Víctor José López
Hará poco, un par de años a
lo más cuando escribíamos las crónicas del reproche comenzábamos nuestro
escrito con un invariable:
- “En este país, donde no hay huevos….”
Claro, se había agudizado la
escasez de alimentos, crecían las colas y no se encontraban ñemas en los
abastos.
Claro está que nos referíamos
a los huevos que reclamábamos para lograr cambios en la situación
política de la nación; pero, basta ver cómo se la juegan cada tarde los
muchachos en las protestas. Hoy los huevos sobran, así no los tenga el pulpero, a la juventud venezolana le cuelgan.
Porque cuando Diosdado
Cabello amenaza con una tal “Operación tun tun…!” , por la que le recordará la
posterdad, y que se equivoca de banda a banda, porque la Juventud de
Venezuela ni teme ni se acobarda.
Lo que
pasa es que el teniente Cabello está acostumbrado a encargar acoso y derribo para aquellos que no bailen al son que él
pretende se baile: y pasa Lista de Tascón y chequea la Lista de Maisanta a sus funcionarios, con propósito infame,
mezquino y cobarde de aterrorizar.
Lo hace como lo hizo antes y ahora, pretendiendo humillar obligando a los
venezolanos ir a firmar una Constituyente Comunal, que ni es Constituyente ni
es Original.
Es, simplemente, la firma en el Acta de
Defunción de Venezuela…
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