Muchos
venezolanos creyeron que el problema eran los adecos y los copeyanos Ofrecí la semana pasada dedicar este
pequeño espacio, que la generosidad de este periódico me ha concedido, a
formular algunas reflexiones sobre los problemas que afectan la vida nacional.
Muchos
venezolanos creyeron que el problema eran los adecos y los copeyanos. Si
salimos de los adecos y los copeyanos, Venezuela saldría adelante.
Salimos
de los adecos y de los copeyanos, al menos provisionalmente, y el remedio
resultó peor que la enfermedad. Estábamos mal, pero ahora estamos mucho peor.
Yo dije
en el Congreso Nacional el 5 de julio de 1987: “El pueblo está bravo”; expliqué
las razones para la molestia colectiva y propuse algunas medidas para atender
la protesta popular, y advertí que si no hacíamos reformas importantes vendrían
acontecimientos muy dolorosos.
Lamentablemente, la mayoría de los
venezolanos prefirió seguir con las mismas políticas que ya habían fracasado en
el pasado y no se hicieron los cambios que las circunstancias requerían.
Entonces vino el Caracazo; después dos intentos de golpe de Estado, y después,
la defenestración de un presidente que había sido elegido por una clamorosa
mayoría, y después, la elección de un teniente coronel golpista que se
presentaba como el salvador de la patria.
Al cabo
de un tiempo, empecé a escuchar que el problema era Hugo Chávez. “Si salimos de
Chávez, Venezuela saldrá adelante”. Salimos de Chávez y la situación empeora
cada día más.
La conclusión es muy sencilla. El problema de Venezuela es
bastante más complejo que salir de los adecos y de los copeyanos y de Chávez y
de Maduro. Hay que revisar el modelo político centralista y el modelo económico
rentista y la cultura populista y la crisis de valores y hasta la crisis de
afecto que están en el fondo de nuestra crisis nacional.
Tenemos
una megacrisis frente a la cual no hay soluciones mágicas. La solución de
nuestros problemas reclama un proceso complejo y un tiempo inevitable. No
olvidar que como nos dijo el Nuncio Giordano, “el tiempo es superior al
espacio” y que “no es aconsejable obsesionarse por resultados inmediatos”. No
hay salidas “over night” (de la noche a la mañana), ni soluciones mesiánicas,
ni constituyentes milagrosas. Por eso seguiré desarrollando esta agenda de Problemas
Nacionales.
Seguiremos
conversando.
@efernandezve
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