La Mesa de la Unidad sigue perdiendo tiempo
con piruetas electorales sabiendo que el árbitro (CNE) nos ponchará, así conectemos jonrón con las bases llenas.
Víctor José López
Somos los venezolanos, los 26 millones de ciudadanos que
viven y conforman la nación venezolana en este país, los únicos que podemos
darle vuelta a la situación que nos embarga recurriendo a acciones de la Desobediencia
Civil, y evitar la pazjuatada que propone la Mesa de la Unidad Democrática de
convocar elecciones primarias planificadas y organizadas por el Consejo
Nacional Electoral.
El primer paso que deberían marcar los dirigentes políticos
de la oposición, esos jefes de la Mesa de la Unidad Democrática es la de
suspender el pago de todos los impuestos. Inmediatamente. Evitar siga el festín
de robos y corrupciones parcialmente.
Es inaceptable el cúmulo de mentiras con las que Nicolás
Maduro intenta justificar su tiránica conducta cuando señala que “fue por orden
de la Fiscalía General de la República, que se detuvo al Alcalde
Metropolitano Antonio Ledezma”… Si
Maduro no lo sabe, deberían saberlo sus asesores.
La Fiscalía no tiene autoridad para ordenar a unos esbirros
encapuchados, armados con fusiles y granadas, caerle a mandarriazos a la puerta
de una oficina para detener a un ciudadano. La actitud del Ejército Nacional
ante los sucesos que ocurren en Venezuela, ha sido la misma que condujeron bajo
el yugo de los gorilas argentinos a la nación sudamericana a la más terrible de
las épocas del terror que haya padecido en Cono Sur.
¿Nos conducirán a los infiernos las Fuerzas Armadas de
Venezuela, esas que cruzaron los caminos de los empinados Andes calzando
alpargatas de pueblo a que nos invada más terror aún? Si lo permiten la
respuesta del pueblo será muy dolorosa.
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