Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 8 de agosto de 2018

BORGES, EL PUNCHING BALL DE LA DICTADURAEddie A. Ramírez S.

Para quienes no están familiarizados con el boxeo, un punching-ball es una pelota de cierto tamaño sujeta a un mecanismo flexible, instalada en los gimnasios para que sea golpeada como entrenamiento principalmente por los boxeadores. Julio Borges, diputado y miembro principal del partido Primero Justicia es golpeado todos los días por Maduro y sus esbirros, quienes lo consideran un punching-ball. También por algunos opositores.
Constantemente la dictadura totalitaria lo insulta y le achaca cuanto delito se les ocurre para intentar descalificarlo. No contentos con estos atropellos, varias veces ha sido agredido físicamente, incluso por diputados rojos de mala calaña. Ahora, la Sala Plena del espurio Tribunal Supremo de Justicia, en ponencia del esbirro Juan Luis Ibarra, aprobó retirarle la inmunidad parlamentaria y dictó orden de captura. Las imputaciones, producto de una supuesta confesión de alguien a quien el Sebin relaciona con los famosos drone, lo acusan de “instigación pública continuada, traición a la patria, homicidio intencional calificado en grado de frustración en contra de Nicolás Maduro” así como de siete efectivos de la Guardia Nacional que al parecer resultaron heridos por piezas del mencionado dron. Además el TSJ del PSUV decidió que no procede el antejuicio de mérito por “flagrancia”, a pesar de que Borges estaba a miles de kilómetros de los supuestos hechos. Solo la también ridícula acusación en contra del expresidente Santos, descalifican el expediente.
Julio Borges es un joven abogado, muy estudioso, quien nunca ha dado una declaración que dé base para acusarlo de ser partidario de la violencia. Todo lo contrario. Incluso sus frecuentes declaraciones han sido utilizadas por alguna gente malintencionada de la oposición para señalarlo, sin ningún fundamento, de ser “colaboracionista”del régimen. Es decir que tanto la dictadura como algunos opositores lo han golpeado como si fuese un punching-ball.
Hago constar que no soy amigo de Borges, con quien solo he intercambiado algunos saludos esporádicos. Lo respeto por su defensa de los principios y valores de la democracia. Rechazo las falsas acusaciones del régimen, así como las calumnias que en su contra levantan algunos opositores que, al igual que el régimen, lanzan acusaciones sin fundamento. Desde luego también rechazó el allanamiento ilegal de la inmunidad parlamentaria del diputado Requesens, del partido Primero Justicia ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com Runrunes 8/8/18

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