Todos los días los rojos
demuestran que son cobardes, que solo actúan en gavilla, amparados por guardias
nacionales y por la impunidad que les concede el Ejecutivo y el Poder Judicial.
También son totalitarios porque no admiten que otros piensen diferente. Esto es
cierto desde Maduro, hasta el último paramilitar rojo.
La reciente nueva agresión al
diputado Julio Borges evidencia que nunca aceptarán un diálogo que culmine con
la entrega del poder. Esta es una realidad que muchos advirtieron hace tiempo,
pero otros prefirieron apaciguar a los violadores de la Constitución. Todavía
algunos predican que fue una locura el paro cívico. Por no dar su brazo a
torcer o por temor, siguen insistiendo en una salida electoral y condenan
cualquier otra acción. Hemos escrito que es necesario votar, pero también
ejercer presión de calle y no precisamente con bailoterapia.
A varios años del 12 de abril
del 2002 y considerando los eventos posteriores, todos los demócratas deberían
preguntarse si eran o no correctas las medidas que tomó Carmona, quien se
comprometió a elecciones en menos de un año y a no presentarse como candidato.
Los atropellos del régimen han reivindicado a Carmona, cuyo único pecado fue no
percatarse de que carecía de apoyo militar y político.
Rasgarse las vestiduras porque se rompió el hilo constitucional es
pura hipocresía.
Por otra parte, asumimos que
deben cesar las descalificaciones a Julio Borges a quien, sin ninguna
base, algunos opositores han acusado de colaboracionista. Esta es la
segunda vez que lo agreden por defender nuestros derechos. Puede que uno
disienta de algunas de sus declaraciones, pero es una injusticia seguir
descalificándolo. Desde esta nota le expresamos toda nuestra solidaridad y
repudiamos al general Zavarce y a los agresores ¿ Qué tiene que decir al
respecto la Fiscal?
eddiearamirez@hotmail.com
Noticiero Digital, 10-6-16
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