Zapatero y el comunismo POR FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS

Zapatero es el principal representante político -el judicial es Baltasar Garzón- del Cártel de los Soles o Gobierno de Caracas, primer exportador mundial de cocaína a Europa, vía España.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.David FernándezEFE

En el acto de homenaje a sí mismo celebrado por Sánchez, con la presencia anuente de González y la fervorosa de Rodríguez Zapatero, este hizo una de las defensas más desvergonzadas del comunismo que recuerde: «Algunos dicen que el problema en Latinoamérica es el comunismo; pero, en realidad, el problema es la extrema desigualdad, que es la que produce populismos poco homologables con las socialdemocracias». También dijo, como poco antes el comunista y terrorista Petro, nuevo presidente de Colombia, que «hay que tener un nuevo enfoque sobre el narcotráfico». El «nuevo enfoque» consiste en despenalizar el tráfico de cocaína, que es el petróleo del comunismo del Foro de Sao Paulo, luego Grupo de Puebla, fundado por Fidel Castro tras la caída del Muro de Berlín y al que pertenecen ZP, dirigentes del PSOE y de Podemos, como Irene Montero.

Zapatero es el principal representante político -el judicial es Baltasar Garzón- del Cártel de los Soles o Gobierno de Caracas, primer exportador mundial de cocaína a Europa, vía España. Pero incluso si el ex presidente, que debe renunciar ya al sueldo que le pagamos todos los españoles, no fuera comprensivo con ese polvo blanco que reparte tanto dinero negro, hay que tener el alma podrida para decirlo viniendo de Venezuela, modelo de desigualdad y pobreza desde que trincaron el poder Chávez y Maduro, que según ZP son la respuesta a la desigualdad y la pobreza. Nunca hubo tanta desigualdad ni tanta pobreza como ahora en Venezuela. Nunca siete millones de venezolanos tuvieron que huir a pie de su patria para buscar algo de comer. Pero esa pobreza producida por el narcocomunismo no existía cuando gobernaba el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez; por cierto, amigo de Felipe González, que, evidentemente, no tiene amigos.

Venezuela era un país que nadaba en petróleo, con una gran minería y una renta per cápita y un nivel de vida de los más altos de América. Lo mismo que Cuba cuando los Castro llegaron al poder. Pero ni siquiera los cubanos, amos de la Venezuela chavista, fueron tan letales para su país. Es el comunismo, del que Zapatero es representante, el que lo ha sumido en la pobreza más absoluta, la desigualdad más extrema y un mar de sangre con el que sus amigachos se mantienen en el poder.

La Internacional Socialista de Schmidt, Kreisky, Felipe y CAP ha desaparecido o está hoy dentro de ese comunismo que no quiere llamarse así, pero que lo es de cabo a rabo. Ayer publicaba EL MUNDO el relato terrible de una niña venezolana de cuatro años huyendo con su familia a pie por la frontera de Panamá. Esa tragedia es la que pretende ocultar el siniestro ZP.