Las “Pin Up Girls”
Todo
empezó realmente a principios del siglo pasado, en una sociedad cuyas
estrictas reglas de comportamiento consideraban la sexualidad como algo que
debía ser reprimido, ocultado o censurado.
Al menos desde
las primeras décadas de 1900, las imágenes pintadas de chicas seductoras y
sonrientes en poses ingenuas, y al mismo tiempo sugestivamente provocativas,
según la época, fueron publicadas con gran éxito en periódicos, revistas,
postales, litografías y carteles publicitarios. Desde 1941, a las ilustraciones o fotografías de
estas tentadoras chicas se las conoce con el término inglés pin-up y a las modelos como pin-up
girls.
El aspecto de estas pinturas y fotografías han ido cambiando con el tiempo; en
el siglo XIX eran dibujos que transmitían la imagen de una mujer independiente
y segura, mientras que en el siglo XX comienzan a realizarse unas ilustraciones
en las que la mujer se convierte en un objeto sexual provocador, aunque nunca
pornográfico. La técnica de la pintura rociada con aerógrafo ha sido una
de las más utilizadas por los artistas del género para este tipo de pinturas
por sus ventajas para recrear la fina piel de las modelos.
Aunque en algún momento se
consideraron incluso como pornografía, las pin-up girls rara vez aparecían sin ropa,
aunque sí en trajes de baño, corsés, pantalones cortos y otras prendas
insinuantes; se trataba de sugerir más que de enseñar. Otra de
las características era su ingenuidad y alegría, pero con guiños reconociendo
estar haciendo una travesura.
El hecho
de que una mujer mostrara en público los tobillos era prácticamente un
escándalo. El género “pin up” heredó su picardía del "burlesque"
europeo y el “vaudeville” norteamericano del siglo XIX, en el que se mostraban
bellas y audaces mujeres, que de esa forma se saltaban las
reglas de la época, logrando que fuera considerado un tipo de arte
más. Es en este momento cuando surgen las primeras precursoras de las pin-up de la mano del
ilustrador Charles D. Gibson (Massachusetts 1867-Nueva
York 1944) creador de las “Gibson Girls”, que con su sutil visión del momento
se convirtieron en el arquetipo de la belleza femenina norteamericana en
aquella aburrida y pacata era victoriana; “sus chicas” fueron las indudables
antecesoras de las “pin
up” contemporáneas.
En los años 20, con una sociedad ya
mas liberada, algunas novelas incorporaban en sus páginas dibujos eróticos
de corte suave en las cuales el movimiento pin-up comienza a tomar una forma más definida, y a
principios de los 30, George Petty (1894-1975) -- considerado el padre de las pin up girls --
ilustraba ya calendarios con chicas en sugerentes paños menores que adornaron
los garajes de medio mundo. Es en esta década cuando la revista
"Esquire" comienza a publicar regularmente dibujos de múltiples
artistas.
Pero es en la década de los 40
cuando este fenómeno llega a su auge. Sus fotos y dibujos se encontraban
en todas partes: comics (Betty boop), papel tapiz, encendedores Zippo, en los
“lockers” de los soldados, talleres mecánicos, dormitorios de los adolescentes,
e incluso los aviadores de la época dibujaban chicas en el fuselaje de sus
aviones de combate (el bombardero B-29 Enola Gay que lanzó la bomba atómica
sobre Hiroshima en 1945 lucía una pin up pintada en su fuselaje). Al finalizar la II Guerra Mundial
aquellas ilustraciones eran ya valoradas como una nueva forma de arte,
en la que el pintor estadounidense Gil Elvgren (1914-1989) pudo demostrar su
talento convirtiéndose en el más exitoso ilustrador de pin up girls de todos.
Las actrices de cine empezaron a
posar imitando ese estilo, y sus fotos se distribuían generosamente entre los
soldados cuando aquellas pin
up de carne y hueso los visitaban durante la II Guerra Mundial en
los frentes de guerra para levantarles la moral, entre otras cosas,
contribuyendo a acrecentar aún más la popularidad de las pin-up pintadas. Eran nada menos que Rita Hayworth,
Betty Grable, Mae West, Ava Gardner, Kim Novak y cómo no, Marilyn Monroe entre
un largo desfile de bellezas universales.
Las pin-up girls posteriores a los años
60 mostraban una apariencia menos ingenua que sus predecesoras, y aunque
siempre inspirándose en esta estética de los años 40 y 50, añadieron nuevas
propuestas de estilo a su “look”. Las claves del vestuario siguieron siendo las
mismas: faldas de tubo, cinturas altas y marcadas, shorts, corpiños, ligueros,
escotes… como siempre,
se trataba de ser sensuales resaltando las formas femeninas. En
cuanto al rostro: labios rojos, flequillos perfectos y ojos con rabillos
delineados para conseguir miradas dignas de ‘admirar’ y producir deseo.
También en los 50 y 60 el género
sufrió otra evolución, derivando hacia las revistas gráficas, como Playboy o Pent House, que
incluían en sus páginas reportajes con fotografías, aún más atrevidas, y que
pronto lograron una enorme aceptación internacionalmente. En este período
aparece una nueva tendencia: el fetichismo y el sadomasoquismo sugerido entran en escena, dándole
un carácter más obscuro al género. Clara exponente de esta tendencia es la
mítica Betty Page que con su estilo osado, dio nuevos e inquietantes
aires a este movimiento.
A partir de
los años 70, el estilo pin-up comienza su
declive, absorbido por una sobresaturación de los mercados con contenidos
eróticos más fuertes y explícitos; pero en la
década del 90, con la llegada del Internet, hubo un resurgimiento del interés
por las imágenes de este tipo de arte, que actualmente se está convirtiendo en
una tendencia no solo artística, sino en un estilo de moda que muchas chicas
empiezan a seguir. La aparición de la telefonía móvil de última generación, con
cámaras incorporadas de excelente definición y que envían fotos al instante, ha
generado intempestivamente los llamados “selfies”, moda que puede destapar la
caja de los truenos, ya que en los mismos “todo cabe”, sin que se sepa muy bien
donde irá a terminar la cosa.
Sin embargo el encanto y atractivo
naif de las pin up
será irrepetible.
He colocado un “link”* que al
abrirlo, a los que no conocen esa sutil forma de arte pícaro, van a entenderlo
rápidamente, por aquello de que “una imagen vale más que…”. Los jóvenes de
entonces debieron estar encantados “cogiendo picón”.
Nota. El jueves 5 de agosto pasado
se cumplieron 53 años de la muerte de Marilyn Monroe, tal vez una de las más
bellas pin up.
En su homenaje me he permitido encabezar este artículo con su insinuante
imagen.
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