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Los mosquitos que “viven” en mi apartamento son absolutamente inextinguibles. No hay forma de salir de ellos. He empleado todos los métodos conocidos y nada. Utilicé el detestable Plagatox que uno no debe respirar y nada. Me dije, los voy a exterminar, todo esto en voz alta porque han logrado que me les dirija de esta manera, mentándoles la madre y diciéndoles todo tipo de improperios. Me fui al supermercado y me compré dos potes aerosoles uno de Baigon y otro de Raid, siguiendo las instrucciones rocié la habitación donde tengo la computadora, estoy escribiendo en este momento, viendo cómo se cruzan por la pantalla, cerré la habitación, esperé varias horas, la abrí y ahí estaban los mosquitos “muertos de la risa”.
El lugar del cuerpo que más les gusta para picar es las manos y ahí es donde más duele, se forman unas diminutas ampollitas y uno se rasca y se rasca.
Ya este asunto me tiene trastornado porque me pone a increparlos y maldecirlos como si se tratara de los peores seres humanos.
¿Qué puedo hacer? Ah, se me ocurre algo en este momento, les voy a poner el televisor cuando salga Maduro explicando el funcionamiento del cono monetario, de cómo es que van a venderle gasolina con descuento a los que tengan “Carnet de la Patria”, de cómo van a estabilizar la economía para que haya más empleo, mas abastecimiento, mas producción, más inversiones y mayor confianza y seguro se van volando y no vuelven más. 20/08/2018.
EL HOMBRE QUE NO
DECIA GROSERIAS
Recién nacido lo abandonaron a las puertas de un convento
de unos monjes que tenían la consigna de jamás pronunciar una grosería. En las
peores circunstancias nunca lo hicieron. Ya no sabían que existieran las
groserías. Al niño tuvieron que educarlo ellos mismos pues si salía al exterior
aprendería alguna y eso rompía por completo la tradición de la orden.
Ya hombre, con una gran educación que le transmitieron los
monjes, decidió conocer un país llamado Venezuela que fue de su interés, pues
tenía, montañas, grandes ríos, nieve, minerales de todo tipo, el famoso Salto
Angel, un clima ideal y con gente amable que recibía muy bien a los viajeros.
Llego hasta Venezuela con la ilusión de conocer ese bello
país que le habían descrito.
Cuando llegó por La Guaira vio los cerros llenos de
ranchos, las calles llenas de huecos, obras inconclusas, grandes colas de una
población marginal, en los semáforos niños limosneros y jovencitas cargando
bebés pidiendo dinero. Gente hurgando en la basura para conseguir desperdicios
y ese hombre, al presenciar ese horror, profirió una grosería brutal con un
grito desgarrador y se puso a llorar horrorizado lleno de intriga, porque esa
gran grosería no sabía donde la había aprendido. 27 enero del 2017
AMORES PRE- HISTORICOS
Y aparecieron hombres prodigiosos. Sin conocimientos, sin
información alguna, solo con el instinto, pudieron interpretar cosas
incomprensibles.
Vieron una llamarada en la pradera y el fuego, iluminando
las tinieblas del hombre, lo condujo en mágico espiral hacia su evolución y
desarrollo.
El hombre cargaba piedras enormes y no sabía porque, ni
para qué. De repente se preguntó, porque estoy haciendo esto y no obtuvo respuesta.
Luego dijo, si hago una rueda y monto esta piedra sobre la rueda, la puedo
llevar facilito. Entonces inventó la rueda.
Ahora ya tenía el fuego para calentarse, vencer la
oscuridad, no comer carne cruda que es muy desagradable y la rueda para cargar
cosas pesadas.
Después vio un personaje, lo vio, lo revió y dijo. Este no
es un hombre porque no es tan feo como yo. Ya había visto su figura en un pozo
y se había dicho. “La verdad es que yo soy bien feo y no puedo enamorarme de
alguien tan feo como yo.”
El nuevo personaje era una mujer y la vio bella, con sus
“greñas” bellas, con sus “patotas” bellas y dijo. Esto es lo que yo necesito. Después
se preguntó ¿Para qué? Enseguida se respondió, para tener relaciones, para
hacer el amor, para que me ayude en los oficios.
El asunto comenzó muy bien y estaba contento con su
pareja, hasta que empezaron los cuestionamientos a los cuales no estaba
acostumbrado. “Que la carne no se cocina así. Que te fuiste tres días y ahora
es que te presentas. Que te la mantienes jugando con tus amigos. Que te vieron
con otra pre- histórica a la orilla del rio”.
Entonces el hombre, que era hombre y no era mujer, en su
condición de hombre dijo: Que hago yo aquí con esta mujer tan fastidiosa, que
si esto, que si lo otro y habla y habla todo el santo día con sus amigas. Y el
hombre, que era muy hombre dijo, mejor
es que esta mujer con toda su belleza se vaya a vivir con su mamá. Así lo
propuso y así se hizo, Entonces se quedó muy feliz los primeros días. Calentaba
la carne como a él le daba la gana Dormía todo el tiempo que quería. Jugaba con
sus amigos todos los juegos que había inventado, entre ellos “cuarenta matas” y
“gárgaro agachado”. Así pasaron los días sin problemas, pero empezó a aburrirse
porque le hacía falta con quien “pelear, con quien discutir y dijo. Voy a
buscar a la mujer, porque la vida, al lado de ella es más intensa, más
entretenida.
Así lo hizo y volvió a ser absolutamente infeliz como a él
le gustaba.
Caracas 22 de diciembre del 2013.
Para “Balita” Lo más grande de este mundo y
también para Mildred, la encantadora
esposa de mi amigo Yosu, “paisano Tequeño” y buen conversador en las caminatas
de los amaneceres caraqueños.
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