Frente al totalitarismo
Eddie Ramírez S
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Mientras los políticos de oposición se desgastan en
discutir si la salida del régimen es a corto o a largo plazo, así como en
disputas por el liderazgo, el régimen gana terreno en su política de
eliminar nuestros derechos. Nadie está incitando a soluciones contrarias
a la Constitución, por lo que no hay que rasgarse las vestiduras cuando alguien
solicita la renuncia al presidente de facto. Tampoco cuando otros predican que
es necesario esperar hasta el 2019. En tiempos de crisis como los que vivimos,
los acontecimientos políticos son impredecibles. Tan viable es la
posibilidad del retiro voluntario y a corto plazo del inquilino de
Miraflores, acosado por la crisis que el mismo potenció, como que logre
atornillarse y su deseable sustitución tarde más tiempo.
Desde la aprobación de varias leyes, dentro
del marco de la Ley Habilitante en el 2001, era evidente que la
intención era imponer un totalitarismo adaptado al siglo XXI. En el
ínterin la oposición se ha desgastado debatiendo opciones de huelga, calle,
aplicación de artículo 350 de la Constitución, apaciguamiento y salida
electoral, ninguna de las cuales ha prosperado debido a la desunión y al
poder totalitario del régimen.
No solicitamos el milagro de una oposición
con una misma estrategia, pero sí exigimos el cese de las descalificaciones a
los diferentes puntos de vista y a los líderes que los proponen. Además, nos
parece inaudita la poca solidaridad con los perseguidos. Seguiremos defendiendo
a la MUD, a Aveledo, Capriles, Borges y a Ramos Allup
ante los injustos ataques tildándolos de colaboracionistas, pero elevamos
nuestra protesta ante la ausencia de estos actores en actividades de
solidaridad a Leopoldo, a la diputada María Corina y a los valientes
estudiantes. Quizá tengan sus razones para no apoyar los llamados a
la calle y la solicitud de renuncia a Maduro, pero es inadmisible el poco apoyo
a los acosados por los rojos.
El discurso de todos los actores políticos de la
oposición tiene que endurecerse en relación a la calificación del régimen. Es
inaceptable que todavía algunos dirigentes y opinadores de oficio,
que distan de ser analistas políticos, declaren que aquí lo que hay es un
déficit de democracia ¿Cómo se llama a un régimen que tiene sometidos a
todos los Poderes del Estado, que tortura, tiene presos políticos y exiliados,
se apodera de la propiedad privada, financia grupos paramilitares y
que se vale de su omnipotencia para cerrar unos medios de comunicación y comprar
otros a través de testaferros, además de incitar al odio y mentir
descaradamente? Frente a este totalitarismo siglo XXI se impone una unidad de
la oposición y un discurso más contundente.
Como en Botica: Nos sentimos orgullosos de contar con
muchos comunicadores sociales que han renunciado a sus empleos por
considerar que no les respetan su libertad de opinión. Nos solidarizamos con
Luís Chataing, quien tuvo que renunciar a Televen para evitar que el régimen
cerrara esta planta como hizo con RCTV. El atropello judicial contra Teodoro
Petkoff evidencia una vez más la sumisión del poder judicial. No es aceptable
que Pdvsa haya pedido prestado a sus contratistas y a sus socios, ya que
eso la coloca en minusvalía a la hora de negociar.¡No más prisioneros políticos,
ni exiliados!
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