En respuesta a mi
último artículo “La Constituyente” publicado en este BLOG, una persona me
escribió por Twitter lo siguiente: “¿Qué más tiene que pasar en este país para
que ustedes reaccionen?”.
Para mucha gente no existen sino dos opciones: o los políticos salen a la calle para forzar la “renuncia constitucional” de Maduro o son colaboracionistas del régimen.
Esa opción fue
ensayada en el año 2002. Se ejerció la más contundente presión pública para
sacar a un presidente. Se hizo con el apoyo de todos los medios de
comunicación, la Central de Trabajadores, Fedecámaras, Pdvsa, muchos
gobernadores y alcaldes, todos los partidos políticos y manifestaciones
multitudinarias. El presidente Chávez, muy mal evaluado al inicio de esa
estrategia, vivió en las encuestas un proceso de recuperación impresionante y
término gobernando 12 años más hasta que la Providencia se lo llevó.
Una consecuencia peor
fue que buena parte de los sectores populares terminaron alienados contra una
opción que, por sacar a Chávez, estuvo dispuesta a dejarlos sin gasolina, sin
gas para cocinar, sin trabajo y sin alimentos. Eso de alguna manera explica por
qué, a pesar de la crisis económica, los sectores más necesitados de la
población siguen sin voltear para la oposición que, mientras más se radicaliza
con los temas políticos, más se aleja de los temas que le preocupan a la gente
y más le reafirman que su única motivación es el poder.
Los que de un lado y
del otro plantean la política como una lucha agónica por el poder (unos por
quedarse al precio que sea y otros por sacarlos a toda costa) se ponen al
margen de los padecimientos de la gente y de sus sentimientos.
Lo que requerimos los
venezolanos es un liderazgo que no busque el poder como un fin, sino como un
instrumento a través del cual se trabaje en la construcción de una sociedad
justa, humana y con más oportunidades. Un liderazgo que interprete las
angustias de la gente y les dé respuestas.
Creo que lo que el
país está esperando es la reacción de un liderazgo constructivo que se preocupe
por todos los que sienten una enorme incertidumbre por su futuro y ven cómo su
calidad de vida se deteriora día a día por una crisis económica que los amenaza
peligrosamente.
Pedro
Pablo Fernández
@pedropabloFR
peruchofernandez@gmail.com
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