Víctor José López
Cuando quienes adversan la abstención para la jornada electoral del próximo 20 de mayo, sustentan su oferta en la mentira diciendo y repitiendo que es la única salida constitucional de la agobiante pesadilla que nos aplasta con el voto.
Lo hacen estos veletas de la política con conocimiento de causa, y mentir sabiendo que se miente, es mucho más que un pecadillo venial como diría un cura de parroquia marginal cuando el pecador confiesa que le robó un beso a la novia. No, esto es mucho más serio, esto es pecado mortal, esta gran mentira es como violar a la madre.
Los que animan a votar el 20, saben de otros caminos constitucionales que existen y que fueron redactados con el propósito de poder salir de la tragedia de la dictadura.
Sin embargo, conociéndolos, no los recomiendan ya que de aplicarse con el resultado que todos conocemos se lograría van a quedar fuera del juego que les nutre y sostiene en su existencia política.
Para salir de Maduro y su gabinete hay muchos y variados senderos constitucionales. Todos apoyados por la letra escrita en la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Saben ustedes, amables lectores, que está dentro de la Constitución, leyes, ordenanzas y reglamentos exigir que Tibisay Lucena y sus rectoras cómplices salgan del CNE porque, en el transcurso de estos nueve años, son responsables de irregularidades, ilegalidades y omisiones al frente del Poder Electoral, violaciones y obstrucciones de la más diversa índole como, públicamente y con reiteración, ha sido denunciada cada una de estas violaciones a las leyes y ordenanzas.
Quienes dicen que no hay camino sino el voto, no luchan porque vengan árbitros internacionales para juzgar la mojiganga que prepara el chavismo.
Los sufragistas por apoyar a la dictadura, omiten en su discurso el derecho que tiene la nación por expresarse en la protesta. Es válido protestar, como reza la letra del Himno Nacional. Es legal hacerlo en concentraciones, manifestaciones en las calles y centros públicos.
Todos los caminos son absolutamente constitucionales y con el pueblo en la calle sería muy poco el tiempo que le quede de vida a esta tiranía desconocida por la comunidad internacional como una dictadura que viola los principios muy preceptos democráticos.
El pueblo, que tiene memoria corta olvida los discursos de Arias Cárdenas, cuando con su formación ambigua calificaba de “gallina” a Hugo Chávez; y, ahora lo invitan a que apoye a Henri Falcón, barro de aquellos polvos del chavismo original que, fuera de la Constitución desde su nacimiento, ha sido el feroz destructor de Venezuela como nación.
Ellos mienten, sí puedes y puedes hacerlo dentro de la Constitución y sin necesidad de participar en la farsa electoral que prepara Nicolás Maduro con los arquitectos de La Habana.
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