Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 16 de febrero de 2011

LA GASOLINA EL ANATEMA INNOMBRABLE




VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ



Al presidente Chávez no le pueden nombrar la Gasolina, es un anatema que surge en medio de una Caracas incendiada remontándolo a aquel 27 de febrero de 1989 cuando todo comenzó con el alza de los pasajes del transporte público entre Guatire, Guarenas y Caracas. Fecha esta que Chávez ha convertido en emblemática, como el día que el pueblo se sublevó ante el atropello del capitalismo salvaje. Pensar en un aumento justo, en acabar con el subsidio a la gasolina, es pensar en revueltas que pudieran echar pos los suelos de la realidad la gran mentira de la revolución del Socialismo del Siglo XXI.

El consumo de la gasolina en Venezuela es de más o menos 290 mil barriles, barril más, barril menos, lo que es un aumento del 309 por ciento en 12 años de régimen chavista.
¿Cómo disminuir el ritmo de crecimiento del consumo del carburante, cuando en 12 años nada se ha hecho por darle a la ciudadanía un transporte público de utilidad? El Metro de Caracas ha sido destrozado por la ineficiencia de sus gerentes. Los autobuses y camionetas en la capital son nichos para las guaridas de los atracadores y asaltantes, además de prestar un penoso servicio. Las carreteras del país se han deteriorado tanto que viajar por ellas entre ciudades es destrozar el parque automotor de Venezuela. Según las inteligencias consultadas, la única manera para que PDVSA no registre pérdidas sería que la tarifa aumente 800%, variación que está totalmente descartada. El MINistro de Energía le comentó al presidente de la República que "Un aumento de 100% o menos no tiene sentido porque seguiría siendo muy barata y no corregiría los problemas de contrabando que estamos viendo en Colombia, Brasil e incluso en las islas del Caribe”.

Chávez ha recomendado “racionamiento”, la fórmula con la que Fidel Castro se ha mantenido en el poder por medio siglo en Cuba. Una experiencia de “racionamiento” se vivió recientemente en el estado Táchira. La complicación que rodeó la operación generó un mercado informal, administrado en la frontera con Colombia y Brasil, en la Gran Sabana, por militares contrabandistas. La primera de estas experiencias la vivieron los venezolanos cuando la industria petrolera fue al paro en el 2002 y principios de 2003, llegándose a pagar 20 mil bolívares por llenar un tanque que regularmente costaba su llenado 4 mil 500 bolívares. Sin embargo Chávez, la última palabra de toda acción política en Venezuela, por recomendaciones de sus camaradas pro-iraníes, revisa la experiencia de Irán, donde las importaciones obligaron a establecer una cuota mensual por conductor. Se habla de una campaña `para exhortar el ahorro de gasolina y se promocionará el uso de la gasolina de 91 octanos en vez de la de 95, disminuyéndose los problemas de distribución y transporte que vienen ocurriendo en los últimos meses.

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