Hágase la Luz, Eléctrica
Tal Cual sep. 28 2013
Valga este breve cuento, para que los gobernantes actuales entiendan de una vez, que la electricidad es la mamá n°1 de todos los servicios modernos. La industria, el comercio, los hogares, el agua, los campos y todo lo que significa desarrollo, con apagones, no sirven.
Hace millardos de millardos de años, como poco, un Supremo Hacedor (para no entrar en conflicto con nadie), tomó la decisión de crear el Universo con todos los implementos necesarios para que funcionara; eso incluía nuestro planeta que lo llamó “tierra”. Ciertamente sabía lo que hacía, pues con sus altibajos y después de tanto tiempo aún funciona, aunque no faltará quien lo ponga en duda, pues motivos nunca faltan. Lo primero que dijo fue: “hágase la luz” y sin más, la luz se hizo, y como consecuencia el día y la noche; usó un truco sencillo: puso a la tierra a girar sobre su eje frente a una fuente de luz, el sol, y cuando la parte de atrás no estaba frente a la fuente de luz, se pondría obscuro, como efectivamente sucede hasta el día de hoy. Tras hacer lo que le pareció conveniente, decidió poner a alguien a su imagen y semejanza para que disfrutara de su creación e hizo al ser humano y sus derivados; era apenas una parejita que como todos sabemos vivía en una finca o hato que le llamaron “Edén” o paraíso y que por culpa de una manzana creció y se multiplicó hasta llegar al gentío que ahora somos. Al principio la tierra, con solo dos, debía parecer enorme, pero sin haber menguado ni un ápice, ahora como está llena de gente, resulta que está hecha un guiñapo, apenas cabemos y decimos que es una “aldea”.
La mitad del tiempo el humano y sus derivados estaban en tinieblas y pasando frío parejo, hasta que tras otros cuantos millones de años por fin alguien descubrió el fuego, que además de calentar, permitía cocinar chuletas de mamut y muchas otras cosas, que no crean, las mejoraba mucho, aunque lo mejor de todo era que iluminaba con lo que no era necesario irse a dormir tan temprano y además espantaba desde los zancudos hasta las fieras más grandes y feroces como los tiranosaurios y los tigres y leones de la época que debieron ser muy feroces. Pero ya se sabe, siempre gusta perfeccionar, así que poco a poco el humano se fue exprimiendo el cerebro para inventar o descubrir cosas que le dieran confort, e incluso cambiaron el curso de la humanidad, algunas tan importantes como la rueda, la escritura, la imprenta, la máquina de vapor etc. Lo que pasa es que entre invento e invento, pasaban siglos y siglos. Hay que reconocer que el Supremo Hacedor en lo de hacer cosas nos lleva una morena. Baste recordar que todo lo que nos dejó listo, según nos informa el Génesis, lo hizo en apenas seis días, porque el séptimo descansó, con lo que de paso nos dejó la semana inventada, y sin echárselas.
En 1879, hace 130 años apenas, todavía la noche había que alumbrarla con antorchas, velas, candiles o lámparas de gas. El alumbrado de las ciudades que ya eran muy grandes era costoso y cada farol de las calles había que encenderlo de uno en uno, lo mismo que para apagarlos; era caro y peligroso. Ya se estaba trabajando con la corriente eléctrica, pero ninguno había dado en el clavo para usarla como fuente de luz. Se sabía que la corriente al hacerla pasar por un filamento de metal, éste se ponía incandescente e iluminaba, pero sólo fracciones de segundo. Un espabilado descubrió que un filamento no de metal, sino de bambú carbonatado duraba más si lo metía dentro de un recipiente sin oxigeno, así que fabricó uno de vidrio, lo sometió al vacío y dentro puso el filamento. El 21 de octubre de 1879 logró que iluminara durante 48 horas seguidas. Thomas Alva Edison había inventado el bombillo; meses después se asoció con un tal J.P. Morgan, banquero de oficio, y humildemente fundaron una pequeña empresa que llamaron General Electric. Y la luz se hizo de nuevo, pero la eléctrica claro, y el curso de la humanidad volvió a dar un gran cambio.
Si me permiten la petulancia quiero dedicarle este sencillo escrito a nuestros actuales gobernantes del siglo XXI, especialmente al presidente (rip) que está en los altares de la revolución, quien fue el responsable de armar este enorme circo a base de los mejores “choros”, asesinos, guisadores y capacitados para hundir en unos cuantos años un país riquísimo. Y me explico: porque los narcos que trafican con drogas se las venden a los jóvenes matándolos por millones, tal vez también a los de ellos. Quienes quiera que hayan sido los que prepararon hace unos días la encomienda de no sé cuantas maletas con 1.320 Kg de cocaína, sea cual haya sido su participación en el hecho, no pasemos por alto entre tantos delitos el mayor: son asesinos de lesa humanidad.
Son también muy brutos. Tal vez pensaron que las autoridades francesas son de la misma “calidad” que las de por aquí. Que la policía francesa es una panda de mandados, por algún militar cómplice y que Air France es una empresa a la que le iban a “colar” ese cargamento y sacarlo del avión en París como si fuera Conviasa, y el aeropuerto París-Roiss fuera el Aeropuerto Simón Bolívar, el rojo rojito. Además de criminales, ignorantes, espero que alguna vez tengan que pagar por envenenar a nuestros hijos.
Sin Óbice ni Cortapisas
Ayer llegó el presidente interino de ese extraño viaje a China, con el regreso pasando por la ONU, pensaba, que anda de feria con visitas de todos los Jefes de Estado o de Gobierno que pintan algo y tienen algo que decir. Ayer, en cadena fastidiosísima se sentó con sus monaguillos y frente a un grupo de clac y sesudos analistas internacionales, no nos contó que los chinos no le prestaron los reales que quería, y sólo le dieron crédito para venderle cosas made in china que pagaremos con petróleo, coltán, hierro y otras bagatelas. No nos contó que en Vancouver lo pararon no sé cuantas horas hasta darle nafta y salida para seguir viaje, como en Austria, cuando regresaba de Rusia; nos explicó de todo menos la verdad sobre donde está “su” avión, el presidencial y entre unas cosas y otras amenazó con demandar a Air Bus, imagínense, por no sé qué dejando todo bien confuso como siempre. Su película terminó con que decidió no ir a la ONU, porque le esperaban no uno, sino dos supuestos eventos de la derecha, o de la DEA contra su régimen, incluido él mismo. Menos mal, porque no le hubieran parado bolas que es peor, con su verbo docto e ideas claras para demostrar que el gobierno que preside está en algo. Así que volvió de improviso, y en varias horas de cadena aprovechó para no contarnos algo sobre el asunto de la droga que llegó a París. Debe ser el único en el mundo que no se enteró. Tal vez los chinos no quisieron perturbarle la visita a la Gran Muralla.
Supongo que los señores de la oposición se lo informen a los rojos rojitos de a pie.
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