PRESO PERO LIBRE
Notas desde la cárcel del líder venezolano
LEOPOLDO EN LA CÁRCEL ES MÁS LIBRE QUE CUALQUIER SOLDADO VENEZOLANO, HOY SOMETIDO A LA VOLUNTAD DEL INVASOR CUBANO |
No sé si el
General y Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López sabrá qué quiere decir
la palabra “adefesio”: lo que sí sé es que como oficial de la Fuerza Armada de
Venezuela ignora, ofende y agrede la majestad de la Asamblea Nacional.
No sólo la
ignora, sino la desconoce, cuando como Comandante de la Fuerza Armada debería
estar a las órdenes de la Asamblea, que es el pueblo elector de la República,
la columna vertebral de la Democracia, y
no oponerse a una Ley emitida por el
congreso.
Sin entrar
en mayores detalles referente a la insultante ignorancia del alto oficial del
Ejército, copiaremos textualmente lo que Leopoldo López escribe en su libro
Preso pero libre, editado recientemente.
Sin más
darle más vueltas, aquí lo que Leopoldo nos dice sobre el Componente Militar de
la República Bolivariana de Venezuela.
Víctor José
López
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El futuro
democrático de Venezuela depende de una perspectiva más clara, más directa,
sobre lo que es la realidad militar del país. La definición de la estrategia
militar no es asunto exclusivo de los militares. De hecho, en democracia la
definición de las prioridades es una estrategia de defensa nacional, y es una
estrategia política de la primera magistratura, es decir, del presidente, quien
tiene la obligación compartida de jefe
de Estado, presidente y comandante en
jefe de la Fuerza Armada Nacional, y esta debe definirse en acuerdo con otros
sectores del Estado.
En el caso
venezolano, la hipótesis de conflicto impulsada en todos los terrenos desde
hace unos años se fundamente en el antiimperialismo, es decir, en que los
venezolanos estamos “sometidos” a presiones económicas, sociales y políticas
por parte del imperio, especialmente el estadounidense, y que, en consecuencia,
según esta teoría, la primera responsabilidad de defensa de la nación es
mitigar y preparar acciones para ataques desde “el imperio”. Esta hipótesis de
conflicto sustituyó a lo que por años fue una hipótesis que se fundamenta en el
resguardo de las fronteras, en particular la de Colombia.
Las
consecuencias administrativas, operativas, políticas y diplomáticas de la
hipótesis de conflicto anti imperial ha calado hondo y han sido determinantes
en la estrategia por parte del Estado de adquisición de armamento, discurso,
despliegue de las fuerzas y la relación con ciertos factores como grupos
irregulares, que han pasado de ser una amenaza a colaboradores en la lucha anti
imperial. Esta hipótesis ha dado pie para que se ponga en un segundo plano de
prioridad el tema de la guerrilla y otros grupos irregulares venezolanos y
extranjeros que operan en territorio nacional.
De esta
manera, las decisiones en la estrategia de equipamiento militar han respondido
a esta lógica, priorizando compras
multimillonarias de misiles y otros equipos para hacer frente a la
“guerra” asimétrica con el imperio, poniendo en segundo plano la capacidad
operativa y táctica de los componentes militares frente a reales amenazas
palpables como son los grupos irregulares, el narcotráfico e incluso la defensa
del territorio nacional como se ha puesto en evidencia con la entrega
voluntaria del territorio y las aguas correspondientes al Esequibo, que, por negligencia
o por diseño antipatriótico, ha sido entregado de manera voluntaria y cómplice
a Guyana.
Yo estoy
convencido de que es necesaria una nueva definición de la hipótesis de
conflicto que nos permita adecuar a las Fuerzas Armadas Nacionales a la realidad
a la que hoy está sometido el pueblo de Venezuela.
Esta
definición debe servir como punto de partida para una nueva estrategia de
defensa nacional, porque es necesario comenzar por definir con precisión cuáles
son las reales amenazas a las que estamos sometidos en el territorio. El
narcotráfico y el contrabando son en mi opinión las prioridades de ser tomadas
en cuenta para consolidar a futuro una Fuerza Armada democrática y soberana.
Requerimos
de una Fuerza Armadas Nacional profesional, altamente equipada y entrenada. En
mi opinión el problema del gasto militar no es cuánto se gasta o invierte en el
ámbito militar, sino en qué se invierten los recursos. La primera prioridad del
gasto debe ser la estabilidad de los militares y la capacidad operativa, que
hoy está muy disminuida. Aprobar un sistema de seguridad social como lo
establece la Constitución, mejorar el equipamiento de las unidades, fortalecer
y profesionalizar el entrenamiento y la capacitación. Con lo que se ha
destinado al gasto militar durante los últimos años es injustificado que hoy
tengamos unidades completas prácticamente estancadas por falta de equipamiento
y mantenimiento básico.
Hoy, muy
lejos del discurso oficial que habla de una Fuerza Armada Nacional patriótica e
independiente, tenemos una Fuerza Armada subordinada a los intereses de Cuba,
que ha llegado a tener un control escandaloso sobre la dinámica y la toma de
decisiones dentro de esta institución. Es notoria la presencia cubana en distintos
niveles y en particular en su control político, ejercido entre otros mecanismos
por la DGCIM, anteriormente DIM.
En todos los
niveles, pero especialmente para los oficiales superiores. La presencia de
funcionarios de la DGCIM es la de los emisarios políticos que están a la caza
de cualquier señal que identifique a un oficial con un pensamiento crítico
diferente. Es una gran contradicción que a pesar de que la Constitución del año
1999 permite a los militares ejercer el derecho del voto, la realidad es que
cualquier señal de que un militar tenga una tendencia o intención de votar a
favor de la oposición es interpretada como traición y puede costar la carrera o
incluso la cárcel.
Uno de los daños
más graves de la tesis anti imperialista es que abre espacio a la idea del
enemigo interno. Es decir, venezolanos que, según la tesis oficial son enemigos
de la patria por ser lacayos del imperio. Bajo esta categoría entramos todos
quienes disentimos de este gobierno y somos referidos sin límites ni tapujos
como apátridas e imperialistas.
LEOPODO LÓPEZ
Cárcel Militar de Ramo Verde
Febrero de 2016
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