de Johan Santana
Son 130 millones de dólares, un contrato garantizado, lo que provoca terror a la gerencia de Mets de Nueva York. Johan Santana, lamentablemente, se une al grupo de lesionados que han provocado la cojera de los Mets en este tramo de la carrera por la clasificación. El equipo no está ni en el Comodín de la Liga Nacional, y en la tabla de posiciones está entre Florida y Washington, como el jamón del sándwich a 16 juegos del puntero Filis de Filadelfia en la División Este.
Mientras, al otro lado del “Subway” en el Bronx todo es fiesta, pues Yankees se desprenden en la recta de enfrente sin preocupaciones.
Preocupado debe estar Omar Minaya, hasta hace poco el rey Midas del béisbol al que le crecen los enanos en el “circo” que preparó con tanto rigor científico y en el que Johan Santana era el malabarista estrella para culminar, en el proyecto, una campaña llena de satisfacciones.
¿Muy grave de lo Santana? Aparentemente no. Dicen los expertos que el movimiento antinatura del brazo de los pitchers provoca estas situaciones dolorosas. Sin embargo los más cercanos a Santana, sus compañeros en el equipo, piensan que Johan “necesitará una operación y no abrirá otro juego en el 2009”. Por ejemplo, el lanzador Mike Pelfrey declaró que “No esperamos buenas noticias”, mientras que Jeff Francauer, jardinero de Nueva York y luego de conversar con el venezolano está convencido de que “una operación es necesaria”. Agregó Francauer que la intervención debería ser ahorita mismo “para que esté listo dos meses antes de los entrenamientos primaverales.”
La dolencia surgió antes del Juego de Estrellas, entonces nos preguntamos el porqué se ha esperado hasta ahora, y creemos que la respuesta es por que Johan Santana es tan honesto que prefiere padecer un intenso dolor, intentar superarlo, y no dejar en blanco a quienes creyeron en él y han apostado 130 millones de dólares para colocarlo en la lomita del Mets de Nueva York en Flushing
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