© Carlos Omobono
Venezuela, territorio riquísimo de valiosos recursos naturales, en el mundo de hoy es el país con una inflación acumulada de 2.674% en lo que va del 2019 y está sumida en la violencia y pobreza más absoluta, en una situación paradójica, donde además el presidente usurpador, Nicolás Maduro, no suelta las riendas del poder y un juramentado presidente ad ínterin, reconocido por más de 54 naciones (a excepción de Italia), Juan Guaidó, intenta denodadamente sacarnos del mundo de ayer.
El mundo de ayer es hoy la indigencia de vastos sectores de la población venezolana, a pesar de los 315 millones de dólares (aproximadamente), en contante, que Rusia ha erogado al régimen del país sudamericano, entre mayo de 2018 y abril de 2019, según Bloomberg; como ancla de salvación, cuando el bolívar, moneda oficial, cuenta menos que un billete del juego de Monopoly 2 Online, ahora, en el mundo de hoy.
Pero ¿cómo puede, en medio de tan espantosa crisis humanitaria, perseverar el chavismo? Chavismo que es el mundo de ayer, iniciado cuando en febrero de 1992 dieron el primero de varios golpes de estado, fallidos y cuyo protagonista militar, entre otros, era el difunto teniente coronel Hugo Chávez Frías, y del mundo civil el sindicalista Nicolás Maduro Moros.
El campo opositor al régimen está fragmentado, al presente, en tres fracciones. Lo que en el mundo de ayer fue impulso de unidad, en lo que se conoció como el pacto de Punto Fijo (acuerdo de gobernabilidad entre los tres partidos políticos venezolanos AD, Copei y URD, firmado en octubre de 1958), en el mundo de hoy hay discordia; para dividirse en tres bloques (como otrora): el de los partidos socialdemócratas Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, en el otro extremo, el del partido liberal Vente Venezuela y el socialdemócrata Alianza Bravo Pueblo de los líderes María Corina Machado y Antonio Ledezma, quienes reunidos en la alianza Soy Venezuela plantean una resistencia sin concesiones; y en el centro los partidos Primero Justicia (centro), Voluntad Popular (socialdemócrata) y La Causa Radical (Causa R, socialista), que se presentan como los fiduciarios de una nueva alianza, Venezuela está Primero. Tal vez aquella experiencia de Punto Fijo les pueda enseñar algunas cosas al universo opositor de hoy, para la fase final.
Respecto a los grupúsculos, o partidos minoritarios… ¿qué lleva a Claudio Fermín, Felipe Mujica, Luis Augusto Romero, o Timoteo Zambrano, a rozarse con el hostil régimen qué asesina y somete a los venezolanos a una pesadilla diaria?; solo Darwin y su Teoría de la Evolución podría explicarlo: “sobrevive aquél que es más adaptable” y de allí colijo el comportamiento que tienen estos simpatizantes del actual régimen, salvando las obvia distancias, como en tiempos pasados a Coco Chanel, Edith Piaf, Jean Cocteau o Maurice Chevalier no les hacia asco el régimen nazista y llegaron a obtener un cierto provecho de este.
Y de éstas minúsculas células madre, por mitosis: se originan mini minúsculas células hijas y nace una falsa «delegación de la Mesa de Diálogo» que no representa a la oposición democrática venezolana y cuyos integrantes, de esta supuesta delegación, el ilegitimo Maduro envía a Europa para defender su causa personal, encabezada por Rafael Marín miembro de *Soluciones para Venezuela; Segundo Meléndez, *presidente del Movimiento al Socialismo (MAS); Daniel Santolo, dirigente de*Avanzada Progresista; y el pastor Javier Bertucci, de Esperanza por el Cambio (la Biblia en 2 Pedro 2 advierte de falsos profetas); y a fin de cuentas sin obtener resultado alguno, en el mundo de hoy. La delegación de Maduro entró a la Eurocámara de Estrasburgo, pero como meros visitantes. No tuvieron acceso ni a las comisiones, ni al pleno. Los veintiocho países de la Unión Europea dicen que el de Maduro es un gobierno ilegítimo por el fraude electoral de mayo de 2018.
Cierto es que el Imperio cubano, del mundo de hoy, con apenas veintidós mil efecticos, y el eficaz G2 ha contrarrestado las fuerzas armadas vernáculas y se han hecho del territorio venezolano (aunque acaba de perder Bolivia y Uruguay); y, si a esto se añaden sumarios que demuestran la presencia de la guerrilla colombiana de las FARC y el ELN en regiones venezolanas, y también de manera clandestina, bajo la mirada complaciente y la cooperación del régimen campea la presencia del grupo terrorista Hezbolá y de sus operaciones; todo está distorsionado. Hay que recordar que el régimen de Hugo Chávez, en el mundo de ayer, propició la entrega ilegal de al menos diez mil pasaportes venezolanos a ciudadanos de Siria, Irán y otros países del Medio Oriente. Mientras que los venezolanos de la diáspora, en el mundo de hoy, que casi alcanzamos los cuatro millones, tenemos problemas para obtener de nuestros respectivos consulados en el exterior el propio pasaporte.
Todo lo anteriormente descrito sobre el régimen y sus secuaces, es lo que desde muchos medios de comunicación se define como Bullying, del inglés bull, que significa en criollito “malandros al poder, acosando a indefensos”. Y a pesar de las evidencias, advierto con sorpresa (por decir lo menos), pues si bien en Venezuela sigue habiendo con frecuencia pequeñas protestas por la falta de comida, agua, gas, medicinas o gasolina que sufren sus comunidades, las grandes movilizaciones han dejado de ser notoriamente masivas. Maduro, sin embargo y por fortuna, tampoco sale favorecido en los sondeos y en las marchas progubernamentales, muchos de los asistentes suelen ser empleados públicos o pensionistas que reciben alguna compensación por acudir.
Diez meses han pasado desde que el opositor Guaidò juró como mandatario interino de Venezuela y en el mundo de hoy debe lidiar con copartidarios que le reclaman más moderación y diálogo, pero también otros que le exigen mayor radicalidad hasta derrocar a Nicolás Maduro, qué es el mundo de ayer. Y lo más increíbles es que aunque Guaidò ha ensayado varias fórmulas "constitucionales, pacíficas e institucionales" durante todo este tiempo hodierno, para dividir al régimen, socavarlo y genera quiebres en la estructura totalitaria; sorprende, entonces, los incontables cibernautas que supuestamente deberían ser el emblema del mundo de hoy, que se comportan cómo tontos útiles del mundo de ayer haciéndose cómplices de la campaña que Cuba, la imperial, promueve junto con Rusia contra Guaidò con la etiqueta #GuaidóYaNoMueve que circula en las redes sociales; al respecto, la página web de ALnavío explicó que tanto los medios de prensa cubanos como rusos se han dado a esta tarea, que se contradice con el más reciente sondeo de la encuestadora venezolana Datanálisis, realizado en agosto de este año, que reveló que el 49,7% de los venezolanos aprueban la gestión de Guaidó.
Entonces “tuiteros”, “feisbuqueros”, “blogueadores” y “yutuberos” …un poquito de por favor. El adversario está claro, es el del mundo de ayer. ¡Vamos versus él para ser libres, en el mundo de hoy!
No hay comentarios:
Publicar un comentario