Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 25 de abril de 2018

HISTORIA, FRAUDE Y JOROPO Manuel Barreto Hernáiz


En Queipa, la barrera que agrupa Barretos, Limas, Ortegas, López ... Herederos que aquellas sabanas y de aquella proclama hoy reunidos en la presentación de libro INFATIGABLES, de Víctor  José López

 La "Revolución de Queipa" pues...    Muy cerca de Valencia se encuentra ubicada la Hacienda "Queipa", la cual pertenecía, en 1898, a la familia de mi abuela paterna, los Lima. 
De allí partió mi abuelo, Salvador Barreto, acompañado por 72 hombres, a reclamar un fraude electoral cometido por el régimen de turno, contra las aspiraciones de José Manuel Hernández de acceder democráticamente a la presidencia de la República.  Si bien la Venezuela de ese entonces era considerada "La leonera de América", por los sempiternos alzamientos e innumerables "caudillos" (Zamora, Falcón, Guzmán Blanco, Crespo, León Colina, Linares Alcántara, Araujo, Batista, "El Mocho Hernández", Pulgar) en esta oportunidad, se trataba de un gigantesco fraude. 
 En las elecciones para Presidente de la República se presentaron como candidatos principales José Manuel Hernández "El Mocho" - e Ignacio Andrade.  El "Mocho" era la figura popular del momento, su fama como tribuno y su popularidad como político honrado alcanzaban niveles nunca antes vistos en los procesos electorales nacionales; en tanto que Andrade representaba al régimen de turno, al continuismo.
  Durante su estadía en Nueva York, en 1896, Hernández observó muy de cerca lo que era una campaña electoral propiamente dicha, cuando se enfrentaban el republicano McKinley y el demócrata Bryan. Estas técnicas las sabrá aprovechar, y tal como acota Solís Martínez:..."Puede decirse que fue el primer besador de viejas y cargador de muchachitos que hubo en la historia electoral venezolana". 
 Así pues que esas elecciones, celebradas el 1 de septiembre de 1897, dieron al "Mocho" 2.203 votos, en tanto le otorgaban al candidato Andrade 406.610 votos -lo ven, la trayectoria histórica del CNE tiene vicios decimonónicos- lo que motivó al desconcertado Partido Nacionalista (especie de Frente Nacional que agrupaba a todos los inconformes contra la corrupta maquinaria del Liberalismo Amarillo) a levantarse contra tal resultado.  El ingenio y lo dicharachero del caraqueño de entonces plasmó con graciosa elocuencia el resultado electoral de esta manera: "El Mocho se quedó con las masas, Andrade con las mesas, Rojas Paúl con las misas, Tosta García con las mozas y Arismendi Brito con las musas". Así expresó con fino humorismo el humor caraqueño, un momento crítico de nuestra convulsionada historia.  Inmediatamente desconocido el resultado electoral, fue impartida la orden de captura contra el Mocho, mas éste logró escapar disfrazado y con la ayuda de numerosos amigos. Fue escondido en un vagón de carga del tren, en donde pudo trasladarse hasta Valencia y luego a la Hacienda "Queipa", donde lanzó su proclama declarando la guerra al gobierno, el 2 de marzo de 1898. El 14 de marzo Hernández marchó al sur de Carabobo para encontrarse con uno de sus principales jefes militares, Luís Loreto Lima  (Lanza Libre)  con la ayuda de quien logró reunir un contingente de alrededor de 700 hombres divididos en 400 infantes y 300 jinetes, los cuales estaban en clara desventaja con los cinco batallones y un escuadrón del gobierno que en total sumaban 1.500 hombres y 70 jinetes. No sería hasta entrado mayo, cuando el mocho Hernández contaría con la mayor cantidad de efectivos a su disposición: 1.500 hombres... El propio Joaquín Crespo salió a combatirlo, para consolidar el régimen usurpador por él mismo creado. Por cierto, fue de Crespo aquella sentencia: "Para que un Barreto vuelva a tomar leche, van a tener que hincar el matapalo", haciendo referencia a la acostumbrada acción de las montoneras que saqueaban todas las reses del contrincante.  Al alcanzar a las fuerzas "Mochistas" en el sitio denominado "Mata de la Carmelera", se dio inicio a una escaramuza, en la cual, cosas de la historia, tuvo su bautismo de fuego Pedro Pérez Delgado, el célebre "Maisanta"...en las filas del Mocho... mi abuelo y el bisabuelo de Chávez en un mismo bando, cosas de la historia.  El "Mocho" había dispuesto, en la copa de los árboles, unos certeros francotiradores, quienes hicieron blanco mortal en la humanidad de Crespo, el 16 de abril de 1898.  De ese momento quedó una copla joropera que se entonó en cada rincón de la Patria: "Eso dijo el Mocho Hernández en la Mata Carmelera, cuando es jugando es jugando, cuando es de vera es de veras, colmenear lo que le encargo, es de cera, es de cera".  Dicen que la historia se repite, pero lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan. Y así ha sido nuestra historia, tal como lo advirtiera Luis Herrera: "A ponerse las alpargatas, que lo que viene es joropo".

 Manuel Barreto Hernaiz
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2 comentarios:

Ricardo Barreto Muskus dijo...

Como he lamentado el no haber podido estar en esa foto memorable. Nos anima el mismo sentimiento y compromiso que tuvieron nuestros antepasados, con nuestra tierra y nuestra gente


Ricardo Barreto Muskus

Arnaldo Cogorno C dijo...

Ricardo tu papá el DR. Manuel Salvador Barreto, al yo inquirir acerca de la participación de tu abuelo Salvador Barreto Lima en la Revolución de Queipa, me comentaba que este siempre negó lo del francotirador que derribó a Crespo desde las filas mochistas y hasta un artículo al respecto publicó en vida por la prensa. Los mochistas no tenían armas de precisión,y no tenían a combatientes apostados en las matas de mango que quedaban a espaldas de sus tropas porque estas eran barridas por las ametralladoras (¿Gatling?) del gobierno cuyo mal manejo desviaba sus disparos hacia arriba. Es más, tu abuelo al volver de la retaguardia con lo que quedaba del parque (era tan menguada su cantidad que lo traía en un pañuelo) su primo y jefe Luis Loreto Lima, le comentó: "parece que del lado de allá cayó un pesado, porque dejaron de disparar y se arremolinaron" Hay una versión bastante creíble que la bala que mató a Crespo provino de un mauser de los usados por las tropas gubernamentales, es decir un disparo desde sus propias filas. A su vez una nieta de Crespo me comentó hace algunos años, sin añadir detalles: "nosotros sabemos quien le disparó"