A todos los venezolanos
RUTA PARA
EL REENCUENTRO, RECONOCIMIENTO Y RECONCILIACIÓN DE LOS VENEZOLANOS
La grave
situación por la que atraviesa Venezuela amerita de sus hijos no solo exponerla
públicamente con el fin de buscar caminos para la reconciliación y la paz entre
los venezolanos, sino también para producir y plantear creativamente soluciones
que puedan llevarse a cabo por todos los factores que en este momento
representan a quienes actualmente se encuentran enfrentados y que aparentemente
son irreconciliables.
Diferentes
circunstancias fueron dibujando, en el tiempo, la realidad que con vergüenza
hoy mostramos al mundo:
1)Una
Asamblea Nacional declarada en desacato por un TSJ, integrado por jueces
designados ilegítima y apresuradamente en diciembre 2015, por la anterior AN
cuya gestión fue rechazada por el Soberano, a la luz de los resultados
electorales de este mismo mes;
2)
Un Presidente declarado en Abandono del Cargo por la AN elegida con
participación de 14 millones de electores;
3)
Una Convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en curso sin consulta al
Soberano;
4)
Una masiva consulta popular realizada, el 16 de julio 2017, con participación
de 7.600.000 ciudadanos inscritos en el RE, sin reconocimiento del gobierno
5)
Una Fiscal General de la República soportando sus actuaciones en el artículo
333 constitucional;
6)
Un Vice Fiscal General propuesto por la FGR y nombrado por la AN;
7)
Una Vice Fiscal General nombrada por el TSJ a espaldas de la FGR y sin la
aprobación de la AN;
8)
Un TSJ sustituido en su totalidad por la AN, con orden de arresto por un TSJ
espúreo.
9)
Una FANB (Armada, Aviación, Ejército y Guardia Nacional), PNB y Milicia,
POLITIZADAS y al servicio del PSUV listas para decir: “Chávez vive; La lucha
sigue; Viviremos y Venceremos”;
10)
En fin, un país completamente descuadernado y destruido.
No es fácil
entender y menos aceptar que la Fuerzas Armadas, otrora orgullo de todos y
garante del respeto y cumplimiento de la constitución y las leyes, sea
hoy el cuerpo de mayor desprecio de los ciudadanos, por estar al servicio de un
grupo que se ha entronizado en el poder, violentando Constitución y Leyes,
Libertad y Democracia. Que en este momento el país exhiba más de 100 muertos en
las calles de toda Venezuela, miles de heridos, detenidos y presos políticos,
un conjunto de funcionarios ejerciendo cargos de alta responsabilidad política
en el Ejecutivo Nacional, señalados de lavado de dinero, terrorismo y
narcotráfico, dueños en territorio extranjero de bienes muebles, inmuebles y
cuentas bancarias por valores en monto injustificable que, algunos, son
ya buscados por la justicia internacional. No es fácil ser testigo de un
conjunto de representantes diplomáticos acreditados que emigran ante el riesgo
que corren sus vidas al permanecer, físicamente, en Venezuela, viendo a
nuestros compatriotas sufriendo odio desesperanza y desesperación en las grandes
mayorías nacionales, todo lo cual muestra un cuadro realmente lamentable, ante
el concierto de las naciones del continente y del mundo. Sin abundar en más
detalles porque la lista sería interminable, esta es la Venezuela que estamos
mostrando hoy al mundo.
En la
Alianza Nacional Constituyente no hemos dejado de insistir que todos los
venezolanos, sin distingo de su condición política, debemos realizar los
máximos esfuerzos para evitar que el país caiga en un proceso de destrucción
producto de posiciones políticas irreconciliables, ya que igualmente, tarde o
temprano, deberemos ponernos de acuerdo, porque vivimos en un mismo país,
siendo preferible hacerlo antes de una dolorosa tragedia humana imposible de
cuantificar, que hacerlo luego de ella a través de un armisticio después de un
enfrentamiento fratricida.
Es
indispensable hallar una posición que concilie las partes en conflicto a fin de
lograr dirimir las diferencias en paz y evitar lo que ya todos los
venezolanos creen inevitable: la solución del conflicto mediante la violencia.
No creemos que la violencia sea la solución. La violencia abre nuevas heridas
que luego son muy difíciles de cicatrizar. La violencia política de nuestro
hermano país colombiano debería ser el mejor ejemplo de ello para nosotros. Más
de 60 años de violencia, secuestros y muerte han derivado en odios que solo
muchas generaciones serán capaces de mitigar.
La Alianza
Nacional Constituyente ha realizado denodados esfuerzos para convencer a
los ciudadanos de la necesidad de ir a un Proceso Constituyente de carácter
Originario para solucionar la crisis política que vive Venezuela convocado por
iniciativa de la población. Sin embargo, el 1ro de Mayo el país fue testigo de
una convocatoria a un proceso constituyente sin la aprobación del pueblo de
Venezuela, donde el gobierno nacional haciendo uso indebido de su facultad para
la iniciativa constituyente establecida en la Constitución, convocaba al país a
un cambio del texto fundamental.
La
oposición democrática y el país en su conjunto rechazaron esta convocatoria por
no acatar lo establecido constitucionalmente, perdiéndose de esta manera una
vía extraordinaria que, de la mano del pueblo venezolano, puede resultar en la
forma más expedita y útil de acercar y conciliar un país que se encuentra a las
puertas de un conflicto civil.
Aún así, la
Alianza Nacional Constituyente convencida de que solo el Poder Originario que
reside en el pueblo y es el único capaz de decidir el destino del país, hizo
esfuerzos para que este fuera consultado debidamente. Efectivamente, el viernes
26 de Mayo de 2017 la Alianza Nacional Constituyente hizo público su mensaje a
la Nación “El pueblo debe ser consultado ya!” (ANEXO 1), haciendo del
conocimiento general nuestra solicitud del 25 de Mayo de 2017 para un
pronunciamiento de la Fiscal General de la Republica de apoyo a un Referendo
Consultivo. De la misma manera hicimos formalmente esa misma solicitud a la
Directiva de la Asamblea Nacional en esa misma fecha (ANEXO Carta a la AN)
para que sesionara y tomara decisiones en relación a la convocatoria del citado
Referendo Consultivo a la población.
Múltiples
encuentros de la Alianza con los factores políticos y sectores de la sociedad
civil cristalizaron en la solicitud que finalmente hiciera posible el documento
“Gran Acuerdo Nacional: ¡Que sea el pueblo quien decida!” leído por el
Presidente de la Asamblea Nacional en el Teatro Chacao el 3 de julio de 2017,
donde se le solicitaba a la Asamblea Nacional el Referendo Consultivo requerido
por la Alianza Nacional Constituyente en su comunicación a la Asamblea Nacional
el 25 de Mayo de 2017.
En la
sesión histórica del 5 de julio de 2017, la Asamblea Nacional decidió la
realización de la Consulta Popular del domingo 16 de julio, razón por la cual
la Alianza Nacional Constituyente publicó una Carta Pública a la Directiva de
la Asamblea Nacional (ANEXO 3), exhortando a ese cuerpo a proceder a la
brevedad con esa Consulta Popular proponiendo un conjunto mínimo de actividades
que debían ser llevadas a cabo para el éxito de esa iniciativa.
De esta
manera la Consulta Popular se llevó a cabo con un éxito sin precedentes, donde
los venezolanos demostramos al mundo a través del acto de protesta ciudadana
más importante que jamás se haya visto en Venezuela, en una consulta organizada
desde las entrañas mismas de la misma sociedad civil, nuestra vocación cívica
y democrática, lo que evidenció que no deseamos resolver nuestras
diferencias con violencia sino a través del voto, siempre y cuando sea
respetada esa vocación.
Los
venezolanos exigimos nos sea respetado el derecho de vivir en paz, libertad y
democracia verdadera, dentro del marco de nuestro ordenamiento
constitucional y legal, de forma de alcanzar el progreso y desarrollo
individual y colectivo de la nación.
Con este
propósito rechazamos la violación permanente a nuestros Derechos Humanos y
políticos consagrados en el texto constitucional y en los Tratados firmados por
la República, expresada en una intensa escalada de confrontación y represión
que ha destruido la convivencia nacional, puesta en evidencia en el desprecio
manifiesto por la justicia, el ejercicio diario de la criminalización de la
disidencia, el arbitrario terrorismo de estado propio del totalitarismo y la
regresividad de los derechos humanos y políticos alcanzados a la fecha con el
protagonismo y participación del pueblo, más la creciente agresión
a personas y bienes por parte de los órganos policiales y militares del Estado,
así como por grupos de civiles armados que actúan impunemente bajo la
protección de las autoridades, con centenares de presos, detenidos
arbitrariamente procesados ilegalmente por tribunales militares o confinados en
centros de reclusión donde son víctimas de vejaciones y tortura. Esta represión
en los últimos 116 días ha traído el saldo doloroso de más de 100
pérdidas de vidas humanas, en su mayoría jóvenes que buscan afanosos en las
calles, la paz, la libertad el progreso y democracia.
Desde la
Alianza Nacional Constituyente expresamos que aun cuando el pueblo manifestó en
la Consulta Popular del 16 de julio su inconformidad con un llamado a un
proceso constituyente sin su autorización, el gobierno insiste en realizarlo,
lo que con toda seguridad traerá como consecuencia una mayor tragedia al pueblo
venezolano. No podemos permanecer impasibles ante eso sin proponer una solución
para impedirlo.
En la
búsqueda de una salida conciliadora, nuevamente la Alianza Nacional
Constituyente ha intentado hacer sentir su voz entre los diferentes factores
políticos dentro y fuera de Venezuela para exponer los detalles de una
propuesta contentiva de una ruta que bien podía ser una alternativa que abra
espacios para la discusión con el régimen, sin dejar de lado las exigencias que
la Unidad ha realizado, pero flexibilizando la posición en torno al llamado a
una Asamblea Nacional Constituyente. Esta ruta la denominamos “RUTA PARA EL
REENCUENTRO, RECONOCIMIENTO Y RECONCILIACIÓN DE LOS VENEZOLANOS” y que hacemos
ahora del conocimiento de todos los venezolanos (ver cuadro Anexo).
Nuestra
propuesta fundamental es que si el gobierno insiste en un llamado a un proceso
constituyente, debemos solicitarle claramente que este sea realizado de la
manera correcta, como siempre ha sido nuestro planteamiento, utilizando los
mecanismos constitucionales adecuados para su ejecución y respetando los
principios cardinales que guían a este proceso. Ese ha sido el trabajo de
muchos años de la Alianza Nacional Constituyente e insistimos en plantearlo
porque creemos firmemente que esto nos permitirá acordar una solución conjunta
a esta grave crisis que nos aqueja.
Proponemos
que el Proceso Constituyente, así como las Bases Comiciales sea discutido
conjuntamente, y que el resultado de eso sea aprobado por el pueblo en
Referendo Consultivo. Por la naturaleza del mismo mecanismo, nadie debe ser
excluido, ni los factores del gobierno ni los de la oposición. El mismo
proceso, se encargaría de regular la participación equitativa de todas las
partes y su representación proporcional. De esta manera los venezolanos
estaríamos resolviendo la crisis con votos, discutiendo en el foro
constituyente el futuro del país.
Nuestra
propuesta es entonces que se detenga y se reformule ese proceso constituyente
del 30 de julio y se discutan, con la intervención de mediadores
internacionales aprobados por ambas partes, los términos de un nuevo llamado
Constituyente. Esto pasa porque Nicolás Maduro acepte salir del Gobierno
inmediatamente luego de la elección Constituyente, y sea la Asamblea Nacional
Constituyente, electa sobre las bases de una participación justa y equitativa,
quien escoja el Gobierno de Unidad Nacional.
Esta
propuesta ya le fue formulada los representantes de la Conferencia Episcopal
Venezolana-CEV, al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, al Grupo de Ex
Presidentes amigos agrupados en la Iniciativa Democrática de España y las
Américas (IDEA), y a los partidos que integran la oposición democrática del
país agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática-MUD. Ahora la hacemos del
conocimiento al pueblo de Venezuela, porque creemos que si hay algo que
discutir que implique el futuro de todos los venezolanos, este debe igualmente
ser del conocimiento de todos.
Dada la
cercanía de la fecha 30 de julio y la gravedad de los acontecimientos que ya
están sucediendo en Venezuela, se hace sumamente corto el tiempo para analizar
y discutir esta propuesta, por lo que le solicitamos por esta vía al Presidente
de la República que suspenda el proceso Constituyente y nos aboquemos a
estudiar esta propuesta realizada dentro del marco de la preservación de la paz
y la vida de los venezolanos.
La
Constituyente es la herramienta más contundente y democrática a la que acude un
pueblo soberano en ejercicio de su Poder Constituyente Originario para fundar,
actualizar o proyectar un país democráticamente hacia el futuro, mediante el
texto constitucional, dándose la organización jurídica y política que más le
convenga.
La defensa
y solidaridad expresada por la comunidad internacional al pueblo de Venezuela,
compromete a todos los sectores del país a reconocer el mandato y voluntad
expresada por el pueblo el pasado 16 de julio, por lo que debemos agotar todos
nuestros esfuerzos, más allá de los intereses personales o de
grupos, en momentos donde el interés nacional exige buscar puntos de
encuentro que eviten la confrontación dolorosa a que nos exponemos entre
connacionales para superar la grave situación que agobia a la nación y
propiciar el reencuentro, el reconocimiento y la reconciliación en justicia y
paz.
Por la
Alianza Nacional Constituyente
Ing.
Enrique Colmenares Finol
Caracas, 28
de Julio de 2017
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