Alcaldías y reconstrucción
EL NACIONAL
10 de noviembre 2013
Enfrentamos día a día el
sobrevivir y resistir con gallardía, dolor y luto la etapa más destructiva de
la agonizante dictadura comandada por Maduro Moros. La condición de dictadura
desde sus comienzos en 1999 lleva a que toda acción o estrategia del chavismo
gubernamental sea fraudulenta. Es innecesario desgastarse en tratar de
demostrar al detalle el fraude y lo delictivo. Son un fraude desde que
cometieron homicidio en grado de frustración contra el presidente de la
república, su esposa e hijas en 1992. Asidos con desespero y cobardía al poder,
han cristalizado con alta eficiencia la destrucción integral de las bases
estructurales y operativas de vida de 29 millones de venezolanos.
Hoy,
82% de esa población es pobre en estado de continuo empobrecimiento y 12% se
mantiene a duras penas en la periferia de esa pobreza. Más de 50% de inflación
anualizada, una descomunal escasez, el incontenible saqueo del erario público,
en fin, son solo parte de los letales impactos del fraude.
Por eso
derrotarlos masivamente el 8 de diciembre y asegurar la abrumadora mayoría de
las alcaldías y concejales democráticos es esencial y mandatorio. Todo aquel
que conspire o persista en dividir las fuerzas democráticas unidas comete un
acto de lesa patria.
Por
supuesto que las maniobras para intentar el fraude electoral de ese día están
activadas desde ya por el gobierno y su CNE. Pero recordemos por un momento que
ganamos el revocatorio en el año 2004, impedimos el fraude del “Estado
socialista” en 2007 y más recientemente nos enfrentamos al insepulto y
alcanzamos un mínimo de 6,5 millones de votos en las presidenciales del 7 de
octubre, y ganamos las presidenciales del 14-A con más de 7,5 millones de
votantes. Si participamos activamente todo el día, el 8D asestaremos una paliza
electoral que neutralizará el fraude oficialista.
Hace
pocas horas, el papa Francisco recibió a la Venezuela democrática de siempre en
la persona de Henrique Capriles Radonski. Pero hizo más. Le ofreció albergue,
nos permitimos imaginar, al corazón adolorido de María del Pilar Simonovis y
cuando la bendijo le envió al valiente Iván Simonovis y al grupo de presos y
perseguidos políticos un mensaje de aliento para que sigan resistiendo hasta la
pronta llegada de la luz y la justicia.
Hemos
de mantenernos unidos, denunciando y tomando la calle, mientras los que podemos
vamos preparando ideas e iniciativas para la agenda y la implementación de la
reconstrucción nacional.
Ya
sabemos que sobrevivir en nuestra Venezuela es materia diaria. La censura y el
engaño oficial intentan desesperadamente ocultar el derrumbe irreversible de
ese “fraude de fraudes” que es el chavismo. Pero esta vez somos una
mayoría muy superior a la del 14-A.
Demostremos
nuestra poderosa fuerza de sociedad civil aguerrida y militante cuidando el 8D
cada voto, auditorías y actas. Una nueva palabra de solidaridad a nuestros
testigos y a las organizaciones políticas que trabajan día y noche en procura
de la victoria.
Evidenciemos
ante el mundo entero que la dictadura no tiene base popular. Que no tenemos un
gobierno verdadero y legítimo. Que la dictadura sólo se mantiene por la
represión, la censura y el agravamiento del hambre, la corrupción y el crimen.
El
mayoritario poder municipal democrático acabará con el fraude de las comunas y
bandas oficialistas. Que la histeria parlamentaria apruebe la habilitante
cuando quiera. No les servirá para nada. Avasallar la inmunidad de nuestros
diputados elegidos por mayoría popular es una evidencia más ante los ojos del
mundo del grotesco final de la dictadura que impera en nuestro país
No hay comentarios:
Publicar un comentario