pudo gozar el Clásico
VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
Entre muchas cosas que le faltan a Caracas, estaba la de un Clásico en el fútbol; y el domingo lo vivió la urbe capitalina con una intensidad sin paralelo, por lo menos en el ámbito nacional.
La condición de Gran Ciudad le da a Caracas características que no tienen comparación en otras grandes ciudades de Venezuela.
Hasta hace poco los seguidores del Táchira hacían cierta la leyenda inscrita en una inmensa y muy provocativa pancarta: “Ustedes ponen la cancha, nosotros la hinchada”. Una verdad irrefutable, hasta que despertó la gran ciudad, la urbe de la cosmópolis en apoyo de los colores de su equipo.
Las grandes ciudades, como en oportunidades hemos comentado, son inmensos ríos de aguas revueltas que viven su drama interior con los derbys, es decir con el enfrentamiento de los equipos de la propia ciudad. Un derby desempolva las escondidas pasiones entre uno y otro sector de la ciudad, entre distintos grupos sociales, religiosos y hasta universitarios.
Un clásico va más allá del territorio intramuros, es la batalla con alcance entre dos equipos nacionales como ahora ocurre con el Caracas FC y el Táchira, algo que existía en el deseo de los muy fieles hinchas venezolanos pero que en la realidad aún los venezolanos no habíamos sido capaces de encargar.
Sólo allá en Pueblo Nuevo se vivía la fiesta del Clásico, Caracas se mostraba indiferente. Recordamos que hubo un año, cuando nacían las primeras estrellitas de la constelación avileña, que no había gente ni para dar la Vuelta Olímpica. El domingo Meridiano Televisión le dijo a toda Venezuela de la alegría que se vivía en el Olímpico, le mostró al país las mil caras de las ingeniosas hinchadas. Llevó el sonido de la irreverencia de sus cánticos y vivió la emoción de la competencia con un gran sentido de profesionalidad de los compañeros que participaron en lo que ha de ser en el futuro un referente de lo que es una buena transmisión deportiva, totalmente venezolana en su integridad.
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