sábado, 4 de julio de 2009
EL MEJOR DE TODOS
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
ANTONIO MACHADO
En 1904 en la ciudad de San Luis, Missouri, se organizó la I Feria Mundial. En aquel momento Rusia y Japón se agarraban por los moños en la famosa guerra que ocupa un pesado capítulo de la Historia Universal. Teodoro Roosevelt era el presidente de los Estados Unidos, y como un acontecimiento de menor importancia, un accesorio de la Feria Mundial se escenificaron los Juegos Olímpicos de 1904 de San Luis. Fueron los terceros de la Era Moderna de las Olimpíadas. Antes el escenario de los juegos había sido en Atenas y Londres.
Una vez más, el deporte era un espectáculo secundario de un suceso mayor.
Fue una victoria aplastante de los Estados Unidos, pues de las 22 pruebas del programa de pista y campo, los atletas estadounidenses ganaron 21. El único nativo de otra nación que rompió la cadena de triunfos fue Etienne Desmartaeau, un policía de Montreal, Canadá que le ganó la medalla de oro en el “lanzamiento de la pesa de 25 kilogramos” a un colega suyo de Nueva York, el policía John J. Flanagan. De no haber sido por el canadiense los estadounidenses hubieran barrido absolutamente.
En Atenas se reunieron grupos de Club Atlético de Nueva York, y algunos amigos de la Gran Bretaña, uno que otro país europeo y, por supuesto, Grecia. Creció el número de invitados en Paris, donde estuvieron representadas India, estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, Australia, Dinamarca, Hungría, Irlanda, Italia, Bélgica, Grecia y Suecia
A San Luis concurrieron Alemania, Irlanda, Canadá, Australia, Grecia, Hungría, Sudáfrica y Cuba, menos representados ya que hubo que cruzar el charco Atlántico. Cuba debe ser considerado “el primer país hispano en participar en unos Juegos Olímpicos.”
Cuba estuvo representada por un cartero de nombre Félix Carvajal, que compitió en la carrera de Maratón.
Fue una carrera de 40 kilómetros para la que hubo 40 inscripciones, aunque participaron 31 corredores. Diecisiete de los Estados Unidos, diez griegos, dos de Sudáfrica, un inglés y un cubano.
Félix Carvajal era un hombre pequeño, muy impulsivo, quien decidió participar en los Juegos Olímpicos por pura motivación vocacional. No tenía dinero, su cargo como repartidor de cartas en La Habana no daba para costear el viaje. Así que renunció a su puesto en Correos de Cuba, como cartero, y para atraer la atención se propuso correr todos los días a horas donde hubiera mucha gente en la gran plaza de La Habana. Al concluir su entrenamiento, se paraba sobre una caja de madera y solicitaba contribuciones a la vez que le explicaba a la parroquia el motivo de su viaje a San Luis, Estados Unidos.
Reunido lo que consideraba suficiente para el viaje Carvajal tomó el camino de Nueva Orleans, para ir a Missouri. La bella y bullanguera ciudad le encandiló, y todo lo reunido lo perdió en una noche de farra, muchachas y una terrible partida de dados. El pequeño cartero no se amilanó, y al día siguiente de su derrota inició andando el camino desde Nueva Orleans hasta San Luis.
Trabajó a destajo, sirvió mesas, limpió baños, dio de comer a las bestias, pidió limosna, hizo de todo para comer, dormir y andar el largo sendero. Llegó a coger colitas hasta llegar a su destino, donde fue rescatado por un grupo de atletas que se enteraron de su propósito, quienes se aseguraron tuviera cama, comida y alguna ayuda para sus preparativos para el Maratón.
El cartero no tenía experiencia en carreras de competencia, tampoco preparación, y llegó a la partida de la prueba con unos zapatones de usaba en La Habana para repartir las cartas, camisa de mangas y unos pantalones largos. Cuentan que Martin Sheridan, a la postre el Atleta de los Juegos. Le cortó las mangas de la camisa y los pantalones para darle apariencia de shorts de competencia.
En un libro que narra lo acontecido en los Juegos Olímpicos de San Luis en 1904, escrito por el periodista Charles J.P. Lucas, cuenta que “Félix se detuvo junto a mi coche y me pidió unos duraznos. Tomó dos y siguió corriendo. Con corredores más grandes y experimentado, cayendo exhaustos por el calor y el polvo, el esfuerzo, los pulmones y el coraje impulsaron al pequeño cubano que alegre siguió trotando para llegar a la meta en cuarto lugar.”
Los atletas que compitieron con Félix Carvajal estuvieron de acuerdo que si el cubano hubiera estado equipado y entrenado apropiadamente, habría sido el vencedor de la Maratón en 1904.
W.J. Shering fue el ganador de la prueba con marca de 2 horas, 51 minutos y 23.6 segundos.
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Más de cien años después de que San Luis se enamorara de un antillano en los Juegos Olímpicos de 1904, se ha enamorado de otro caribeño, al que “sin que le quede nada por dentro” y sin un pelo de vacilación, la revista Baseball Digest considera “el mejor pelotero en grandes ligas”.
Nos referimos a Albert Pujols, quien es ciudadano de San Luis, Missouri, desde que en 1999 fue seleccionado en el draft por Cardenales. Apoyándose Baseball Digest su consideración con un trabajo del periodista Joe Strauss, del St Louis Post-Dispacht, inicia su análisis con la anécdota de un hecho ocurrido en el Miller Park en el 2008, cuando Pujols sin proponerse llamar la atención de quienes le rodeaban, sino satisfacer su empeño de estar a tono, bien preparado para lo que le concierne, bateó unas cuantas bolas en el círculo del fungo antes del partido, a manera de práctica. Hace referencia el periodista a un fungo -bate para prácticas de bateo-, Marucci AP5-A, que sólo puede ser manejado con tanta versatilidad si se tiene la fuerza de un hombre fornido como Pujols. Los estacazos se convirtieron, por descomunales, en todo un espectáculo.
En San Luis lo llaman “El Hombre”. A Stan Musial, el Cardenal Mayor en la historia de San Luis, lo llamaban “Stan The Man” por el poder explosivo que tenía al batear.
Musial bateó para .331 en 22 años con Cardenales, fue tres veces el Más Valioso -, 1943, 1946 y 1948 – compitió entre otros grandes con Joe DiMaggio y Ted Williams, en los días de Ralph Kiner, Eddie Matthews y Jimmie Foxx. Musial fue siete veces campeón de bateo en la Liga Nacional: 1943-357 / 1946-365/ 1948-376/ 1950-346/ 1951-355/ 1952-336/ 1957-351/ Musial conectó 3 mil 624 hits en su carrera, conectó 475 cuadrangulares, que incluyen 5 en un doble juego en 1954. Era un artista en conectar extra bases un mil 377, segundo detrás de Hank Aaron en la lista de todos los tiempos.
Pues bien, Stan Musial, Joe DiMaggio y Ted Williams están por detrás de Albert Pujols en los numeritos que nos suministra la revista Baseball Digest en su última edición. El cardenal mayor está por arriba en varios de los columnas ofensivas, como es turnos al bate, hits (detrás de Musial), dobles, jonrones, carreras, y carreras empujadas (detrás de DiMaggio)
Albert Pujols llegó a los Estados Unidos procedente de República Dominicana sin hablar una papa de inglés, sin embargo, sorprendentemente, a los tres meses hablaba con fluidez lo que le había sido incomprensible. El truco fue un maestro que no hablaba papa de castellano, y que el talento natural de Pujols aprovechó intensamente. Albert Pujols se apuntó como shortstop, y en un “try out” con Tampa. Le propusieron, por considerarlo torpe para la posición de paracorto, cambiara posición a la de catcher. Kansas City le tuvo entre sus planes, por que era vecino de Independence, pero fue Cardenales de San Luis el equipo que atrevidamente le seleccionó en la décimo tercera ronda del draft de 1999.
Pujols no despertaba mucho interés, pues fueron pocos los que creyeron en él. Los informes de los scouts en su mayoría eran más negativos y no destacaban las virtudes que ahora conmocionan al béisbol tras nueve años vistiendo el uniforme de Cardenales de San Luis donde tiene .334 de average de por vida.
Un solo pelotero miembro del Salón de la Fama produjo más jonrones que Pujlos (319) en los ocho años que Albert lleva en las mayores, Ralph Kiner(329), de Piratas de Pittsburgh; pero nadie, desde 1949, ha logrado remolcar 977 carreras en las mayores. El dominicano lleva ocho campañas consecutivas con 30 o más cuadrangulares. Sólo Al Simmons y Ted Williams lograron 100 CI en ocho campañas consecutivas.
Entre las distinciones que le honran estuvo ser el Novato del Año en 2001, cuando ocupó la tercera base antes que le movieran al jardín izquierdo en 2002 y 2003. Sólo tres peloteros, además de Pujols, han ganado múltiples distinciones como Más Valiosos: Jimmmie Foxx, Lou Gehrig y Frank Thomas.
Su meta inmediata es acompañar a Roger Hornsby en el club más exclusivo de las grandes ligas: líder en una década de las tres categorías de la Triple Corona. Jonrones, Bateo y Carreras Impulsadas.
¿Puede considerarse un defensor de la primera base el mejor pelotero de las grandes ligas? Su manager, Tony La Russa, tiene la respuesta, y no es otra que un rotundo “¡Yes!”… “Ha sido e caso de Albert Pujols los últimos dos años”.
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En medio de Félix Carvajal y de Albert Pujols, dos cabezas de pinzas que aprisionan una larga historia deportiva hispanoamericana en los Estados Unidos, está aquel camino que anduvo el cartero entre La Habana y San Luis. Un camino que sigue siendo el mismo, así tenga puntos de partida o de destino diferentes, por qué nace de un puñado de ilusiones y se tropieza con muchas tentaciones. Al final, cuando existe el sacrificio, la disciplina, la constancia, está el triunfo; pero para poder abrazarse a las virtudes es necesario una buena dosis de educación. Tal vez aquella impartida por el maestro de inglés que no hablaba castellano.
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