Blog de Víctor José López /Periodista

lunes, 23 de marzo de 2020

VENEZUELA vs ALMA LLANERA por © Carlos M. Montenegro



¿A cuántos ciudadanos de Venezuela que viven en otros países por diversas circunstancias, además de las que conocemos, si suena el “Alma Llanera” no se les pone la piel de gallina a la vez que un escalofrío recorre su cuerpo?

¿A cuántos ciudadanos de Venezuela que viven en otros países por diversas circunstancias, además de las que conocemos, si suena el “Alma Llanera” no se les pone la piel de gallina a la vez que un escalofrío recorre su cuerpo?
Alma Llanera es el nombre de una zarzuela en un acto y tres cuadros, con partitura original del compositor Pedro Elías Gutiérrez y libreto de Rafael Bolívar Coronado. Se estrenó en 1914 en el viejo Coliseo de Veroes, como se conocía al Teatro Caracas; el montaje estuvo a cargo de la Compañía de Zarzuelas de la primera actriz y productora española Matilde Rueda, muy popular en la Caracas de entonces, junto a los primeros actores venezolanos Jesús Izquierdo “Izquierdito” y nada menos que Rafael Guinand.
El estreno fue todo un evento social, ya que por primera vez se estrenaba una zarzuela venezolana. Estaba ambientada en la siempre conflictiva zona de Apure, donde el río Arauca sirve de frontera con Colombia. Los politizados caraqueños abarrotaron expectantes el teatro, pero el resultado fue decepcionante pues al parecer la historia de Bolívar Coronado no satisfizo a casi nadie, era un drama rural como otro cualquiera.
Sin embargo sucedió algo que nadie imaginaba: muchos de los asistentes salían tarareando una de las canciones que formaba parte de la obra, un joropo del maestro Gutiérrez cuya melodía desde el primer momento cautivó al público.
En aquellos años sin radio comercial, la única forma de difundir la música era a través de las orquestas en teatros, bailes, fiestas patronales y retretas. Se da el caso que el maestro Gutiérrez hizo diferentes arreglos del joropo y publicó las partituras para diferentes orquestas, bandas y conjuntos folclóricos, lo cual resultó ser un excelente medio de promoción y difusión popular. En Caracas también, había un actor y bailarín de variedades muy conocido llamado Mamerto, que incluyó la pieza en su acto, difundiéndola aún más.
La canción subsistió como “Alma Llanera” y su fama creció imparablemente convirtiéndose sin duda en la pieza más universal de la música venezolana, que ha sido grabada interpretada y cantada por orquestas sinfónicas y de baile, coros, cantantes y grupos de los géneros y estilos más dispares como: Juan Vicente Torrealba, Plácido Domingo los Hermanos Chirinos, Julio Iglesias o Gilberto Santarosa. Incluso en Hollywood, Metro-Goldwyn-Mayer en su célebre musical “Escuela de Sirenas”, con Esther Williams como protagonista incluyó la canción en 1944.
Sin embargo desde hace apenas dos décadas, y sin saber muy bien de parte de quién, una canción con una estupenda letra y fantástica melodía se ha ido colando,   haciéndole la competencia a Alma Llanera.
La canción se llama “Venezuela” perteneciente a dos reputados compositores y productores españoles: Pablo Herrero y José Luis Armenteros. Venezuela, la canción, tiene una historia bien particular.
En los años 70 del siglo pasado, José Luis Rodríguez “El Puma” ya era una estrella como cantante romántico, galán de telenovelas e incluso como marido de otra popularísima cantante y actriz, Lila Morillo. También era conocido en el exterior pero sin tanto arraigo como en su país, donde era y aún sigue siendo uno de los grandes. Hasta que la compañía discográfica del artista, Top Hits, en 1979 decidió lanzarlo en serio internacionalmente como cantante.
El trabajo fue encomendado a Herrero y Armenteros que ya contaban con innumerables éxitos en España y América Latina. Su solvencia venía avalada por ser los compositores y productores del grupo pop español Formula V, y de Nino Bravo entre otros.
Con Formula V en Venezuela y en toda Latinoamérica pegaron Tengo tu amor, Cuéntame, Ahora sé que me quieres, Busca un amor, Cenicienta, Vacaciones de verano, Eva María, La fiesta de Blas y así hasta una docena de “hits”. Y con Nino Bravo a su vez habían compuesto éxitos como Libre, Noelia, Un beso y una flor”, “América, América” etc…
Desde los años 60 y hasta mediados los 70, este fantástico cantante contaba sus discos por éxitos y aún sigue siendo la voz solista más importante de España, a pesar de haber muerto muy joven en 1973 en un accidente automovilístico, pocos meses después de regresar de su exitosa primera y única gira por Latinoamérica. Lo curioso es que cuando Nino grabó el tema “América”, un fabuloso himno a este continente, ni Herrero, ni Armenteros habían pisado América.
A este par de profesionales la empresa TH contrató para hacer la producción a José Luis Rodríguez. Fue el disco con los famosos temas “Pavo Real” y “Atrévete” logrando ser n°1 en todo el continente americano y en España. El estilo de José Luis cayó bien en todas partes y obtuvo ventas altísimas, con lo que TH no dudó en encargar la siguiente producción también a Herrero y Armenteros, que entre las nuevas composiciones incluyeron una muy especial: “Venezuela”. Sin embargo José Luis y su manager Héctor Masseli sorpresivamente rechazaron el disco completo cuando los productores les mostraron las maquetas con el repertorio del nuevo disco. Y el proyecto fue cancelado.
TH como propietaria del proyecto decidió grabar ese disco pero interpretado por Balbino, una nueva adquisición de la discográfica, que realizó una excelente interpretación, sin embargo pasó desapercibida y no logró entrar en listas como éxito.
Hasta que Mirla Castellanos grabó un disco de grandes canciones venezolanas, por encargo de la empresa Heliodoro González P., fabricantes del tradicional licor Ponche Crema, para ser regalado a sus clientes en la Navidad de 1983, siendo Venezuela la única canción original de la producción encomendada a Carlos Moreán.
Mirla la incorporó al repertorio en todos sus conciertos y espectáculos televisivos resultando que con los años, lentamente, la fue dando a conocer convirtiéndola en éxito, a pesar de que nunca llegó a ser hit en radio.
Sin mucho apuro, ha ido colándose en el sentir popular, invadiendo poco a poco espacios que Alma Llanera ha ocupado durante un siglo como el “segundo himno” venezolano. Hasta al sobrellevado comandante presidente le gustaba interpretarla a menudo con fervor patriótico en sus mítines y por TV, desconociendo probablemente que los autores no conocían en absoluto el país.
Ambos temas se asemejan únicamente en que tuvieron que transitar un sinuoso y largo camino hasta alcanzar la cima.

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