Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 14 de marzo de 2018

OÍDO EN LA CHATA Víctor José López




EL FRENTE AMPLIO
Y EL MAYOR GENERAL



Escuchar a los voceros del Frente Amplio sus argumentos “democráticos”, en defensa del Mayor General Miguel Rodríguez Torres es patético. El personaje no ha dejado de ser para la historia política nacional “un esbirro”.

 Sí mis amables y pacientes lectores: “esbirro”, militar estrella del chavismo represor y tiránico. Ahora el Mayor General no es culpable de nada,  porque le conviene al Frente Amplio porque Ramírez Torres es líder de un movimiento político, disidente del chavismo que ahora reúne  especímenes muy curiosos, especímenes con el común denominador de la amnesia de los abominables hechos de corrupción y de represión.
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Aquello de que el que a hierro mata no puede morir a sombrerazos,  no deja de ser una frase del refranero en esta Venezuela desesperada por cualquier salida del infierno, porque el Mayor General provocó muertes, secuestros, torturas, desapariciones. En fin, con arrogancia sembró el terror imponiendo su inteligencia demoníaca.

Si lo han olvidado, o que lo ignoran como lo hacen los voceros del Frente Amplio, revisen los hechos ocurridos once años de la administración del terror del Mayor General entre 2002 y hasta 2013.

Fue hombre de confianza de Hugo Chávez,  ejecutor del terror con Maduro.
Antes, cuando con todos sus defectos en Venezuela existía un régimen democrático el Mayor General participó el golpe de Estado de 1992, el cual fue encabezado por Hugo Chávez. Fue el heroico militar famoso por El sitio de La Casona el 4 de febrero de 1992, el que rodeó y atacó el peligroso bastión que defendían doña Blanca Rodríguez de Pérez y una de sus hijas. 
Premiado por Rafael Caldera fue liberado a los dos años de cautiverio en el Cuartel San Carlos, quedando en libertad junto a los participantes en la intentona golpista. Miembro de la élite de Hugo Chávez  comenzó su carrera en la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), actualmente el Sebin y fue uno de los primeros aliados que Nicolás Maduro como presidente llamó a su gabinete.
Es bueno revisar los crímenes lesa humanidad ocurridos por tres lustros que el Mayor General ha estado al frente de la represión, como cuando las protestas de 2014, motivadas por el descontento popular por el gobierno de Maduro, fue quien ordenó múltiples procedimientos represivos contra los manifestantes. Incluso dos de sus funcionarios de confianza estuvieron implicados en el homicidio de Bassil Da Costa, el 12 de febrero de 2014: su escolta y miembro del Sebin, Andry Joswa Jaspe López, de 25 años de edad, y su asistente, Jonathan José Rodríguez Duarte, de 40 años …

Protestas y hechos violentos dejaron 41 personas fallecidas, acontecimientos que Luisa Ortega Díaz recurrió con falacias para culpar y encarcelar a Leopoldo López.


Hay más, mucho más, piénsenlo mejor.

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