Blog de Víctor José López /Periodista

domingo, 2 de octubre de 2022

HEROINAS, ABOGADOS Y MUCUCHÍES DE FANTASÍA de fantasía por Luis Heraclio Medina Canelón M.C. de la Academia de Historia del Estado Carabobo.

Durante este año bicentenario de Carabobo hemos tenido una lamentable profusión de falsos históricos que rayan en la categoría de los disparates. Una cosa son los errores u omisiones que pueden surgir de una falta de fuentes fidedignas, también hay las licencias literarias, pero cuando encontramos pasajes o personajes totalmente inventados que se quieren hacer ver como reales estamos ante un hecho totalmente deshonesto.

El primero que debemos mencionar, por ser el más absurdo de todos es el de la falsa “coronela” “mártir de la batalla de Carabobo” Dolores Dionisia Santos Moreno, sobre quien se editó un folleto tomado nada menos que por la Imprenta Oficial del Estado Trujillo en 2009. Los fabuladores la hacen aparecer en la historia a sus 13 años en 1813, cuando la niña montañesa dicta un largo discurso de orden ante Girardot en Trujillo. A la niña sus inventores la ponen a combatir en Las Trincheras de Betijoque, Escuque, del Colorado, Batalla de Ponemesa, combate de los Higuerones, combate de los Cuarteles de Carache, Batalla de Agua de Obispo y Batalla de Niquitao, pero resulta que según un documentado análisis realizado por varios estudiosos del mismo estado Trujillo resulta que no hay registros históricos de varios de esos combates y de los que sí se dieron resulta que fueron protagonizados por distintas unidades militares, en tiempos diversos y en lugares separados por cientos de kilómetros. La adolescente guerrera pareciera tener el don de la ubicuidad.

Luego escribe el autor de la farsa el disparate mayor: que Dolores Dionisia se vino con otras seis chicas entre las tropas de Cruz Carrillo y combatieron en Carabobo donde murieron todas heroicamente y en el propio campo Bolívar le impuso post mortem la orden de los libertadores. Pero resulta que Cruz Carrillo no estuvo en la batalla de Carabobo; estaba en el occidente en las misiones de “distracción” ordenadas por Bolívar. Ni él ni sus tropas participaron en la batalla.

En cuanto a su inmolación en Carabobo existen abundantes registros históricos, partes de guerra, oficios autobiografías como la de Páez, etc, donde se señalan las tropas intervinientes y se nombran a los caídos en combate y EN NINGUNO se menciona a la fulana Dionisia. En el Archivo General de la Nación está el “Archivo de Próceres Ilustres de la Independencia” donde constan las hojas de servicio de todos los militares relevantes de la independencia, desde el de más bajo rango hasta los más altos oficiales, y Dionisia no figura para nada. Ni en el Archivo del Libertador, donde están miles de cartas y oficios de Bolívar en los que nombra a todo aquel que tenía que ver con la guerra, ni en el Correo Del Orinoco, ni en los papeles realistas.

NO APARECE EN NINGÚN DOCUMENTO. En definitiva, es un invento, sin pizca de sustento histórico.

Otro cuento de fantasía que hemos visto en estos días es un supuesto examen que Bolívar pidió a las autoridades de la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, Perú, para aceptar un título de abogado que le ofrecían en 1826. Bolívar habría dicho que no aceptaría el título si no comprobaban que efectivamente dominaba la ciencia del derecho. Cuenta el embuste que luego de suficientemente examinado en materias jurídicas peruanas, el Libertador se habría graduado de abogado. Esto viene de una “cadena” disfrazada de divulgación histórica que estuvo circulando hace varios meses intensamente. No conocemos el autor de la misma. Por supuesto, que la historieta no cita ninguna fuente de sus dichos. Pero sucede, que según el trabajo del profesor Ubaldo García junto a otros investigadores, en los archivos de la mencionada universidad no existe ningún documento que evidencie tales exámenes, lo que sí hay es registros de un reconocimiento (llamado “recibimiento”) que se hizo a Bolívar como se estila hacer en las universidades que confieren los títulos honoríficos. Eran unos suntuosos actos cortesanos que la Academia limeña acostumbraba a hacer a virreyes, nobles, políticos como por ejemplo a San Martín que también se lo hicieron. Bolívar estuvo en la universidad unas horas, donde algunos de sus miembros declamaron algunos discursos protocolares a lo que Bolívar improvisó unas palabras. Este discurso se puede ver en sus “Obras Completas” compiladas por Vicente Lecuna. Eso es todo lo que consta en fuentes históricas. Lo demás es un invento.

También hemos visto con preocupación que al bonito cuento de fantasía del célebre autor merideño Tulio Febres Cordero “Nevado” se le esté dando carácter de verdad histórica. En las nuevas obras recientemente construidas en el complejo monumental de Campo de Carabobo

encontramos en dos lugares al personaje del cuento: en una de las esculturas metálicas a la entrada y en el museo infantil. También en las redes sociales algunos funcionarios de alto rango han hablado del mucuchíes del cuento como si fuera un “personaje perruno” histórico.

Vale aquí lo mismo que dijimos arriba de la falsa coronela Dionisia: NO HAY ABSOLUTAMENTE NINGUN REGISTRO HISTÓRICO de que Bolívar hubiera tenido un perro de esas características y en esos tiempos. Tampoco figura para nada el indio “Tinjaca”, el soldado cuidador deNevado; pero más aún, de un serio análisis podemos nos daremos cuenta de que es inverosímil la versión que un enorme y peludo perro de los páramos hubiera acompañado a Bolívar por ocho años de guerra, desde 1813 hasta 1821, por los calurosos llanos de Venezuela, en las retiradas y escapes por oriente y el Caribe, para tenerlos juntos en la batalla decisiva. Indudablemente es un muy bonito cuento, pero es sólo eso, un cuento de fantasía sin sustento histórico. La historia no es un cuento.

Luis Heraclio Medina Canelón

M.C. de la Academia de Historia del Estado Carabobo.

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