EDDIE RAMÍREZ Piedras versus balas
Hablemos claro. Muchos de los que hoy se
escandalizan porque algunos manifestantes lanzan piedras y destruyen unidades
de transporte, ayer participaron directamente o son hijos de quienes asesinaron
policías de esquina, secuestraron a ciudadanos para pedir rescate, asaltaron
bancos y quemaron autobuses en la plaza de las Tres Gracias de la
Universidad Central de Venezuela y en muchos otros lugares del país.
En cualquier parte del mundo cuando los
jóvenes salen a manifestar se producen hechos de violencia caracterizados por
lanzar piedras a la policía, quemar automóviles y romper vidrieras. En
Francia, Italia y España es frecuente presenciar esas escenas. Quede claro que
no las promuevo, ni las apruebo, sino que me limito a señalar una realidad.
Desde luego esas manifestaciones son repelidas por la policía con agua y en
última instancia a bastonazos, con lacrimógenas y a veces con la arremetida de
agentes a caballo. El uso de armas de fuego es algo que solo se efectúa en
países que no respetan los derechos humanos como en Ucrania, Siria y
desde el 2002 a la fecha en Venezuela.
En los recientes sucesos el régimen no ha
aportado ninguna foto, ni video de jóvenes manifestantes disparando. Solo
mostraron un caso en Guayana, donde es difícil identificar si son estudiantes
o los frecuentes enfrentamientos entre sindicalistas que se producen en
la zona. Por el contrario, existe un cúmulo de evidencias visuales y
testimoniales de agresiones violentas, torturas, disparos de perdigones y
de balas de alto calibre por parte de la Guardia Nacional y de los
paramilitares oficialistas. Hay evidencias de que estos grupos armados
por el propio régimen son tolerados por la Guardia Nacional e incluso parten
desde instalaciones militares como el CORE 2 de Valencia.
La dirigencia opositora debe cuidar sus
palabras para evitar que el régimen las tergiverse a su favor. No pueden dejar
un margen de duda de que los violentos son los paramilitares, mal llamados
colectivos, y la Guardia Nacional. Todos debemos exigir, no el desarme de estos
paramilitares, sino su disolución por ser organizaciones terroristas; que la
Guardia Nacional no utilice armas de fuego para controlar a quienes tiran
piedras y denunciar los horribles casos de torturas. Igualmente conminar
la libertad de todos los detenidos, entre ellos Leopoldo López a quien en
última instancia pueden juzgar en libertad. Además que el régimen suspenda las
medidas en contra de Fernando Gerbasi, Carlos Vechio y Antonio Rivero. A estos
dos últimos los persiguen por ser dirigentes de Voluntad Popular, partido que
trabaja con ahínco en la organización de la gente. El caso de Gerbasi no es
solo un atropello , sino una estupidez, ya que este distinguido Embajador
es conocido mundialmente por su actividad intelectual y posición política
moderada, enemiga de cualquier acción inconstitucional ¡ A marchar masivamente
este sábado ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com Noticiero Digital,
21-02-14
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