El 14 de junio de 1959, miembros del Movimiento de Liberación Dominicana,
desembarcaron en las costas septentrionales de la Republica Dominicana bajo el
mando del Comandante Enrique Jiménez Moya. A pesar de identificarlo como
"desembarco", realmente se trató de una expedición armada llevada a
cabo por el grupo de patriotas dominicanos con el objetivo de terminar con casi
30 años de dictadura impuesta por Rafael Leónidas Trujillo. La incursión tuvo su inicio el 14 de Junio con el aterrizaje en Constanza
de un avión C-46 Curtiss, dejando a 54 expedicionarios que se internaron en las
montañas, y se completó seis días después con el desembarco en las playas de
Maimón y Estero Hondo de 2 lanchas con 144 combatientes más. La gesta no logró
su objetivo y la mayoría de los miembros fueron apresados, torturados y
asesinados por Trujillo, pero sí logró plantar la semilla de la rebelión contra
el dictador entre los dominicanos.
Muchos historiadores afirman que este
hecho marcó el principio del fin de la dictadura, que culmina con la muerte del
dictador 15 días antes de cumplirse el 2º aniversario de la llegada de los
expedicionarios a tierras dominicanas. Esa fecha fue tomada para bautizar al Movimiento
Revolucionario 14 de Junio (1J4), un grupo clandestino de izquierda,
anti trujillista, fundado dentro del país por el joven abogado Manuel
Tavárez, alias “Manolo” (1931-1963), que empezó a operar en la mayor
parte del territorio nacional, con unos 300 implicados de todos los sectores
sociales. Tavárez fue el líder indiscutido del 1J4 hasta el día de su
asesinato.
Cuando estudiaba Derecho en la
Universidad Autónoma de Santo Domingo conoció a una bella condiscípula, Minerva
Mirabal, (1926- 1960) cinco años mayor, con la que inició un romance, que
concluyó en boda el 30 de Noviembre de 1955. Minerva tenía buenas razones,
familiares y personales, para detestar a Trujillo y ya desde su noviazgo se
involucró en la causa contra la dictadura que dirigía Manolo, su esposo, en la
clandestinidad convirtiéndose en una pieza importante del Movimiento 1J4 con el
nombre clave de “Mariposa”, como la apodó Tavárez desde que la conoció.
Pronto y por similares razones sus hermanas Patria y María Teresa se adhirieron
al Movimiento activamente, y por extensión las hermanas fueron conocidas como “Las
Mariposas” en la clandestinidad. En la reunión política donde quedó constituida
la Agrupación Política 14 de Junio, Minerva deslumbró a los presentes con su
capacidad de análisis y su visión de la manera en que había que sacar al tirano
del Palacio Nacional.
La próspera familia Mirabal Reyes era
oriunda de Ojo de Agua, un pueblito de Salcedo (actual provincia Hermanas
Mirabal, desde 2007, en honor a las hermanas). En el año 1923, Enrique Mirabal
era un hacendado y próspero comerciante, nacido en Tamboril un pueblo de
Santiago. Fue dueño de varias propiedades, una finca, una tienda, y una
factoría se casó con Mercedes Reyes (Chea) que procedía de una familia de clase
media en Salcedo. Un año después nació Patria, luego vendrían tres hijas más:
Bélgica (Dedé), Minerva, y María Teresa. De acuerdo con las costumbres locales las hermanas Mirabal fueron criadas no solamente por la familia directa, sino también por sus
parientes.
Estudiaron como internas en el Colegio
Inmaculada Concepción regido por monjas españolas Terciarias Franciscanas donde, tanto Minerva como María Teresa, se destacaron por su inteligencia
e interés en aprender, a eso se unía que las hermanas Mirabal llamaban la atención
por su gran belleza y refinada educación. Minerva decidió estudiar leyes y tras
múltiples vicisitudes logró ingresar en la Universidad.
Las dificultades con la dictadura
comenzaron en junio de 1949, cuando Minerva y sus padres, invitados por las máximas
autoridades de su provincia, asistieron a una fiesta ofrecida en el
Palacio de la Gobernación de Santiago de los Caballeros en honor al dictador Trujillo; ese evento marcaría el
inicio del rumbo trágico para toda la familia. Trujillo se fijó en Minerva y se
sintió atraído por su belleza. Pocos después de que Trujillo hubiera
puesto sus ojos en Minerva, la familia Mirabal a mediados de agosto recibió otra
invitación del gobierno, esta vez para que asistieran a la fiesta de
inauguración del Hotel Montaña, en Jarabacoa. En esa oportunidad el dictador y su hijo Ramfis bailaron
con Minerva y el dictador aprovechó la ocasión para demostrar con galanterías
su atracción hacia ella, conducta que no fue del agrado de la joven y por tal
motivo dejó de bailar con él.
Hubo una tercera invitación, Trujillo
tan pronto llegó al lugar, reinició con mayor brío su intento de atraer a la
joven Mirabal. Bailó solo con ella desde el principio, conversó largamente en
medio del salón entre pieza y pieza con la muchacha sin que nadie osara acercarse.
Testigos presenciales en aquél baile declararon, tras el asesinato del
dictador, que: “la estrechó mientras bailaban colocando su mano derecha sobre
la nalga de la joven y ésta reaccionó bruscamente propinándole una bofetada”.
Enrique, su padre, se acercó y tomando a su hija por un brazo abandonó la
fiesta sin decir palabra. Este hecho, puso a Trujillo furioso humillado por la
familia Mirabal.
Al día siguiente, a instancias del
Senador Juan Rojas, sugirió a Enrique Mirabal que para evitar las represalias
enviara un telegrama al dictador en nombre de la familia por todo lo ocurrido,
pues se había retirado de la fiesta por “motivos de salud”. Sin embargo el
dictador, preso de una feroz inquina, ese mismo día mandó encarcelar a Enrique
e inmediatamente a Minerva y su madre Chea.
Cuando se graduó de abogada fue la
primera mujer egresada de la facultad de Derecho con honores, sin embargo
Trujillo le prohibió ejercer. Enrique Tabares, por ordenes directas del
dictador, tras arruinarlo económicamente, fue sometido a constantes
humillaciones, maltratos, vejaciones y torturas, falleciendo a principios de
1953, poco después de ser excarcelado por segunda vez, de un derrame cerebral
consecuencia de los golpes recibidos en la prisión Ozama de Santo Domingo. A
partir de entonces Trujillo vigiló tenazmente a toda la familia, especialmente
a Minerva y sus hermanas que fueron detenidas en múltiples ocasiones así como a
sus esposos y compañeros del Movimiento 14 de Junio, valiéndose del Servicio de
Inteligencia Militar (SIM), verdadera guardia pretoriana del tirano,
especialmente comisionados para hostigar a las Mirabal sin tregua.
En una de las ocasiones Minerva, fue
liberada por orden del dictador aparentando benevolencia, tras una visita de
diplomáticos de la OEA que la entrevistaron en la cárcel, pero posteriormente
fueron apresadas y liberadas varias veces, hasta que Las Mariposas, tras
ser emboscadas, fueron descubiertas en plena acción guerrillera mientras
ocultaban armas del 1J4. Trujillo ordenó entonces al Pupo Román, jefe
del SIM, diseñar un plan para asesinarlas fingiendo un accidente. Una vez más
las sacaron de la cárcel y les permitieron visitar a sus esposos presos en la
fortaleza militar de Puerto Plata.
Hasta que el 25 de noviembre de 1960 al
regreso de una de las visitas fueron interceptadas por efectivos del SIM y
trasladadas a una casa en el campo junto a su amigo, Rufino de la Cruz que las
llevaba conduciendo un jeep prestado. Allí los apalearon hasta darles muerte, y
tras poner los cadáveres en el mismo jeep lo lanzaron por un barranco. El
sucinto parte oficial fue: “los cuatro ocupantes perecieron en un desafortunado
accidente de carretera”.
Las hermanas Minerva, Patria y María
Teresa Mirabal fueron tres heroínas y mártires que, junto a sus esposos, formaron
parte trascendental del movimiento clandestino contra la dictadura de Trujillo.
Perdieron sus vidas luchando por la libertad. Su muerte, ordenada por Trujillo,
fue el principal ingrediente que provocaría, seis meses más tarde el asesinato
del dictador, al que los dominicanos prefieren referirse como
“ajusticiamiento”.
La situación política de Trujillo se iba
deteriorando paulatinamente: la OEA, la Iglesia Católica, incluso los EEUU
denunciaban su tiranía y constante violación de los Derechos Humanos,
encabezados por el presidente venezolano Rómulo Betancourt, declarado su
enemigo personal después del fallido magnicidio financiado por Trujillo en
1960. Tras el asesinato de las hermanas Mirabal, el movimiento opositor fue
fortalecido y la dictadura prácticamente quedó sentenciada.
Cada 25 de noviembre, se conmemora el
Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Fue el día que
murieron Las Mariposas.
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