Nos manifestamos
políticamente en la actual situación nacional venezolana destacando el carácter
extremo de la crisis que nos afecta y proponiendo la asunción de una
inaplazable transición a la democracia.
La situación actual solo
es definible en términos de tragedia; explicada, no por carencia de
condiciones, recursos y capacidades nacionales, sino por el proyecto político
que detenta el poder, productor de
violencia, miseria, destrucción y sumisión a factores externos.
Es nuestro criterio que
ello es solo superable con su sustitución por una iniciativa transicional que permita un alto nivel de consenso a
favor de una nueva base institucional para la recuperación de la democracia, el
camino a la prosperidad y la honra de los ideales de justicia y estabilidad.
El régimen ha mostrado suficientes evidencias del carácter no democrático
del proyecto que lo anima. Un esquema inteligente de control de las
instituciones, y, con ello, un claro dominio de la vida nacional, le han
permitido enmascararse como democrático. Con su control, ninguna salida
electoral es posible.
¡Resulta
imperativa una transición a la democracia, mediante la interpretación apropiada
de la Constitución Nacional!
Esa transición podría
ser facilitada por la mediación internacional y el requerimiento, con ese
apoyo, a instituciones como el Tribunal Supremo de Justicia, la Asamblea
Nacional y la Fuerza Armada Nacional, en socorro de la sufrida sociedad
nacional y en defensa de sus intereses generales, afectados por el perverso
esquema de polarización y exclusión del régimen. La hora nacional requiere
actuaciones asertivas que reviertan el complicado cuadro nacional.
Quienes suscribimos esta
declaración de naturaleza política, declaramos nuestra convicción en:
1°) la posibilidad del
cambio político, con acatamiento estrictamente constitucional;
2°) la imperiosidad de
una urgente reinstitucionalización del país, sobre bases y garantías plenamente
democráticas y consensuales;
3°) la bondad de un apropiado
esquema de unidad nacional, más allá de una estrecha unidad partidista y sus
grupos asociados;
4°) la importancia de la
lucha política, más allá del dañino electoralismo;
5°) la relevancia de un
proceso transicional, entendido, no de cualquier manera, sino en riguroso apego
al conocimiento universal en el tema; y
6°) la conveniencia de
ocuparnos de la construcción de una democracia libertaria que pueda
consolidarse y preservarse de regresiones, como sucedió con el promisorio ciclo
democrático iniciado en 1958.
En
Valencia, el 1° de marzo de 2.014:
Santiago J. Guevara
García/Economista, Profesor UC, Proyecto Bicentenario
José Efraín Valderrama /
Abogado constitucionalista, Consultor
Luis Alberto Urbina /
Abogado, Puerto Cabello
Élida Hurtado / Líder
comunal, Parroquia Rafael Urdaneta
Rafael Álvarez “El
Torero”/ Luchador social, Puerto Cabello
Elpidio Ceballos,
Dibujante técnico, Naguanagua
Aaron Espinoza /
Psicólogo, activista derechos humanos
Julián Armas / Líder
comunal, Parroquia Miguel Peña
Erwins Armario / Líder
comunal Las Agüitas, Los Guayos
Ángel Ceballos,
Diseñador gráfico, Naguanagua
(Demás firmas, en
depósito)
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