Blog de Víctor José López /Periodista

sábado, 30 de mayo de 2020

POL POT EN VENEZUELA Por Eduardo Casanova


Pol Pot ha sido uno de los personajes más nefastos y anacrónicos del mundo en los últimos tiempos. Genocida, bárbaro como pocos, increíblemente atrasado, fue responsable de una de las matanzas colectivas más graves que ha visto el mundo, comparable solo a las que se hacían hace varios siglos. 


Nació en un pueblo llamado Prek Sbauy, en la Cambodia francesa, el 19 de mayo de 1925. Su verdadero nombre era Saloth Sar y pertenecía a la clase media. Fue alumno de las mejores escuelas del sitio y en los años 40 se estableció en París, en donde se afilió al Partido Comunista francés. A su regreso a Camboya, en 1953, se unió a la organización marxista-leninista Jemer Vièt Minh y participó en la guerra de guerrillas contra el nuevo gobierno independiente del Rey Norodom Sihanuk. Fue un destacado dirigente del comunismo camboyano al extremo de llegar a ser Secretario General del Partido Comunista de Kampuchea. Después de cambiar de bando varias veces, se convirtió en el jefe del país que había logrado el control del país con la ayuda del Viet Kong en 1975. Empezó entonces el gran desastre. Abolió el dinero y se obligó a todos los ciudadanos a llevar la misma ropa negra. Aquellos que los Jemeres Rojos consideraban enemigos fueron asesinados. Estas matanzas en masa, junto con la malnutrición y la mala atención médica, mataron a entre 1,5 y 2 millones de personas, aproximadamente una cuarta parte de la población de Camboya, período que más tarde se denominó el Genocidio Camboyano. Miles de asesinatos, hambre, locuras y muchas cosas pésimas hicieron que Viet Nam invadiera el país para apartar a Pol Pot del poder en 1979. Los jemeres rojos se retiraron a las selvas cercanas a la frontera con Tailandia, desde donde siguieron luchando. En su decadencia, Pol Pot se retiró de muchas de sus funciones en el movimiento. En 1998 el comandante del Khmer Rouge, Ta Mok, arrestó a Pol Pot, que no mucho después murió, dejando tras sí un reguero de sangre y de muertes como pocas veces se ha visto en la historia. El período de gobierno de Pol Pot se caracterizó por las persecuciones y torturas sistemáticas, las ejecuciones extrajudiciales, la persecución de todos los que pudieran oponerse al régimen, el terror y la eliminación de grupos religiosos y minorías étnicas. Y por supuesto, hubo hambre generalizada, falta de medicinas y de servicios sanitarios y muchas otras realidades terribles que en general fueron ignoradas por la comunidad internacional. En período muy breve, Cambodia perdió más del 25% de su población, en buena parte por muertes, pero también por exilios. Familias enteras desaparecieron o se vieron obligada a salir del país. Por mucho tiempo pareció que Pol Pot se eternizaría en el poder, hasta que se dio la situación absurda de que el gobierno comunista de Viet Cong considerara que el comunismo de Pol Pot desacreditaba al comunismo en general y tomara la decisión de echarlo del poder para siempre. Claro que sería exagerado afirmar que Chávez y Maduro han cometido crímenes comparables en cuantía a los de Pol Poto, pero una sola ejecución extrajudicial, una sola persecución injusta, un solo acto de corrupción y la ruina de un solo elemento, son siempre uno de más. Chávez y Maduro arruinaron a Venezuela tanto como Pol Pot a Cambodia, y tanto los venezolanos como el cambodiano actuaron basados en una monstruosa malinterpretación del marxismo leninismo. A Pol Pot lo sacaron del medio sus vecinos, avergonzados por lo que había hecho. ¿Es acaso eso lo que queremos para Venezuela?

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