TOROS EN MÉRIDA, CON MUCHO ORGULLO VENEZOLANO
Cuando nació Felipe II, hijo de Carlos I Rey de España, se organizaron grandes fiestas para celebrar el acontecimiento.
Corría el año de 1527 y las fiestas envolvieron a la isla de Cubagua, celebrándose aquella fecha la primera corrida de toros en territorio americano.
Cubagua, junto a Trinidad y Margarita, fueron los tres puntos estratégicos sobre los que Alonso de Ojeda se apoyó para la toma de posesión de tierra firme, de las costas que son hoy día el litoral venezolano.
Treinta y seis años antes que se promulgara la cédula que nombró al primer virrey de la Nueva España, Alonso de Ojeda había recorrido en sus carabelas desde las bocas del Orinoco hasta el Cabo de la Vela.
Hoy los toros se correrán en la sierra andina, en la ciudad de Mérida.
Hace ya 482 años que los toros forman parte fundamental de nuestra cultura, de Venezuela. Son tan venezolanos como el idioma, la religión, los conceptos mucho antes que la fragua del hombre y la mujer, los mestizos forjados en el yunque de la historia, hombres y mujeres que han hecho la venezolanidad.
El toreo en Venezuela creció en el tiempo, en casi cinco siglos de existencia se metió dentro de la tierra firme y subió hasta las cumbres de la sierra andina.
En el sendero del ascenso cultural el toreo forma parte importante de la historia venezolana, de una tierra donde se sembró el toro de lidia, y donde hoy es razón de orgullo ser y sentirse taurino.
Ha sido el toreo un curioso vínculo con España, pues gracias a los toros Venezuela en reciprocidad a la Madre Patria se plantó conquistadora en las arenas ibéricas del toreo con la espada de nuestro Gran Capitán, César Girón.
Hoy hay toros en Mérida, hoy hay muchas razones por las que podemos sentirnos muy orgullosos de ser venezolanos.
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