Preocupados por la banalidad del debate público acerca de las elecciones parlamentarias convocadas por el régimen anti democrático de Nicolás Maduro la Asociación Civil Unidad y Cambio fija posición en los términos que siguen.
Premisas.
Una discusión responsable al respecto, a la que está obligado el sector político democrático del país, debe partir de tres premisas básicas a saber:
La primera, es que debe estar orientada a proporcionar los lineamientos básicos para un accionar político concreto que objetivamente nos aproxime a los objetivos aspirados por el país: salir del régimen usurpador, reconquistar y remozar la democracia. Una discusión que concluya en la inacción como estrategia es absolutamente inútil para el ejercicio político. Acudir a las urnas electorales en los términos planteados por el régimen es inaceptable y la inacción política es absolutamente estéril.
La segunda es que los resultados del debate deben ser coherentes con la línea estratégica definida y en ejecución, según la cual es “política, democrática, apegada a los principios constitucionales, pacífica y electoral”. Vale decir, distante de aventuras tipo 11 d abril, 30 de abril y operación Gedeón. Política democrática y no atajos.
Tercera, un diagnóstico certero del momento político, una evaluación correcta de los despropósitos y las estrategias antidemocráticas del régimen, así como de una valoración realista y no idílica de nuestras fuerzas y, por ende, cuáles metas son factibles ganar en la actual coyuntura. Sin entrar en detalles, innecesarios en este momento, basta decir que las maniobras del régimen de declarar la supuesta omisión constitucional de la Asamblea Nacional para designar al CNE, la consiguiente designación de un CNE a la medida de sus aspiraciones y el despojo a los partidos políticos por intermedio de un TSJ a todas luces indigno y legalmente inexistente, están orientadas a celebrar unas elecciones parlamentarias fraudulentas. Camino a una autocracia definitiva.
Proposiciones.
Dada las circunstancias brevemente descritas en los párrafos anteriores, el Movimiento Unidad y Cambio se permite, modestamente, proponerle al Presidente Interino Juan Guaidó, a la Asamblea Nacional, a los partidos políticos democráticos y a la sociedad civil consideren la pertinencia política y la viabilidad de dos propuestas que están sobre la mesa y que respaldamos plenamente.
1) La Asamblea Nacional dé continuidad, desde el estado en el que actualmente se encuentra detenido, al proceso de designación de las nuevas autoridades del Directorio del CNE. Con la total transparencia que la situación exige y dando lugar a la mayor suma de representatividad, amplitud e inclusión posible, nombrar a los rectores del CNE y proceder a su juramentación.
2) El CNE legítimo, así designado, con el apoyo y veedurías de la Comunidad Internacional proceda a la convocatoria y organización a término prudencial, de las elecciones presidenciales y parlamentarias de ser ello posible y en conjunto.
3) La proposición formulada por un calificado grupo de personalidades lideradas por el embajador Diego Arria y dirigida al Secretario General de la OEA, señor Luis Almagro, según la cual “Nuestra propuesta consiste en solicitar, en atención a la grave crisis humanitaria y de violación continuada de los Derechos Humanos, esencia y espíritu de la CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA, y por ser además el régimen amenaza cierta a la paz y seguridad del continente, contraviniendo los artículos 2 literal (a), 28 y 29 de la Carta Fundacional de la OEA, proceder a considerar una SOLUCIÓN HUMANITARIA DE CARÁCTER ELECTORAL, inspirada en los principios fundamentales de la Carta Democrática Interamericana que le asigna importancia relevante a la realización de procesos electorales limpios”
Agregando que:
“La Solución Humanitaria de Carácter Electoral que proponemos se llevaría a cabo de manera pacífica, con participación protagónica del pueblo, dentro como fuera del país, en ejercicio pleno de la soberanía popular y del poder originario que es titular. Dicha solicitud se enmarca en nuestro ordenamiento Constitucional vigente (art. 1, 2, 5, 6, 7, 19, 22, 70 y 333 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela) sin la participación del CNE tal como lo determina el artículo 293 numeral 5 Constitucional”
Sopesar, con la racionalidad del caso, ambas proposiciones y decidir por la opción más viable es a nuestro juicio el camino a tomar. Ambas podrían obligar al régimen a concertar un acuerdo concreto para una convocatoria electoral confiable tanto para la presidencia de la República como para la Asamblea Nacional que abra un cauce pacifico hacia la democracia. Ambas son líneas de acción política que permiten la reconexión de los actores políticos de cambio con la ciudadanía y promueven la participación política.
Ciudad Bolívar, 03 de junio de 2020.
Sopesar, con la racionalidad del caso, ambas proposiciones y decidir por la opción más viable es a nuestro juicio el camino a tomar. Ambas podrían obligar al régimen a concertar un acuerdo concreto para una convocatoria electoral confiable tanto para la presidencia de la República como para la Asamblea Nacional que abra un cauce pacifico hacia la democracia. Ambas son líneas de acción política que permiten la reconexión de los actores políticos de cambio con la ciudadanía y promueven la participación política.
Ciudad Bolívar, 03 de junio de 2020.
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