DESAPARECE
EL HAMPA COMÚN
El
régimen tiene la tendencia de restarle importancia a lo importante con juegos
de palabra o calificativos simplistas. Así evita profundizar sobre los temas.
En consecuencia los problemas se agravan, no se va a la raíz de los mismos y
sólo medianamente se atienden las consecuencias.
El
ciudadano común se ha ido acostumbrando a vivir en medio de la espantosa
inseguridad existente. La vida y los bienes nada valen. Los crímenes horrendos
se multiplican. Acciones sin precedentes forman parte del panorama diario. Es
mejor no salir, quedarse en casa por las noches y cada uno, por su cuenta y
riesgo, tomando medidas para proteger al hogar y la familia. Todo esto y mucho
más, es consecuencia de la impunidad que el régimen ha garantizado. Desaparece
el hampa común. Está convertida e integrada a las estructuras del crimen
organizado que sirven de instrumento operativo a quienes dirigen terribles
acciones delictuales como el macro y micro tráfico de drogas ilegales, el
contrabando, el tráfico de armas y paremos de contar con la figura del
sicariato, ya arraigado profundamente en el territorio nacional.
El
problema está sobre diagnosticado. Los voceros fundamentales del régimen,
civiles y militares, se exponen al ridículo cada vez que declaran sobre estos
temas. No sabemos si lo hacen por incompetencia manifiesta para enfrentar al
crimen organizado o por complicidad con alguna de esas estructuras, pero lo
cierto es que cada día se registran hechos muy parecidos a cuanto sucede en
Colombia, Honduras o México como ejemplo de países afectados profundamente. El
régimen, para esconder su responsabilidad por acción u omisión, lo politiza
todo. El cuento de la agresión imperialista, de la derecha reaccionaria nacional
e internacional, las agresiones contra Álvaro Uribe Vélez y otros líderes
democráticos, sólo reflejan la pobre condición ética y moral de esta triste
revolución. El mal está entre ellos mismos.
oalvarezpaz@gmail.com Lunes, 6 de octubre de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario