Confiar
en la gente es fundamental para afrontar la crisis actual. Es la única
posibilidad de revertir hacia lo positivo las negativas tendencias del
presente. No olvidemos que los países nunca tocan fondo. Igual que las
personas. La diferencia es que éstas mueren y termina su ciclo, mientras que
los países sólo detienen su caída cuando las cosas que se hacen mal empiezan a
hacerse bien. Entonces, hasta por efecto rebote, podríamos afirmar que tocamos
fondo y empezamos la recuperación.
Cuando
hablo de la gente me refiero a las personas naturales y también jurídicas que
se organizan en empresas para hacer más rentables sus esfuerzos y más
productivos para terceros los resultados. Tengo mucha fe en la capacidad de
trabajo del venezolano y en el empuje de lo que va quedando del mundo
empresarial. Un verdadero gobierno patriota, cada día desconfío más de la
palabra, tendría que confiar en el empresariado y entregarle con máximo apoyo,
la responsabilidad del manejo económico de la república. El desastre actual
tiene que reforzar en los políticos de todas las tendencias e ideologías, la
convicción de que el camino es liberalizar al máximo la economía, apoyar legal
y financieramente al aparato productivo en todos sus niveles y darle una
orientación externa, hacia las exportaciones, en contra vía de todo cuanto
sucede en este momento.
Mientras
más profundizo la visión sobre la realidad de otros países, más llegó a la
conclusión sobre la necesidad de abandonar prejuicios ideológicos del pasado.
Simplemente hay esquemas y políticas que funcionan y otras que no funcionan. Hoy
el mercado sigue siendo insuperado e insuperable instrumento para crear y
distribuir riqueza. Por supuesto, mercado y estado no son excluyentes. Se
complementan gracias a normas sabias y estables dictadas por el mismo estado,
quien tiene que ser el primero en someterse a ellas. Muerte a su intervención
arbitraria y caprichosa. Vida eterna a los productores de la ciudad y el campo,
a la industria y al comercio y los servicios. El cambio es urgente.
oalvarezpaz@gmail.com Lunes, 1° de septiembre de 2014
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