PASOS LARGOS
Y FIRMES
Venezuela
avanza con pasos largos y firmes hacia la Libertad más plena. Con todas las
caretas en el suelo, sin máscaras o disimulos creíbles, el régimen gobernante
está al descubierto frente al pueblo y a la comunidad internacional. Está solo,
criticado y condenado por la opinión pública en el sentido más amplio de la
expresión. Esto que pareciera ser definitivo no lo es, al menos en el corto
plazo, aunque nunca se sabe. Lo cierto es que los tiranos sin dignidad ni coraje,
se cierran sobre sí mismos con la cúpula que los rodea, cómplices todos de
delitos similares. El peligro crece. Impulsados por la necesidad de retener el
poder a cómo dé lugar, profundizan el uso de la violencia física e
institucional, del engaño y de la mentira. Sin embargo, la mayoría de ellos se
está planteando qué hacer en caso de que se produzca la inevitable caída. No
tienen claro su destino ni dentro ni fuera del país. No son bienvenidos en
ninguna parte, ni siquiera en los llamados paraísos fiscales depositarios de
sus ganancias ilícitas. A estas alturas no pueden confiar ni en sus
testaferros, algunos ya alzados con esos dineros mal habidos. Los peligros
crecen, pero el final se acerca aceleradamente. Nada podrá impedirlo
Al
momento de escribir estas líneas no sé qué pasará en la reunión extraordinaria de
cancilleres de los países miembros de la Organización de Estados Americanos.
Dependerá en alto porcentaje de los países caribeños y de algunos prevalidos de
la región. Pero lo cierto es que los gobiernos que condenan al régimen
venezolano representan alrededor del 90% de los habitantes del continente. Es
cierto que nadie hará por nosotros lo que nos corresponde hacer a nosotros
mismos, pero como alguien dijo recientemente, desde el exterior siguen llegando
vientos fuertes, huracanados diría yo, que dan sólido y útil respaldo a las
fuerzas de la democracia cuando se acerca el fin de esta batalla demasiado
prolongada.
Hemos
definido como tiránico al régimen encabezado por Nicolás Maduro. Totalitario
porque pretende controlar la totalidad del poder público. Se escapó la Asamblea
Nacional de sus garras tenebrosas, pero por todas las vías han tratado de
dejarla sin poder real. Ahora planean el fraude de la Constituyente Comunal
como un nuevo paso hacia su eliminación. Fracasarán en el intento. Lo grave es
que en ellos no es posible el arrepentimiento a pesar de vivir en permanente
inseguridad y rodeados de arsenales poderosos, pero sin inteligencia ni cordura.
Como diría Ortega, todos son enemigos, empezando por el ciudadano común
vigilado maniáticamente en cualquier país donde se encuentre. Es muy triste que
se sientan acechados por “conspiradores” de manera permanente. Están cosechando
lo que han sembrado.
Apartemos
a los encantadores de serpientes del camino y despejemos el horizonte. La
solución es hoy para mañana, no para ayer o anteayer
Lunes,
19 de mayo de 2017
@osalpaz
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