A veces es necesario escribir sobre nuestra
dirigencia e intentar dilucidar el porqué de algunas de sus decisiones,
las cuales originan opiniones que fluctúan desde un apoyo irrestricto hasta
descalificaciones extremas. Algunos predican que solo los
inscritos en un partido tienen el derecho a opinar. Los demás somos
considerados aficionados a los que solo nos corresponde
acatar las decisiones del sanedrín para no entorpecer el trabajo de los
políticos de profesión. No se han percatado que, gracias al internet el
ciudadano de a pie tiene voz; a veces se equivoca, pero solo
los necios se atreven a rehuir sus opiniones.
El término colaboracionista es utilizado
con ligereza para descalificar a alguien con cuya opinión no coincidimos. El
colaboracionista más famoso de los últimos tiempos fue el mariscal Petain,
quien optó por rendir a Francia ante el poderío alemán. Quizá de
buena fe consideró que era la mejor opción para que parte de Francia no
fuese invadida. Millones de franceses lo apoyaron. El admirado
general De Gaulle era casi un solitario refugiado en Inglaterra
estimulando la resistencia. Gradualmente Petain se dejó dominar por el
pro nazi Laval y resultó corresponsable de la deportación de judíos franceses y
de la entrega de miembros de la resistencia.
Este ejemplo debe servir de alerta. Se
comienza por ceder y se termina colaborando con el totalitarismo.
El principal delito del héroe de Verdún no fue haberse
rendido, sino haber cedido ante la presión de los genocidas nazis. En
nuestro caso estoy convencido de que ni Ramos Allup, ni Borges, ni
Capriles, ni la gran mayoría de nuestros dirigentes son
colaboracionistas. Sin embargo, el mismo Capriles reconoció que en la MUD hay
quienes son corruptos y pasan información al régimen. Debe dar nombres
para no ocultar a delincuentes.
¿Será que algunos de nuestros
dirigentes son ineptos? Hace algunos años, los partidos Acción
Democrática y Copei se preocupaban por formar a sus cuadros.
En ellos había un gran número de militantes con excelente
formación y conocedores a fondo de la doctrina de su respectiva tolda.
Muchos sufrieron años de cárcel y de exilio, los cuales
aprovecharon para mejorar sus conocimientos. Hoy la situación ha cambiado
y tenemos a varios dirigentes ¨express ¨ que no tienen formación y
cada vez que declaran la meten ¨hasta donde dice Colimodio¨, como expresaba un
narrador deportivo cuando un bateador mandaba la pelota a lo más profundo
del viejo campo de San Agustín. Es decir que sí hay ineptos, pero también
otros con una excelente formación.
La principal crítica que muchos
independientes hemos hecho a nuestra dirigencia es que han sido apaciguadores y
han aplicado aquello de ¨dejar hacer, dejar pasar¨. Los defensores a
ultranza de la MUD alegan que es lo único que se podía hacer, pero ello no es
cierto. Por ejemplo, desde un inicio Antonio Ledezma afirmó que estábamos
ante una dictadura y denunció la existencia de presos políticos y de exiliados,
mientras otros dirigentes pasaban agachados. Posteriormente, la valiente
Maria Corína se resteó en contra del régimen y se sumó Leopoldo
López. El resto llegó con retardo, actúa erráticamente y critica a los citados.
Desde luego que nuestros diputados se
juegan la vida todos los días por defender la democracia y muchos de ellos han
sido cobardemente agredidos. Los respetamos y apreciamos. En la MUD
hay gente valiosa y honesta. Quizá algunas de sus actuaciones que
consideramos errores obedezcan a que son pragmáticos y tienen los pies sobre la
tierra. Sin embargo, en otros casos, como el del manejo del diálogo,
gente muy ecuánime opina que ha cometido errores de novatos.
No podemos callar ante lo que consideramos una conducta inapropiada
de Juan Carlos Caldera, Ramón José Medina y Timoteo Zambrano. Capriles
debe dar otros nombres y Rosales debería aclarar si es o no cierto que
está alojado en un apartamento de Heliodoro Quintero, el exdiputado dirigente
de UNT que negociaba adhesiones con Ruperti, el contratista
de Pdvsa que pagó los honorarios de los defensores de los narcosobrinos.
Nos sumamos a quienes proponen que,
previa depuración, la MUD permanezca como organismo coordinador
para lo electoral y crear una nueva instancia con participación de la sociedad
civil para enfrentar al régimen en el aspecto político.
Como (había ) en botica: Vergüenza le
debería dar al general Padrino declarar que ¨Venezuela puede enseñarle al mundo
como se defiende un país¨. Debería renunciar y pedirle la renuncia al general
Antonio Benavides por los atroces asesinatos cometidos por guardias nacionales
en Barlovento. Lamentamos el fallecimiento de Fernando Octavio Márquez,
quien fue un destacado profesional petrolero y buen ciudadano ¡ No más
prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com 13/12/16. Noticiero Digital y Runrunes
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