Blog de Víctor José López /Periodista

viernes, 11 de junio de 2010

Hoy es el día





VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ

Es una creencia equivocada la que la nación sede debe por su condición de anfitrión participar en el juego inaugural de un Capeonato Mundial, como ocurre hoy en la apertura del Mundial Sudáfrica 2010.
Todo lo contrario, menos han sido las veces que las naciones anfitrionas han abierto la reunión mundial y esto ocurre desde el primer día en la historia de los mundiales en Uruguay, allá en 1930, cuando Francia y México abrieron oficialmente los fuegos de un evento en que en el tiempo se ha convertido en el más importante de todos los torneos que se organizan en el mundo, mucho más que los Juegos Olímpicos, un evento ya centenario en su versión moderna.
Y México, que ha participado en los partidos inaugurales en 1930, 1950, 1958 y 1970 se ha convertido hoy al enfrentar a Sudáfrica en la selección con mayor participación en juegos inaugurales. Cinco en total.
Los alemanes inauguraron ante Suiza el Mundial de Francia 1938, más tarde participaron en el partido inaugural de Suecia 1958, Argentina 1978, Estados Unidos 94 Alemania 2006.
Esta Copa del Mundo tiene varias particularidades que la hacen distinta a las 17 ediciones anteriores. Está el hecho que es la primera que se realiza sobre en inmenso suelo del Continente Africano, una nación, la nación negra de África que le ha regalado al mundo del fútbol maravillosos jugadores y formas de particar el balompié.
Sudáfrica es apenas la segunda nación africana que juega un partido inaugural. En 2002, en el Mundial Corea - Japón Senegal fue la primera selección del continente africano en inaugurar el torneo orbital.
Joseph Blatter es la mente que ha estado detrás de este proceso de expansión, pues hasta el incombustible Joao Havelange FIFA fue un circuito cerrado, que no tenía otros horizontes que los intereses de Brasil, Argentina y alguna nación de Europa, sin incluir la vastedad de los territorios asiáticos, africanos y oceánicos.
Ha sonado el pistoletazo, esperamos de todo corazón se logre la meta.

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