucho más para entender por qué este país no marcha. Los ministros solo hablaron cuando el presidente comandante, o viceversa, les inquiría sobre algún encargo ordenado por el jefe al que contestaban puntualmente, aunque no siempre el presidente quedaba muy contento y les instaba a ser más específicos, cosa que no siempre lograban, sobre todo si se trataba de cosas que el presidente había prometido en vivo y en directo hacía meses o años pero no se habían concluido y mucho menos entregado, aunque faltaba poco, decían. Si eso es una reunión de trabajo del gabinete, que vengan los dioses lo vean, y nos agarren confesados. En sucesivas cadenas en cuanto evento aparece con cualquier motivo, los ministros siempre están en primera fila coreando al jefe para entregar alguna cosa útil al país tal que poner la primera piedra de una futura ciudad -- como aquella Ciudad Losada, o algo así, en Septiembre de 2006, con avenidas, colegios, hospitales, centros culturales y en fin, de todo. (Según la prensa de estos días – 2011 -- no hay nada, ni siquiera la primera etapa que debía haberse entregado apenas siete meses después).
Al día siguiente la oposición se afanó en mostrar la cruda realidad, donde se apreciaba que había poco o nada de lo prometido, avalado por los miembros del pueblo, supuestos beneficiados, que gritaban al gobierno que los habían engañado. Si la prensa canallesca miente es como para ponerlos presos a todos, y si no, el jefe del ejecutivo debiera pensar cómo hacer, para no volver a hacer el ridículo ante el país y el mundo (gracias a Tele Sur) a la hora de las novelas de “prime time” y en maravillosos colores, (este botón de muestra no me lo han contado, lo he visto con mis ojos y en la TV deben estar las grabaciones). Acto seguido, en la asamblea o el partido del gobierno dirán que todo es un montaje de la oposición vendida a las potencias capitalistas y… vuelta a empezar. Insisto, que esto es sólo un botón de muestra.
Debe ser terrible para un presidente ver cómo su obra no se ve, por mucha doctrina Goebbels* que le apliquen. Da la sensación que su gobierno ha llegado al nivel de incompetencia. Y si no es así que me lo expliquen.
*http://mpcdigital.net/blog/11-principios-de-la-propaganda/
Aquí encontraran los 11 puntos al detalle sobre propaganda que el doctor Joseph Goebbels desarrolló para Hitler, léanlo por favor es muy corto.

carlosmmontenegro22@gmail.com

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