Aguascalientes, México.Verle cruzar el gran patio frontal de la Hacienda La Punta, es verle dominar el escenario del Teatro Español en Madrid. Gonzalo Vega está presto para irrumpir en el primer acto del Tenorio.
Es Gonzalo Vega, el gran actor de teatro, cine y televisión que Venezuela conoce por su gran interpretación en la telenovela Cuna de Lobos, y quien ha dominado por más de tres mil noches la escena teatral del México grande, en su estupenda interpretación de La Señora Presidente, obra de la que Vega es productor y protagonista. Una obra en la que ha encontrado lo que consideraba un sueño, la libertad profesional y la consolidación como actor entre el público de México.
Diez años de estrellato, representando el drama político en la aparente sencillez de la comedia.
Vega llega al que fuera el patio de Los Madrazo, acompañado por Chucho Arroyo, un amigo de muchos años, con quien coincidimos en un alto que hizo el Congreso Mundial de Criadores de Toros de Lidia en la eternamente amable Aguascalientes.
- Desde que tenía siete años iba de la mano de mi padre a las plazas de toros, con la misma vocación que más tarde lo haría en las tablas de los teatros.
GonzaloVega ilumina su mirada, al saber que la entrevista será de toros.
- Un torero es un artista. No cabe la menor duda, porque en el toreo como en un gran lago desembocan como caudalosos ríos todas las bellas artes.
Le preguntamos sobre la evolución de la fiesta de los toros, estamos en Aguascalientes en medio de una convención de ganaderos y Gonzalo Vega es ganadero de bravo. Queremos saber si el sabe qué ha de ocurrir con quienes atacan tan organizadamente los toros, y si lograrán reducir el toreo a su mínima expresión; o. por el contrario, si esta casi milenaria expresión teatral goza de buena salud, o si serán los mismos taurinos quienes le quebrantaran salud.
-El toreo como expresión de arte no desaparecerá. Al contrario, ha de fortalecerse en los grandes escenarios. Así lo entendí cuando fui a Madrid, cuando salí de la boca del Metro y encontré frente a mí majestuosa la plaza de Las Ventas. Ya en medio de aquella corrida, una corrida de rejones con Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, sentí en lo sublime del espectáculo que se desarrollaba la grandeza del toreo. En su grandeza espectacular está su defensa. No en las miserias con las que los propios taurinos pretenden arroparla a veces.
Cuenta el actor ser depositario del histrionismo taurino, que le ha servido para entender cómo hay que estar en las tablas.
- Quise ser torero. Matador de toros. Comencé de novillero y la verdad es que fui más sincero conmigo mismo al dejarlo, que quienes intentaron ilusionarme con que emprendiera la empinada carrera de matador de toros. Ese paso en mi vida fue crucial, aunque debo decir que no encontré oposición por parte de mi padre, ni de mi familia. Sí la hubo cuando me decidí por el teatro, pero el haberlo intentado en los ruedos me dio suficiente fortaleza para sostener en ristre mi vocacional intención.
Gonzalo Vega remueve el café con su mano derecha, y clava su mirada sobre los remolinillos que se forman en la infinita amplitud de la taza, que parece revelarle su propia vida en tormentas plenas de emociones.
- Más que mi debut en el teatro. Mucho más que mi primer estreno siento el peso de la responsabilidad en mi anunciado debut como ganadero en la Temporada Grande de la Plaza México. En esta situación entiendo que se trata de una representación teatral en un gran acto. Un acto con dos actores. El toro y el torero, pero en el que uno de los actores no ha leído el guión. Y el ganadero está al margen del entendimiento que pueda existir en este parlamento. Todo es muy emocionante, y todo está sujeto a muchas cosas.
Gonzalo Vega es ganadero de bravo. Tiene una punta de vacas que procede de Campo Alegre, en su rancho de Zinapécuaro, Michoacán. Sus reses se lidian con divisa Burdeos, mostaza y botella.
-Como dije, quise ser torero. Hice campaña de novillero allá por 1990, pero como soy muy determinante, creo en las decisiones que tomo, sentí que mi destino era el ser actor.
¿Destinatario?
-¡Claro! Absolutamente.
Sobre el tema latinoamericano, que surge cada vez que conversamos con un mexicano, considera el actor que “no protestamos a tiempo, no sabemos levantar la voz en el momento. Considera que nos falta madurez.
- La señora presidenta no trata el tema político tan a fondo como lo hace con el sexual. Se aborda la dicotomía, esta bisexualidad que hoy anda mucho entre los jóvenes y que antes asustaba. Hay cambios, pues estoy muy atento a lo que pasa en la vida nacional. El personaje de Martina puede decir cualquier cantidad de cosas que la gente lo celebra. Eso es parte de lo que me mantiene vigente.
- Cuando le informamos de su popularidad en Venezuela por su trabajo en Cuna de lobos, le preguntamos si llevaría La señora presidenta más allá de la frontera mexicana. No dio un no rotundo, pero comprendemos que será difícil arrancarlo de cartelera en México. Ha rechazado tentaciones en televisión porque no está de acuerdo con los papeles.
- No es que sea difícil o exigente... Me gusta hacer cosas importantes."
Si usted, amable lector, va a México, revise la cartelera, busque el nombre de Gonzalo Vega en La señora presidenta. Teatro Blanquita, Eje Central número 16, colonia Centro. Funciones viernes y sábados. Boletos en taquillas del teatro, sistema Ticketmaster y en el 5325-9000.
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