OÍDO EN LA
CHATA
Líneas paralelas
Víctor José
López
El camino
hacia la ruina nacional tiene doble vía, por una transita el régimen. Es la autopista al desastre, la que nos lleva al
precipicio social y económico por dos canales diferentes pero que nos conducen
hacia el mismo puerto.
La otra vía
es la de la salida, la de la protesta constitucional y pacífica, la de la
renuncia, la de la Constituyente.
En Venezuela
vivimos con dos monedas. Vivimos, ganamos y gastamos con un bolívar
pulverizado, pero todo se hace en función del dólar. La nación está fracturada, polarizada dicen
algunos en dos mitades.
Los chavistas por una parte, y los opositores
en la otra.
Cuando la
oposición organiza una manifestación, el régimen también se concentra, o marcha.
Las marchas son paralelas, lo mismo que el paralelismo que existe en los
gobiernos.
Si Ledezma
gana la Alcaldía Mayor con los votos del pueblo, le inventan una cónsul señalado
por el dedo de Chávez: Jacqueline
Farías.
A Capriles
le endilgan otro cónsul, el siempre derrotado electoral Elías Jaua.
Hasta dos
presidentes inventaron, cada uno con ilegítimo: Chávez, que la solicitud de su
renuncia aceptó y Maduro que los votos no recontó.
Como el
socialismo no tiene juventud, porque en todas las elecciones universitarias han
salido derrotados, inventaron universidades como los rusos en la Unión
Soviética inventaron la Universidad Patricio Lumumba.
Crearon un
Festival de Teatro, cuando el que se celebraba en Caracas era el más famoso de
Latino América.
Crearon una
Fedecámaras paralela, dos Fedecámaras; igual que dos Federaciones de Ganaderos,
una chavista que se beneficia de los negocios de la boliburguesía con Brasil,
Uruguay y Argentina. La otra ve cómo la ruina seca las ubres de las vacas y la
carne se pude en los mataderos nacionales.
Intentaron,
pero no han podido, crear una Empresas Polar, pero es que la incapacidad le
pone límites a la osadía. Osados son creando otra Fuerza Armada en paralelo, lo
han hecho con la Milicia Bolivariana.
Caracas tiene
dos caras, son dos ciudades, la que fue y la que construye la oclocracia.
Aquella del tipo locuaz, dicharachero y muy caraqueño en su irreverencia está
arrinconada tras las rejas creadas por la inseguridad La otra, la del régimen,
es otra cosa. Se arropan con sus miserias y grita “con dinero y sin dinero por
Chávez yo muero”.
Este es un
país que perdió su identidad. No tiene perfil, le borran su pasado
A ciencia
cierta nadie sabe cuándo se jodió el país.
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