El presidente del PP recibe a EL MUNDO en La Coruña apenas unas horas después del aluvión de reformas legales impulsadas por el Gobierno para controlar el Tribunal Constitucional y abaratar la malversación.
El viernes comenzaron los trámites para abaratar el delito del delito de corrupción a petición de ERC y se eliminaron contrapesos básicos del Estado de derecho.
¿Estamos ante una operación de desmontaje institucional?
- El Gobierno le podrá decir que usted pide elecciones porque va por delante en las encuestas...
- Yo pido elecciones por esos motivos y propongo una solución. Que lo retire. Hace 24 horas, nadie sabía que iba a tomar el Constitucional y el CGPJ. Lo podríamos intuir, pero no lo teníamos constatado. Hace 10 días dijo que no iba a tocar el delito de malversación. Hace cuatro semanas dijo que no tenía votos para aprobar el delito de sedición. Todo lo que ha hecho en el último mes lo deslegitima para seguir de presidente del Gobierno de todos los españoles. Si se cree que los españoles vamos a entrar en una pandemia de amnesia, se equivoca. Si se cree que los españoles no tenemos criterio, no tenemos memoria, no tenemos juicio, no tenemos inteligencia, se equivoca. Pero mi propuesta creo que es bastante nítida: este modelo es lo contrario de lo que se votó y eso necesita un refrendo legal.
- En esas elecciones, ¿qué proyecto de regeneración y de refuerzo de las instituciones para recuperar la confianza de los ciudadanos presentaría usted?
- Estamos trabajando en un proyecto de regeneración democrática que vamos a presentar en enero y que afecta, en primer lugar, al Consejo General del Poder Judicial. Hemos redactado un proyecto de ley orgánica donde la mayor parte de los jueces y magistrados del Consejo los elijan los jueces y magistrados y donde haya, además, un quórum reforzado para los nombramientos del Tribunal Supremo, de los Tribunales Superiores de Justicia, etcétera. Propondremos, dentro de ese proyecto de regeneración democrática, los criterios que debe acreditar el fiscal general del Estado, al que se le va a poder recusar. Y los criterios para presidir el Consejo de Estado, para presidir el CNI o el Instituto Nacional de Estadística. Por tanto, tenemos una agenda de regeneración democrática que formará parte de nuestros compromisos electorales, como no puede ser de otra forma.
- El PP ya prometió en su programa la despolitización del poder judicial y luego no lo cumplió. ¿Por qué tenemos que creer que usted sí nos está diciendo la verdad?
- El PP avanzó en las leyes más estrictas contra la corrupción política, que el Gobierno ahora desautoriza. Y el PP avanzó muy claramente en un conjunto de leyes para mantener el prestigio de las instituciones. Es verdad que a la que ustedes se refieren no se cerró. Toca el turno para ello. La buena fe y la responsabilidad de Estado entre el PSOE y el PP, con todos los inconvenientes y con todos los defectos, venía funcionando. Con mayor o menor intensidad, pero venía funcionando. El problema es que ahora no es que no funcione, es que ha sido dinamitada.
- Se refiere a la negociación fallida para desbloquear el CGPJ.
- Acreditamos que el Gobierno no tiene ni palabra, ni compromiso, ni buena fe. Y este fin de semana, por si quedaba alguna duda, hemos confirmado que lo que le interesaba al Gobierno era tener una excusa para bloquear el CGPJ y controlar el TC. A nosotros se nos reiteró que no habría ninguna modificación del delito de sedición, que es la expresión máxima de la politización de la justicia y de la ruptura de la independencia judicial, porque supone la derogación de las sentencias del Tribunal Supremo.
- ¿A quién se refiere?
- Claramente al señor Félix Bolaños [ministro de la Presidencia], con nombre y apellidos. Intentaba engañarnos de forma continuada para buscar la perfección del sanchismo, que es pactar con uno una cosa y con el otro la contraria, de forma simultánea. ¿Para qué? Para construir un relato para tomar el control del TC y el CGPJ. Para decir que es el PP el que bloquea. Este presidente ha quebrado el equilibrio y la estabilidad institucional que siempre había con el PSOE. Sánchez ha intervenido el PSOE.
- Ya con la reforma de la sedición sobre la mesa, ¿se planteó el precio de no romper con Sánchez y llevar a cabo la renovación del CGPJ?
- Cuando él me confirma que nos habían mentido con la sedición, ya es absolutamente incompatible. Es que no vale todo. España está en este momento patas arriba porque Sánchez ha tomado la decisión de tomar el control de las instituciones desde el Gobierno. ¿Se puede dar un paso más ya? No me lo imagino.
- Ciudadanos y Vox le están pidiendo que se sume a una moción de censura. ¿Por qué la rechaza?
- En fin... vamos a pensar que esto está hecho desde la buena fe. Si hubiese el más mínimo atisbo de que prosperase una moción de censura, el PP respondería en 24 horas. Lo que no me parece inteligente es blanquear todas estas modificaciones legales y darle un triunfo parlamentario al Gobierno y a sus socios independentistas. Me parece que eso es de una ingenuidad política bastante intensa. Yo ya, hoy, por primera vez, digo claramente que tiene que haber elecciones anticipadas, pero de forma inmediata.
- Si presentaran una moción de censura con un candidato independiente, ¿qué votaría?
- El problema no es lo que votaría o no el PP, el problema es que el voto del PP no serviría para nada, porque a día de hoy las cuentas de la mayoría Frankestein siguen saliendo. No vale una censura frustrada de partidos, necesitamos una censura exitosa y ciudadana en las urnas. Lo que sobra en España son excesos de protagonismo. España ya está harta de protagonismos políticos, de oratorias inflamadas y de soberbia y egolatría. Yo no pertenezco a esa clase política, ni lo voy a pertenecer nunca.
- No hay ninguna encuesta que niegue la evidencia de que para sumar una mayoría de gobierno usted necesitaría hoy por hoy los votos de Vox. ¿Qué relación quiere mantener con el partido de Santiago Abascal? Es algo que no acaba de quedar claro...
- Mi relación con todos los partidos políticos, salvo Bildu, es una relación de respeto. Yo no tengo inconveniente en discutir con un partido independentista como ERC, pero ERC no me va a condicionar y a chantajear. Miren lo que les voy a decir: sería menos grave indultar a los condenados del procés que eliminar del Código Penal los delitos de sedición y malversación.
- Pero le habíamos preguntado por su relación con Vox y usted ha contestado otra cosa. ¿Es que la posibilidad de formar una mayoría con Vox le hace sentir incómodo?
- En la situación en la que estamos ahora, eso no forma parte de mis prioridades. Reitero cuál es el proyecto: el que hemos ensayado en primer lugar en Galicia, en Madrid con grandes resultados y en Andalucía. Ese es nuestro modelo. Nosotros respetamos a Vox, por supuesto. Pero nuestro objetivo, sin duda, es que los votantes de Vox se den cuenta de que, cuanto más fraccionamiento del centroderecha haya, menos posibilidades de ser una alternativa real y contundente tenemos, una alternativa que realmente saque del Gobierno a una persona que ha perdido el sentido de Estado, si es que alguna vez lo ha tenido.
- ¿Esa «mayoría suficiente» sería que el PP obtuviera un escaño más que la izquierda, para no tener que pactar con Vox?
- Sin duda. Esa mayoría suficiente sería que el PP tenga más votos que el PSOE, Podemos y todo el aparataje que está en este momento en ese entorno. Creo que legitimaría al PP para intentar formar Gobierno.
- ¿Cree que el Gobierno planteará un referéndum en Cataluña?
- Todo va encaminado a que el Gobierno facilite un referéndum que llamará consultivo. Me ha costado una noche de reflexión decir que creo que es el momento para pedir elecciones anticipadas.
- Aznar fue el primero en hablar de «crisis constitucional». ¿Ha hablado con él y con Rajoy?
- Esta semana no he hablado con ellos. Pero sé cómo piensan. ¿A dónde vamos? Cuando un miembro de tu Gobierno dice que los jueces son «fachas con toga». Cuando los miembros de tu Gobierno se han pronunciado a favor del autogolpe del ex presidente de Perú. Cuando miembros de tu Gobierno van a arropar a Cristina Kirchner con una condena por corrupción, eso acredita que el populismo latinoamericano ya está instalado en el Gobierno de mi país. Pero estoy convencido que el quinquenio negro del sanchismo es lo que le hará pasar a la historia. En 2023, Sánchez pasará.
- ¿Cree que en Europa son conscientes de la situación de tensión institucional que vive España?
- Sí. Lo he hablado con los colegas europeos. Si es coherente, Bruselas intervendrá otra vez por lo que ha ocurrido con el CGPJ y el TC.
- Ha hablado de que presentará en enero un proyecto de regeneración política desde el partido. ¿Va a haber un refuerzo con dirigentes nuevos en Génova?
- Siempre he dicho que nosotros vamos a seguir buscando talento. Y a medida que se aproximan las elecciones, necesitaremos incorporar más gente.
- ¿Qué valoración hace de la aportación que ha hecho Ciudadanos (Cs) a la política nacional?
- Nació como una esperanza y tuvo un éxito sin precedentes. Le ganó al nacionalismo catalán. A partir de la renuncia a sus responsabilidades en el Parlament de Cataluña empieza una fase de decadencia, que se confirma cuando en las elecciones generales Cs no sabe interpretar el resultado y su obsesión era sustituir al PP como partido de referencia. Y cuando es corregido por las urnas, bajando a 10 escaños, es el momento de entender lo que las urnas han dicho. Y es que este proyecto, que nació como una esperanza, fue una esperanza fallida (...). Tenemos muchas más coincidencias que divergencias. Creo que sus votantes sí consideran que el PP es un partido hoy, hoy por hoy, que se ha ensanchado y en el que se sentirían cómodos.
- ¿Con qué valores del espacio de Cs se siente más identificado?
- Con el reformismo. Claramente. El PP es un partido reformista y creo que es el concepto que mejor califica las distintas sensibilidades que conviven el Partido Popular. La sensibilidad liberal, la conservadora, la centrista.
- ¿Le gustaría que Arrimadas o Villacís estuvieran en el PP?
- En este momento cualquier cosa que diga, sería una intromisión impropia. Si Cs quiere hablar con el PP, y me consta que quiere, el PP hablará. Desde el respeto y el reconocimiento a personas con talento.
- ¿Su plan es ocupar en Cataluña el espacio que ocupó Cs?
- Debemos dirigirnos hacia el proyecto constitucionalista catalán, es un espacio huérfano en este momento que el PSC ha abandonado, necesita una referencia política y estoy en disposición de construirla con toda la generosidad.
- ¿Cómo lo hará?
- Estamos estudiando qué personas podemos aunar en ese proyecto y qué plataforma.
- ¿El PP puede concurrir en Cataluña en una plataforma con otras marcas y con la sociedad civil?
- El PP no renunciará a sus siglas. Lo que sí digo es que hemos de experimentar para ver qué posibilidad tenemos en Cataluña de construir un espacio constitucionalista. Los primeros que lo han de plantear son mis compañeros en Cataluña, pero ellos saben lo que yo pienso. Entiendo que el PP debería de estar en disposición de hacerlo con otras marcas. Tenemos que enviar una herramienta política a todos los que se sienten catalanes y españoles, españoles y catalanes.
- ¿Qué le parece que la ex número dos de Calviño haya contratado para un puesto de alta dirección al marido de la ministra?
- Me parece que demuestra el doble rasero de la izquierda, que cuando Gobierna lleva a cabo comportamientos inadmisibles, que ellos mismos denunciarían, aunque fuesen menos graves, si los hiciese un Gobierno del PP. Lo peor es que no es algo extraordinario. Este Gobierno es una agencia de colocación de amigos y simpatizantes de Sánchez y están tomando las instituciones sin rubor ni reparo. El CIS, el INE, el marido de una ministra de la Comisión de la Competencia a la CNMV, la jefa de prensa de Sánchez al Hipódromo, el jefe de gabinete a Correos...
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