Diego
Arria:
¿De qué le ha servido
la MUD a los venezolanos?
Caraota Digital
Vamos a
estar claros. Si alguien tiene experiencia en negociaciones, diálogos y
discusiones con tiranos mundiales es Diego
Arria; pero no diálogos vacíos ni retóricas dispersas, sino finalizan en
acciones tan concretas como ver a unos cuantos de estos malhechores
extinguiéndose tras las rejas.
Pregunten a
Slobodan Milosevic y a Radovan Karadzic.
De hecho, desde el lunes 28 de noviembre se
llevó a cabo un meeting en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se aplicó
su “Arria-formula” para exponer, a
petición de España y Senegal, la problemática de la seguridad cibernética
mundial; el uso de la información y las tecnologías de la comunicación que
pueden atentar contra la paz y seguridad internacional.
Es decir,
Arria no anda con bates quebrados. Se mueve en las grandes ligas… pero, como
Venezuela es el mundo patas arriba, es normal ver a figuras de la política
nacional que lo descargan y se molestan porque dice lo que muchos acá no se
atreven. Y si en algún momento hemos necesitado que se hable claro, que se
llame todo por su nombre y apellido, es ahora; porque Venezuela no está como
para seguir –como corderos ciegos- voces que solo entonan las mismas notas de
fracaso y sumisión que nos han lanzado a esta esquina de abatimiento. Entonces,
echamos el resto o… bueno, ya sabemos cuál es la otra opción.
Diego, son tiempos confusos,
decepcionantes y, sobre todo, llenos de preocupación para los venezolanos. La
palabra crisis –tradicional en nuestra historia- fue reemplazada por caos. Y
día a día crece la sensación de que estamos en una calle sin salida. ¿Qué te
parece el desenvolvimiento de los factores opositores, entiéndase la cúpula de
la MUD, en las últimas semanas?
-Yo me he
pronunciado firmemente desde que se descubrió que estaban reunidos en secreto
en la República Dominicana… y eso que el país no conoce que hubo otras
reuniones…
¿Más reuniones?
-Sí, otras
que ellos no se han encargado de divulgar. Un buen indicador que mide lo
negativo que esta gente está haciendo, es que ninguno de los jefes de los
partidos ha ofrecido explicaciones. Ninguno del G3. Ni Ramos Allup, ni Borges
ni Rosales. No le han dado la cara
al país de lo que ha sido una capitulación de los derechos constitucionales de
los venezolanos. Lo que muchos no han captado es que en ese escrito, que estuvo
muy bien elaborado por el régimen, y que lo firma la oposición, éstos aceptan
que hay un modelo político paralelo a la Constitución. Imagínate eso. Lo que
siempre aspiró Chávez a legitimar, ahora se ha logrado. Yo imagino que esa
noche los del régimen habrán estado celebrando y sorprendidos, porque la
oposición firmó prácticamente un cheque en blanco para los efectos prácticos.
Y, sin embargo y a pesar de ello, no dan la cara. ¿Qué hacen?, mandan a Chúo Torrealba. Mira, Chúo trabaja para
la MUD. No es un dirigente de algún partido. Es un empleado. Echarle la culpa
–que también la tiene, por supuesto- no es suficiente. Hay que culpar y
demandar explicaciones a los jefes del G3.
Ahí vamos a
la otra situación: todo aquel que critique por el medio que sea al G3 entonces
se convierte en “divisionista”, “guerrero del teclado”, “radical” y es
adjetivado, por no decir insultado. Tal cual lo hacen los chavistas con los que
están en contra de ellos. Sale un contingente de periodistas, locutores,
intelectuales y otras “personalidades” a defenderlos a capa y espada, bajo el
absurdo pretexto de: “es que ellos son lo único que tenemos”. ¿Cómo se
construye un cambio de esa forma, si estás cayendo en la misma sumisión que nos
ha llevado a la pesadilla actual?
-Ciertamente,
y mientras tanto Venezuela va en una caída en picada. El dólar puede llegar a
cualquier precio. La inflación pasó el 1000%. Y esta gente le ha prometido al
país cosas imposibles: revocatorios que no se darán, elecciones que no se van a
hacer. Es una manera de dejar correr el tiempo, solamente porque algunos
precandidatos del G3 quieren esperar hasta el 2018. El “pobre” Capriles -que necesitaba el revocatorio porque pensaba que
como Leopoldo está preso, él era el
automático- también se quedó esperando. De manera que hemos estado presos,
secuestrados, por las aspiraciones de precandidatos de estos partidos que, en
vez de estar pensando en salvar al país, lo que piensan es cómo posicionarse en
esas elecciones que no se llevarán a cabo.
¿Y qué les dices a los defensores
públicos del G3; los que le piden al país que confiemos en la MUD porque “el
tiempo de Dios es perfecto?
-A ellos
les pregunto: ¿En qué nos hemos beneficiado los venezolanos con esta gente, con
la MUD? En fútbol o cualquier deporte, si luego de tantas temporadas un coach o
manager no ofrece resultados, pues, lo botan. En Venezuela están aferrados. ¿Y
por qué no los botan? Porque ellos se han apoderado de la franquicia electoral.
Convirtieron la llamada Mesa de la Unidad en un partido político.
Y que yo sepa, el único propósito de
los partidos políticos es participar en elecciones para lograr cargos de
representación popular… no necesariamente derrocar un régimen dictatorial…
-¡Exacto! Y
esa franquicia la defenderán a muerte, porque hay una palabra: UNIDAD. Y eso le
encanta a la gente. Lo que pasa es que esa palabra, en este caso, es tan útil
como la palabra “DIÁLOGO”. Lo que yo me pregunto es: ¿De qué le ha servido la
MUD a los venezolanos? ¡En nada!, excepto para posicionar a los jefes de
algunos de estos partidos.
Y esto es claramente con miras a
elecciones regionales…
-Y
presidenciales. Los partidos viven de los cargos en los que logran a poner a su
gente. Porque los que tienen los presupuestos son las alcaldías, gobernaciones.
Y ésa es su máxima prioridad. Por eso digo que la salida en Venezuela será “no
convencional”; una transición… porque si no hay legitimidad en los poderes públicos,
¡no hay una salida electoral!
Lo que nos lleva a la repetitiva
dicotomía de: estamos en dictadura, pero hay que salir de ella mediante votos…
-Fíjate que
en el mundo se ríen. Me dicen que les explique qué tipo de dictadura hay en
Venezuela, si existe una Asamblea Nacional, si los opositores se sientan con
los presuntos dictadores a conversar y todo auspiciado por ex presidentes y
hasta por el Vaticano. ¿Quién va a interceder por nosotros, si esa es la imagen
que damos, cuando hasta al propio Secretario General de la OEA, que ha sido
nuestro gran defensor, lo tiramos a la basura? ¿Y por qué lo hicieron? Porque
él produjo una sentencia condenatoria al régimen. Y hay gente dentro del G3 que
no se atreve a condenar al régimen. También tiraron a la basura el informe de
los obispos venezolanos, que era mucho más importante que el del Vaticano.
¿Qué falló? ¿Por qué no tenemos
líderes políticos verdaderos, carismáticos, auténticos que se empeñen no en su
codicia partidista sino en liberar a Venezuela?
-En los
últimos años produjimos líderes mediáticos. Globovisión fundamentalmente se
encargó de crear figuras que no venían de un proceso político intenso, sino de
salir en medios. Entonces hoy en día, de repente un tipo que se llame Pedro
Pérez y vive en Portuguesa y es mejor que todos los que están en el tapete, no
sale en televisión. El liderazgo real está en desventaja. Por cierto, yo entré
en las primarias solamente para exponer ideas, porque me di cuenta que el nivel
de debate era tan bajo… con el añadido que la MUD convirtió un proceso político
en un torneo de flores. Una especie de American Idol con las cuñitas bonitas y
una venta de sueños. Y yo pensaba, epa, aquí estamos enfrentados a un narco
estado. ¡Es una dictadura! Pues, la MUD frivolizó el proceso político. Esa es
la gran deuda que tiene con el país. Tantos “expertos” en política… y todos
olvidaron lo más importante: consultar a la sociedad. Es una tragedia. Antes,
los líderes políticos se nutrían de un largo proceso de interacción con la
gente y, además, tenían cosas qué decir. Tenían mensajes. Yo no he escuchado a
Capriles decir un mensaje, una propuesta real en toda su vida, que no sea el
llamado a alguna elección o –como ahora- repetir la palabra “revocatorio” hasta
el cansancio. Pero, ¿dónde están las ideas, la visión, el proyecto? No ves nada
de eso. Ha sido un proceso incestuoso entre ellos y sus financistas. Así vienen
tomando decisiones a puerta cerrada, que afectan a todo el país. ¿Ejemplo? Este
diálogo que es, reitero, el proceso de capitulación más vergonzoso que ha
tenido Venezuela en su historia. De paso, escondidos bajo la sotana del Papa. Y
entonces sale Chúo a decir que han cumplido estrictamente con lo que “acordamos
con el Vaticano”. Pero bueno, ¿y de cuándo acá el Vaticano es el pueblo
Venezolano?
Es que Capriles ni se atreve a decir
que estamos en dictadura; parece que le da miedo decir que Chávez y Maduro han
sido unos dictadores…
-Hace dos
años ninguno se atrevía a decirlo porque no era “políticamente correcto”. Si la
transición no es integrada por factores independientes, nosotros nunca
tendremos estabilidad. ¡Jamás! Porque los actores políticos actuales solo
piensan en sus partidos. Y lo notas cuando ves que el único que ganó en el
diálogo fue Rosales y su partido. Lo peor, sin duda, es esa falta de asumir las
responsabilidades. Todos se quedan callados. Que se queme Ocariz, que se queme
Torrealba…
Bueno, ése es el drama. Con un
régimen de tiranía que no asume nada, y que se limita a echarle la culpa hasta
las iguanas, y unos opositores tampoco asumen su responsabilidad y no aceptan
los errores cometidos…
-Mucho
peor: una oposición que acepta que hay una guerra económica. Es la oposición
ideal para este régimen, así como Capriles fue el candidato ideal contra ellos.
El régimen sabe que estos tipos no pasan de la raya amarilla. Le quitan los
diputados y como si nada. Entonces barren el piso con ellos… el problema es que
al hacerlo, barren el piso con todo el país. Pero los ves encerrados en el
hemiciclo, gritando, redactando leyes… leyes que no serán aprobadas ni tendrán
validez o cumplimiento alguno. Solamente para creer que están legislando en una
sociedad libre. Es como si estuvieran en un reality show y con eso están
satisfechos.
Se cumple un año, ¡un año, de las
elecciones del 6D! Un año del día en que los venezolanos manifestaron un deseo
único: salir del narco régimen. En eso estaban puestas todas las esperanzas,
porque así vendió la oposición esas elecciones… y aquí estamos todavía…
-En esa
oportunidad dije: hay que votar para desalojar al régimen. Y estos tipos
dijeron: “en seis meses saldremos de Maduro”. Porque esa es otra cosa. Es una
oposición que amenaza pero no cumple. El otro dijo: “si no hay revocatorio,
tomaremos el país”… ¿lo tomó? ¡No! Es la única sociedad que, frente a una
dictadura, se limita a amenazar. En un país normal, el pueblo reacciona y no lo
avisa. Aquí lo avisan todo y salen con: en dos semanas vamos a hacer esto o
aquello… ¡Pero, por Dios, ¿qué es eso?!
Parece un circo repleto de
incoherencias…
-Así es.
Alguien me preguntaba, ¿por qué no
hay una explosión social? Y la respuesta, creo yo, es que existe una cúpula
opositora, que en vez de dedicarse a salir de los dictadores, ocupa su tiempo
calmando y anestesiando a la gente, para no que ocurra lo que tendría que
ocurrir…
-Claro, por
ejemplo la marcha descomunal, “la toma de Caracas”, que paralizaron a mediodía,
cuando ni siquiera terminaba de llegar la gente del interior. Hasta hace poco
incluso pedían permiso para marchar a los mismos tipos que luego les caían a
palos a los ciudadanos que iban a marchar. Una protesta es sin permiso. ¡Por
eso es protesta!
¿Qué importancia tiene el liderazgo
joven en la construcción de la Venezuela que necesitamos?
-Yo creo que
Venezuela sí puede ser la tierra de gracia que decía Colón cuando llegó a
nuestras costas. Tenemos todo para serlo. Estoy convencido que si los jóvenes
venezolanos no asumen el manejo de su futuro como una responsabilidad seria, no
vamos a salir de esto. Porque las generaciones que ocupan las posiciones de
liderazgo en estos momentos no tienen la voluntad y el compromiso no para
llegar al poder, sino de rescatar al país. Carlos, hay dos visiones: la actual,
quítate tú para ponerme yo. Y la otra, que debe ser: refundar el país. Hay
venezolanos –dentro y fuera del país- con el talento para que esto pueda
ocurrir. Sinceramente todo apunta a que uno pierda el optimismo, pero si nos
remitimos a la historia del país y las pruebas que hemos superado, ésta es, sin
duda, la más dura. Pero es, al fin y al cabo, otra prueba más que debe llevar a
saber que reunificándonos podemos y debemos hacer cosas extraordinarias. Y eso
es lo que necesita Venezuela.
Por: Carlos
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