Blog de Víctor José López /Periodista

sábado, 10 de enero de 2009

CHAVEZ Y GLOBOVISION

CHAVEZ Y LA PARANOIA DE GLOBOVISION

ANALISTAS de los medios de comunicación han llegado a conclusiones bien interesantes, sobre el caso Globovisión y el presidente de la República.
La investigación demuestra que, en los diez años de la administración del gobierno de Chávez, Globovisión escasamente ha editorializado sobre la situación política, siendo el mayor interlocutor de la situación el propio presidente con sus grandes y profundas contradicciones.
Contradicciones que van desde declararse “maoista”, “islamista”, “cristiano”, “católico”,”musulmán”, “fidelista”, “sandinista”, “zapatista”, “marxista”, “bolivariano”, “mirandino”, “martiano” … Tantas y tantas cosas que su posición ideológica, en sentido metafórico, se asemeja a un carrito chocón.
Es evidente el caso reciente de lo que él, el señor presidente, califica como Enmienda a la Constitución y que no es otra cosa que una Reforma Constitucional, al haberle ordenado a gobernadores y alcaldes del PSUV no pensar en reelección, por ser esa posición “su” posición política –sin mayores consideraciones- y proponer ahora que todo cargo de elección popular pueda ser reelegido indefinidamente, ha socavado las arenas movedizas de su propia base ideológica, el galimatías que es el chavismo, que al ser expuesta y contextualizada por Globovisión provoca la ira del teniente coronel, al extremo que hordas terroristas y guerrilleras, afectas a esta ensalada ideológica, actúan impunemente contra los periodistas achacándole el fundamento de su propio fracaso a los medios de comunicación.
La investigación analítica del mensaje de Globovisión tiene como columna vertebral el propio discurso presidencial, repetimos, lleno de contradicciones. Este producto de la propia incontinencia verbal del señor presidente, especie aguas revueltas semejantes a las cataratas del Niágara, por la revoltura de sus ideas, pensamiento superficial e inconsistente, se reúne con el mejor sentido informativo en los espacios “Usted lo vio” y “Usted lo escuchó”, en los que no hay una sola letra fuera de contexto por que están en las propias palabras del ciudadano presidente, y donde toda la expresión es producto del propio presidente de la República.
Esta situación, de objetividad incuestionable, ha enfurecido a Chávez, quien no tiene como culpar a nadie de sus propios errores.
Una situación única en el mundo político y muy interesante para los estudiosos que en el futuro enmarcará este período en la historia política nacional como un incomprensible sainete.

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