LOS RELOJITOS DE LOS AVIONES
Santiago José Guevara García
sjguevaragarcia@gmail.com
/ @SJGuevaraG1
Quien nunca
ha estado en la cabina de mando de un avión no sabe la cantidad de relojitos y
otros instrumentos que permitan saber todo lo que pasa con el aparato y sus
diversos componentes. Ni siquiera en las pequeñas avionetas es posible no tenerlos.
Si imaginamos
la economía venezolana como un avión, también tenemos que observar sus
relojitos. En ese campo no se vuela “a pepa de ojo”. Son ellos los que nos
dirán si vamos bien o lo contrario.
El régimen
machaca lo primero: Venezuela es un modelo económico exitoso, dicen. Y hasta
proponen exportarlo. Toca, entonces, ver lo que dicen los relojitos.
Los dos más
usados son los que miden el crecimiento y la inflación. Su cabal lectura nos dice
otra cosa: no solo vamos mal, sino muy, pero muy mal. Y no por las necedades
que tanto repiten los jerarcas oficialistas.
No solo no
hay la fulana “senda de crecimiento” de la cual tanto habla el régimen cada vez
que repunta el PIB, sino que este año y el próximo no solo no creceremos, sino
lo contrario: retrocederemos. Y tenemos el dudoso honor de ser el único país de
América Latina y el Caribe en tal trance.
Y en lo que
toca a la inflación, lo que provoca es llorar: fuimos, somos y seremos el país
con la más alta inflación del mundo y según reputados economistas del mundo ya
estamos en el pasillo de entrada a la hiperinflación.
Si yo fuera
médico, atendiera la emergencia de un hospital, me llega un paciente así, le
hago los dos primeros exámenes y obtengo esos resultados, me preocuparía mucho
y le recomendaría otros exámenes.
De ellos
escribiremos la próxima semana. Mientras tanto los “médicos integrales
comunitarios”, como el Vice Ramírez, lo ven no solo saludable, sino buenmozo. Así
se esté cayendo el avión.
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