Cultura milenaria es sabiduría...
Conversando con Yosi, uno de nuestros amables anfitriones en Israel, me comenta con sencillez algunas virtudes de su arraigada cultura. “Dar en hebreo se escribe ‘Natán’ que se lee igual de derecha izquierda que de izquierda derecha. Esto quiere decir que el que da también recibe. Por ello nada en la vida es una casualidad. Todo es producto de una cadena de causas y motivos impulsados tanto por espiritual como lo material. Cada uno de nosotros debemos intervenir en los procesos de crear, transformar o mejorar para luego celebrar la vida, pero la vida en paz, en libertad, que es felicidad, que es amor”.
Cada paso por tierra de Jacob encontramos ese carácter. Gente decidida a velar por su nación aportando lo mejor de sí. Y no hay mejor manera que dar, que siendo una persona preparada, informada y bien educada, por lo cual recibirás los mismos méritos, gentilicios y derechos, que derivan de la justicia del amable, aplicado y respetuoso. A partir de allí, arar en el desierto brota desde dátiles, olivos o tomates -gota a gota-hasta autopistas, trenes, hospitales y universidades. Gota a gota…
Nada en Israel ha sucedido por casualidad... Visitando al Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Tel-Aviv, Leo Corry, venezolano graduado en 1977 en la Universidad Simón Bolívar, me comenta que llegó hace 42 años a Israel cuando apenas existían calles de una vía, lúgubres alambrados y caseríos en colinas y planicies inhóspitas. 42 años más tarde, pasaron de una vialidad rural a grandes autopistas; de pequeños asentamientos a regias urbanizaciones, de la oscuridad a la luz, a centros financieros y regias universidades, como la de Tel Aviv, que está en el ranking de las primeras 5 universidades del mundo promotoras de Starts-Ups.
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