EL FRENTE AMPLIO
Y EL MAYOR GENERAL
Escuchar
a los voceros del Frente Amplio sus
argumentos “democráticos”, en defensa del Mayor
General Miguel Rodríguez Torres es patético. El personaje no ha dejado de
ser para la historia política nacional “un esbirro”.
Sí mis amables y pacientes lectores:
“esbirro”, militar estrella del chavismo represor y tiránico. Ahora el Mayor
General no es culpable de nada, porque
le conviene al Frente Amplio porque Ramírez Torres es líder de un
movimiento político, disidente del
chavismo que ahora reúne especímenes
muy curiosos, especímenes con el común denominador de la amnesia de los abominables
hechos de corrupción y de represión.
.
Aquello
de que el que a hierro mata no puede morir a sombrerazos, no deja de ser una frase del refranero en
esta Venezuela desesperada por cualquier salida del infierno, porque el Mayor
General provocó muertes, secuestros, torturas, desapariciones. En fin, con
arrogancia sembró el terror imponiendo su inteligencia demoníaca.
Si lo han
olvidado, o que lo ignoran como lo hacen los voceros del Frente Amplio, revisen los hechos ocurridos once años de la
administración del terror del Mayor General entre 2002 y hasta 2013.
Fue hombre
de confianza de Hugo Chávez, ejecutor del terror con Maduro.
Antes,
cuando con todos sus defectos en Venezuela existía un régimen democrático el
Mayor General participó el golpe de Estado de 1992, el cual fue encabezado
por Hugo Chávez. Fue el heroico militar famoso por El sitio de La Casona el 4 de febrero de 1992, el que rodeó y atacó
el peligroso bastión que defendían doña Blanca
Rodríguez de Pérez y una de sus hijas.
Premiado
por Rafael Caldera fue liberado a
los dos años de cautiverio en el Cuartel San Carlos, quedando en libertad junto
a los participantes en la intentona golpista. Miembro de la élite de Hugo
Chávez comenzó su carrera en
la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (Disip), actualmente el Sebin y fue uno de los primeros aliados
que Nicolás Maduro como presidente llamó a su gabinete.
Es bueno
revisar los crímenes lesa humanidad ocurridos por tres lustros que el Mayor
General ha estado al frente de la represión, como cuando las protestas de
2014, motivadas por el descontento popular por el gobierno de Maduro, fue
quien ordenó múltiples procedimientos represivos contra los
manifestantes. Incluso dos de sus funcionarios de confianza estuvieron
implicados en el homicidio de Bassil
Da Costa, el 12 de febrero de 2014: su escolta y miembro del Sebin, Andry Joswa Jaspe López, de 25 años de
edad, y su asistente, Jonathan José
Rodríguez Duarte, de 40 años …
Protestas
y hechos violentos dejaron 41 personas fallecidas, acontecimientos que Luisa Ortega Díaz recurrió con falacias
para culpar y encarcelar a Leopoldo
López.
Hay más,
mucho más, piénsenlo mejor.
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