La socióloga Graciela Puig, de 62 años, ha acudido este sábado a la plaza de Cibeles acompañada de su madre, Toni, y de su tía Balala, que, a sus 87 y 83 años, han viajado expresamente desde Barcelona a Madrid para participar en la multitudinaria concentración en contra de las cesiones del Gobierno a ERC, como la derogación de la sedición o la reforma de la malversación. Pertenecen a una familia de Manresa "muy catalana, catalanohablante y nada conservadora".
"No soy en absoluto de Vox y no me ha gustado nada la última movida del aborto. La utilización política de las manifestaciones es inevitable, y por supuesto que estamos viendo pegatinas de este partido, pero hay que dejar de pensar en términos de Vox o del PP. Aquí hay gente de derechas, de izquierdas y de centro. Estamos personas de todas las tendencias con el objetivo común de defender el Estado de derecho", expresa Graciela.
Es el mismo propósito que tiene Patricio García Mínguez, profesor titular de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Barcelona, donde tiene el despacho contiguo al de la ex presidenta de la ANC Elisenda Paluzie. Patricio acudió en los 90 en las marchas del No a la guerra y ahora clama contra "la ruptura de la separación de poderes", la "politización de los tribunales", el "intento de vaciar de contenido las sentencias judiciales"... Tanto él como Graciela forman parte de Impulso Ciudadano, una de las 75 asociaciones de la sociedad civil -las convocantes son el Foro España Cívica , Convivencia Cívica Catalana, la Fundación Foro Libertady Alternativa, Neos y Libres e Iguales- que han organizado la concentración.
Los asistentes, que han pedido la dimisión del Gobierno, han conformado una multitud de decenas de miles de personas que ha rebasado Cibeles y ha llegado hasta Colón y Neptuno, ocupando también buena parte de la calle Alcalá en ambos sentidos. La Delegación de Gobierno habla de 31.000 asistentes. La policía ha tenido que desplegar un cordón de seguridad en Colón para separar estos asistentes de los de otra concentración de la ultraderecha convocada por Fuerza España.
AUSENCIA DE FEIJÓO
Esta protesta, que Pedro Sánchez ha equiparado con la marcha separatista del jueves en Barcelona, lleva por lema Por España, la democracia y la Constitución. Cuenta con el apoyo del PP, Vox y Ciudadanos, pero el único líder nacional que ha acudido ha sido Santiago Abascal. No han estado Alberto Núñez Feijóo, ni Isabel Díaz Ayuso, ni José Luis Martínez-Almeida, ni la nueva portavoz del partido naranja, Patricia Guasp, ni su secretario general, Adrián Vázquez. De este modo, no se ha podido repetir la polémicafoto de Colónde 2019, en un momento de máximas turbulencias en la coalición de gobierno en Castilla y León por la polémica del aborto.
Por parte del PP han acudido, eso sí, los vicesecretarios generales de Coordinación Autonómica y Local, Pedro Rollán, y de Organización, Miguel Tellado; la eurodiputada Dolors Montserrat; la presidenta de Nuevas Generaciones, Beatriz Fanjul; y el candidato a la Alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera, así como los recientes fichajes Carlos García Adanero y Sergio Sayas, suspendidos de UPN por negarse a cumplir la directriz de apoyar la reforma laboral del Gobierno. Por parte de Cs, se han dejado ver la ex líder Inés Arrimadas, que se mantiene como portavoz del partido en el Congreso, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Ambas han acudido acompañadas de la diputada del PP Cayetana Alvarez de Toledo, que ha sintetizado el sentir de la mayoría: "Los políticos tenemos que pisar la calle, la razón necesita representación. Es la hora de la responsabilidad individual y nuestra responsabilidad es hacer que fracase Sánchez para que no fracase España. Todos los que aplauden la decisión de los líderes del PP y Cs de no acudir a la manifestación son personas que no van a votarle".
Entre los asistentes también han estado la ex dirigente de UPyD Rosa Díez, el ex político del PP Aleix Vidal-Quadras, el filósofo Fernando Savater, el editor Abelardo Linares, el escritor Iván Vélez, la eurodiputada Maite Pagazaurtundua, el escritor y columnista de EL MUNDO Andrés Trapiello...
Las razones de la protesta ocupan una larga lista, desde los indultos a los líderes del procés y la puesta en libertad de presos de ETA a la más reciente modificación del Código Penal o el "asalto" al Tribunal Constitucional, donde el Gobierno ha designado como magistrados a un ex ministro y a una directora general que ha tenido que abstenerse en el recurso del 25% de castellano porque antes avaló a la Generalitat.
También censuran los últimos procedimientos legislativos, a través de la introducción de enmiendas ajenas al contenido de las leyes en las que son introducidas para evitar el debate público o la emisión de los informes preceptivos.
Los convocantes sostienen que estas actuaciones no pueden ser casuales, y ven un intento por parte del Gobierno de coalición de cambiar la Constitución de manera encubierta. "Se está rompiendo la democracia y, si seguimos en esta vía de deterioro institucional, nos espera un futuro muy poco halagüeño. Nos estamos acercando a Hungría o a Polonia", advierte el profesor Patricio García Mínguez.
"EL PEOR GOBIERNO DE LA HISTORIA"
Abascal ha expresado que "hay un Gobierno que echar, que es el peor Gobierno de la Historia, el que ha pisoteado la Constitución e imprime una ideología totalitaria". No ha querido entrar en las recientes polémicas del aborto o con Federico Jiménez Losantos, aunque ha denunciado que "el Gobierno intenta comprar a medios de comunicación con el dinero de todos".
Por parte del PP ha hablado Miguel Tellado, que ha resaltado que su partido "está presente para apoyar a la sociedad civil, que se moviliza para decirle a Sánchez que no está de acuerdo con la deriva del Gobierno que pone las instituciones del Estado al servicio del populismo independentista que no cree en España. "Los acompañamos en su 'basta ya' para decirle al presidente del Gobierno que no todo vale, que es un Gobierno incompetente y basado en una gran mentira".
De hecho, la imagen más repetida en la concentración ha sido la de una fotografía de Pedro Sánchez con una larga nariz de Pinocho con mensajes que han ido variando, desde "Alta traición", "Gobierno traidor". Otras pancartas han expresado "Sánchez, golpista, eres un fascista", "Sánchez dictador", "Sánchez, Otegui y Puigdemont, a prisión", "Pido perdón por haber votado al felón" o "Estamos aquí por culpa del PP-PSOE".
Inés Arrimadas afirmó que acudía junto a "personas de ideologías diferentes" que comparten "un mismo hecho", por lo que estaban ahí "orgullosos" y "sin complejos" para "defender la democracia y la libertad", informa Servimedia. Por su parte, Begoña Villacís ha marcado como objetivo "revertir todo lo que se ha hecho" en los último años por el Gobierno para "desarmar el Estado de Derecho". Y ha remarcado: "Hay tres palabras que a todos constitucionalistas no nos tienen que dar miedo y siempre tenemos que reivindicar: España, Democracia y Constitución".
Antes de comenzar la protesta un grupo de personas ha intentado desplegar una bandera preconstitucional y un miembro de la organización le ha pedido que la retirara porque "ésta es una convocatoria constitucional". Algunos mensajes estaban pasados de tono y llamaban al líder del PSOE "rata", "engreído", "rancio", "déspota" y "opresor". Hay gente que ha dicho "fuera PP" y se han repartido varias pasquines cargando contra dirigentes populares.
"CONTROL PARTIDISTA"
Los jóvenes Júlia Calvet, presidenta de S'Ha Acabat!, e Ignacio Trillo, de Resiste España Unida, han dado lectura a un manifiesto que muestra su "rechazo a la deriva política que ha tomado nuestro país", donde "se han dado todos los pasos para resolver el horizonte penal de los condenados vinculados a los socios del Gobierno", desde los presos de ETA a los líderes del procés indultados.
"Estamos ante un plan de mutación constitucional que se mantiene oculto a los ojos de la ciudadanía" y que "está corroyendo nuestra democracia, socavando nuestras instituciones y dividiendo a la población", han advertido. "Lo que se pretende es cambiar la Constitución mediante su tergiversación, mediante su interpretación ideológica, mediante la presión a los tribunales, el control partidista de las instituciones y las vías de hecho".
El manifiesto ha insistido en que "no se trata de izquierdas, derechas o centro. Se trata de no permanecer impasible ante la grave erosión de nuestras instituciones, ante el deterioro de nuestra democracia y ante el debilitamiento de nuestro Estado. Se trata de defender la democracia, la Constitución y la España que queremos la mayoría de los españoles. No la que quieren sus enemigos".
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