Los diputados demócratas tienen tres opciones de relación
con el binomio perverso Ejecutivo- Tribunal Supremo de Justicia.
Apaciguar a estos dos Poderes del Estado para intentar guardar ciertos
espacios, cohabitar con ellos para procurar resolver conjuntamente la crisis
económica o bien confrontarlos para que se profundice la crisis política
y romper la piñata.
El apaciguamiento lo reseña con maestría
Miguel Ángel Martínez Meucci en su libro publicado en el 2012. En el
mismo recoge varias definiciones sobre el término apaciguamiento:
¨Sobornar a un agresor, usualmente al costo de sacrificar principios¨,
¨Prevenir desacuerdos futuros en una disputa o guerra, mediante la cesión al
otro de una ventaja por él demandada¨. Por razones válidas o no, hasta hace
poco nuestra dirigencia optó por el apaciguamiento frente a
los rojos, lo cual les permitió avanzar a ¨a paso de vencedores¨ y
apoderarse gradualmente de todos los Poderes del Estado.
Hoy, los demócratas logramos el control de uno de esos
Poderes, la Asamblea Nacional, pero el Ejecutivo y los otros Poderes sumisos
pretenden anular la actuación de nuestros diputados. Ante esta situación no
puede haber duda de que el apaciguamiento no tiene cabida.
Ante la gravedad de la crisis, algunos
predican la necesidad de acuerdos gobierno-oposición. Es decir, una
cohabitación que podría tener varios grados de cercanía y la permanencia de
Maduro hasta el 2019. El escollo está en que los rojos totalitarios no cederán
ni un ápice. En cuanto a propuestas para solucionar los problemas, el Grupo
Zuloaga y Fetraelec han dado recomendaciones sobre la crisis eléctrica, Coener
y Gente del Petróleo sobre las transformaciones requeridas en nuestra industria
de los hidrocarburos, las Academias, Fedeagro y empresarios como Lorenzo
Mendoza han dado recetas específicas sobre asuntos que les competen. Claro que
hay soluciones, el problema es que Maduro se niega a
implementarlas. Está claro que debe dejar Miraflores, la discusión
es cuándo.
En democracia el exceso de confrontaciones es
negativo, pero hay que entender que la MUD lo que exige es que se
cumpla la Constitución, mientras que el régimen se aferra a su totalitarismo.
Callar y no confrontar a quienes no creen en la democracia no solo sería
complicidad por omisión, sino que prolongaría la crisis, la cual no
pueden resolver quienes la causaron
La confrontación y la consecuente profundización de la
crisis puede tener diversos objetivos:
1-Que los rojos sensatos, que debe haberlos y con los
cuales hay que dialogar, presionen a Maduro para que renuncie achacándole
el fracaso y así intentar salvar el Socialismo Siglo XXI.
Podría haber elecciones de inmediato o pactarse un gobierno de
transición.
2- Correr la
arruga, que el pueblo se siga decepcionando y la MUD gané la mayoría de
gobernaciones en las elecciones de este año y de alcaldías en el entrante, para
llegar a las presidenciales del 2018 con un modelo desacreditado ante los
electores. 3-Lograr la pronta salida de Maduro, ya sea como
consecuencia directa de la crisis o por la implementación de algunas de las
empedradas vías que están en la Constitución.
En política, cualquiera de los objetivos señalados puede
ser válido. Los rojos no corruptos deben decidir si se quieren hundir con
Maduro o mirar al futuro. Para poder pactar una transición que los incluya
deben reconocer que su modelo fracasó; caso contrario pueden apostar a
más largo plazo insistiendo en que el modelo es bueno pero el ejecutor un
inepto. La MUD debe decidir si trabaja para el objetivo 1 o para el
número 2.
Maduro y sus palafreneros jamás reconocerán a la
Asamblea Nacional actual. Por ello, nuestros diputados deben aprobar a la
brevedad no solo el decreto de amnistía, sino desconocer la designación
de Magistrados del TSJ que no cumplen con los requisitos para ocupar ese cargo,
y sustituir a los Rectores del CNE que tienen el lapso vencido o que no
cumplen con lo exigido para su designación. Así mismo, deben decidir qué vía es
la más apropiada para salir lo antes posible de Maduro, tomando en cuenta que
ello no es incompatible con trabajar para las elecciones de gobernadores y
alcaldes. No creemos que el Socialismo Siglo XXI desaparezca por la
decepción actual, siempre encontrará una manera de disfrazarse con otro
nombre. El que reaparezca más temprano o más tarde con otros
actores dependerá de los logros de los próximos gobiernos,
que tendrán un trabajo cíclope.
Como (había) en botica: La creación de la Compañía Militar
de Industrias mineras, petrolíferas y de gas será otro desaguadero que nos
costará unos reales a los venezolanos. Hoy las empresas de servicios son
especializadas, mientras que este nuevo adefesio pretende echarle palo a todo
mogote. Con el asalto a la casa de Smolansky los rojos no solo siguen
intentando amedrentar, sino continuar con sus prédicas antijudías.
Lamentamos el fallecimiento de tres excelentes venezolanos, el sindicalista
Pablo Castro, el profesor Rodríguez Mena y el empresario Peter Bottome. ¡ No
más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com 16/02/16 Noticiero Digital, Runrunes, digaloahi
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