Rubirosa |
Porfirio Rubirosa (1909--1965) y Espartaco Santoni (1937-1998), son tal vez los dos playboys más importantes del siglo XX, al menos latinos. Definir "playboy" resulta complicado por las múltiples connotaciones que a esa "profesión" se le adjudican, no muy halagüeñas por cierto. Es común endosarle otros apelativos menos glamorosos y realmente ofensivos como: "gigoló", de origen italiano, sinónimo de "prostituto", o también "chulos", los que comercian con mujeres. Estos oficios no tienen nada que ver con los playboys, aunque las fronteras puedan parecer difusas. |
Espartaco |
Los orígenes del asunto habría que buscarlos siglos más atrás, por ejemplo en Venecia lugar de nacimiento de un personaje que fundó sin saberlo una escuela, de gran raigambre, en el arte de seducir: Giacomo Casanova (Venecia 1725Dux 1798).
Fue el creador de la marca "Casanova", imprimiendo tendencia en cómo conquistar mujeres sin límites, ni social, ni moral.
Este Giacomo Casanova era un aventurero en cualquier sentido de la palabra: fue un viajero incansable, un hombre que emprendió arriesgados negocios, pero también un hombre sensible que tocaba el violín y escribía con gran inspiración. Frecuentó los salones más lujosos de su época, fue desterrado y estuvo preso, viajó por los caminos de media Europa, y siempre volvía a Venecia. Fue espía y terminó sus días como bibliotecario. Pero sin duda, el rasgo que todos recordamos de Casanova son sus grandes dotes de seductor con las mujeres, como registró en sus célebres Memorias.
Lo que a veces no se capta cuando se aborda el personaje de Casanova, y es fundamental, es, que a diferencia de otros seductores, que usan a las mujeres, o las ven como un trofeo para vanagloriarse, como una tierra a ser conquistada, como un propiedad y hasta como un pedazo de carne, Giacomo Casanova realmente amó a las mujeres que compartían sus aventuras galantes.
Otra referencia obligada para los playboys del siglo pasado es nada menos que Don Juan Tenorio, se diferenciaba de Casanova en algo importante, a diferencia del veneciano éste nunca existió. El hombre que lo hizo inmortal fue el poeta y dramaturgo español José Zorrilla, el principal representante del romanticismo medievalizante y legendario. Fue rebelde desde su infancia, viajero impenitente, estuvo en Italia, México, Cuba y Francia. En París conoció a Alejandro Dumas, Teófilo Gautier, al futuro emperador de México Maximiliano I, Alfred de Musset y George Sand con quien sostuvo un inflamado romance; exitoso como autor de poesía y teatro, de temperamento sensual, que le arrastraba hacia las mujeres: dos esposas, un temprano amor con una prima, amores en París y México, dan una lista que, aunque muy lejos de la de su Don Juan, camina en su misma dirección. El amor constituye uno de los ejes fundamentales de toda su producción. El Tenorio es un impenitente mujeriego sin moral ni arrepentimiento. Solo una mujer pudo voltearle la página: Doña Inés, a la que nunca poseyó, pero murió de amor por ella.
El Tenorio estaba inspirado en el "Burlador de Sevilla y convidado de piedra" (1625) de Tirso de Molina, que por primera vez recoge el mito de Don Juan una leyenda sevillana que inspiró a Byron, Espronceda, Pushkin, Zorrilla, Azorín, Marañón y al mismo Antonio Machado además de la ópera Don Giovanni de Mozart.
De esa arcilla estaban hechos los dos playboys latinos caribeños más famosos de su tiempo: Rubirosa y Santoni.
Porfirio Rubirosa Ariza (1909-1965) llamado también Rubi, nació en San Francisco de Macorís, en el Cibao dominicano, fue hombre de mundo, diplomático, excelente jugador de polo, piloto de aviones y corredor de autos, actividades que aportaban valor agregado y "charming" a su profesión de playboy. No completó los estudios pero, en su lugar, se casó en 1932 con Flor de Oro Trujillo, la hija del multimillonario dictador de la República Dominicana. A Flor de Oro la sucedieron una casi interminable lista de esposas, amigas y amantes, inteligentemente escogidas entre las más ricas y más bellas mujeres del momento aunque no siempre coincidieran en la misma persona los dos meritorios atributos. Porfirio se casó con Bárbara Hutton la multimillonaria propietaria de la cadena de almacenes Wal-Mart, que duró dos meses, pero la operación (boda y divorcio) le reportó a Rubi casi $4.000.000 además de un avión B-25 (bombardero de la II Guerra Mundial), que pilotaba, entre otros exóticos presentes.
También se casó con Doris Duke, la mujer más rica del mundo, única heredera de la American Tobacco Co. y de empresas hidroeléctricas; también se casó con la hermana de Zsa Zsa Gabor, Eva. Su romance fue en estéreo con ambas. También se caso con las famosas actrices de cine francesas Danielle Darrieus y Odil Rodin, ésta fue la quinta y última esposa de Rubirosa (1956-1965).
En su palmarés se encuentran nombres tan glamorosos como los de Joan Crawford, Veronica Lake, Rita Hayworth, Dolores del Río, Marilyn Monroe, Ava Gardner, Jayne Mansfield, la Emperatriz de Persia Soraya Esfandiary, Kim Novak y Zsa Zsa Gabor (su verdadero amor), por mencionar exclusivamente a bellas y afamadísimas mujeres. Murió el 5 de junio de 1965 en París cuando estrelló su Ferrari contra un árbol en el Bois de Boulogne, regresaba de una cena en su honor por haber ganado al polo.
Espartaco Garibaldi Borga Santoni (Carúpano, Venezuela, 14 de junio de 1937Marbella, 3 de septiembre de 1998) fue un actor, productor de cine y empresario hostelero venezolano, ornamentos resplandecientes de su verdadera carrera: playboy.
Aunque más joven, fue amigo de Rubirosa, de quién seguro que tomó apuntes, algunos decían que era un playboy de segunda, pero no es cierto, pasa, que Rubi fue el más grande y a su lado se brillaba menos. Santoni en sus memorias "No niego nada" que sacó ronchas a más de una de sus conquistas, reconoce que tuvo siete amantes, pero las crónicas además le adjudican un elenco adicional con otras admiradas, entre ellas: Analía Gadé, Bárbara Rey, Carolina de Mónaco, Úrsula Andress, Massiel y Marisa Mell, todas celebérrimas en su momento.
Sus esposas fueron seis: con apenas 17 años casó en Venezuela con María de los Ángeles Seijo, con quien tuvo dos hijos; cuando se fue a Europa, en 1957 la fue la famosa actriz Marujita Díaz; En México el turno fue para la superestrella Tere Velázquez, con quien procreó otros dos hijos; En 1975 fue Tita Cervera, la actual baronesa Thyssen; En Caracas con Nati de las Casas y su última esposa Eva Medina, malagueña, 30 años más joven, que lo acompañó hasta su lecho de muerte, debido a un problema pancreático. Produjo o actuó en docenas de películas, una dirigida por Orson Welles premiada en Cannes.
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